FAMILIARES DETENIDOS EN REHENES Y BIENES EMBARGADOS


El jueves 18 de marzo de 1937, LA GACETA DE TENERIFE publica, a dos columnas, esta

Nota de la Comandancia General de Canarias

Evadidos de Río de Oro algunos de los detenidos gubernativos, el Comandante General de Canarias ha dispuesto sean detenidos en rehenes un familiar de cada uno de aquellos hasta tanto regrese a Tenerife el vapor “Viera y Clavijo” que utilizaron para la fuga.

Asimismo se procede al embargo de los bienes propiedad de los detenidos y sus familiares más allegados para responder subsidiariamente de la responsabilidad en que hayan incurrido los evadidos.

Entre los fugados figuran algunos que iban a ser puestos en libertad estos días, los cuales ahora han agravado su situación.

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En el libro Horror, Errores y Falacias sobre la Guerra Civil en Canarias, publicado por Leopoldo O’Shanahan Rodríguez de la Sierra, en Ediciones Baile del Sol, 2004, consta este testimonio de LEOPOLDO O’SHANAHAN BRAVO DE LAGUNA, yerno de don LUÍS RODRÍGUEZ DE LA SIERRA Y FIGUEROA:

A los tres meses de iniciada la rebelión, cuando todavía todo era confuso, nerviosismo devastador, se me ingresa en la cárcel a responder de la evasión de Layo de Villa Cisneros, aunque desagradable es decirlo, me presté voluntario para evitar fuese cualquier otro de la familia. El Capitán Otero, Delegado del Orden Público, me mandó a llamar a través de Rafael Martín – [alias «Cabrillita», falangista de cierto relieve, yerno del célebre abogado y poeta Ramón Gil Roldán] – y me hizo saber que era imprescindible que algún miembro de la familia debía ingresar en prisión a responder por los sucesos de Villa Cisneros y que indicase yo la persona que debiera ser: «Capitán, de momento no encuentro persona indicada». ¿La hija Ligia? -«Está en La Palma, no puede ser, estuvo enferma por las impresiones y la he alejado de todo esto». -«Entonces al pequeño, Arnaldo, lo enviaríamos al hospital por su calidad de asmático y lo tratarían muy bien. –«Lo considero muy pequeño». -«¿Y la hermana de don Luis, Elvira?» -«Cuida de la madre, a quien le quedan pocos días de vida» -«Bueno, entonces al sobrino Luis. -«Es quien mantiene a una viuda, hermana de don Luis». -«Visto los inconvenientes por usted señalados le doy un plazo de 48 horas para que estudie el asunto y se presente con el mismo resuelto». Cumplido el plazo señalado, comparecí, y como en mi conciencia creía que era la primera autoridad quien debiera escoger, y no yo señalar que era sinónimo de delator, le añadí: «A las órdenes de Vd. mi capitán». Inmediatamente fui a la cárcel a responder por los actos de Layo y, como inusitado en su persona, me tendió la mano y dio las órdenes pertinentes para mi traslado, así era como iba yo a responder por lo que Layo pudiera hacer. (…) No dejaba de entrever la gravedad del asunto, el Capitán, de triste memoria, pues fue quien se hizo cargo del padre a su desembarco del vapor «Río Francolí» hasta el cuartel de San Francisco [se refiere al padre de Layo Rodríguez de la Sierra y Melo, Don LUIS RODRÍGUEZ DE LA SIERRA FIGUEROA, diputado de Izquierda Republicana, asesinado y desaparecido]

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Cabe preguntar

¿QUÉ CULPA TENÍAN LOS FAMILIARES?

 

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