DESEO DE RENDIR CULTO AL CUERPO Y AL EJÉRCITO


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 Declaración del Capitán de la Guardia Civil D. Guillermo Candón Calatayud

En la plaza de Santa Cruz de Tenerife, a 29 de Julio de 1939, ante el instructor comparece el Capitán D. Guillermo Candón Calatayud citado al efecto, el cual preguntado convenientemente dijo:

llamarse como queda dicho, mayor de edad, casado, destinado actualmente en la comandancia de la Guardia Civil de esta provincia y que no le comprenden las demas generales de la ley.

Preguntado

Que ordenes recibió del Sr. Teniente Coronel Caceres el 18 de julio de 1936.

Dijo: que no recibió orden alguna de el, toda vez que el declarante figuraba como ayudante del Sr. Coronel Piñol y no tenía relación alguna con la comandancia y unicamente a las cinco de la mañana del citado dia le envió el coche el Sr. Coronel Piñol para que se presentara en las oficinas de la comandancia de la Guardia Civil. Ya en este punto el Sr. Coronel le enteró de que se había iniciado un movimiento militar preguntandole si estaba conforme con él, contestando el declarante que iría con él a donde fuera necesario.

Preguntado:

Cual fué su conducta durante el indicado dia 18.

dijo; que permaneció todo el dia acuartelado en compañía del Coronel y demas jefes y oficiales y unicamente cree recordar que el Teniente Coronel salía a comer fuera con su familia en un hotel proximo.

Que durante el dia actuando como ayudante secretario del Sr. Coronel Piñol, se puso radiograma al Teniente Coronel Baraibar jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas ordenandole entregara el mando al segundo jefe y se presentara al general Franco en la comandancia militar de Las Palmas reiterandolo dos veces mas en vista de que no obedecía la orden.

También se puso a la Inspección General de la Guardia Civil en Madrid un radiograma a las cinco de la mañana, dando cuenta de que en aquel momento se declaraba el estado de guerra y posteriormente se daba cuenta de que el Teniente Coronel Baraibar no obedecía las ordenes de entrega de la Comandancia de Las Palmas.

Que durante el dia 18 y siguientes no salió de dichas oficinas mas que cuando acompañaba al Sr. Coronel en sus visitas a la Comandancia General.

Preguntado: Que sucedió en la madrugada del dia 19 en el despacho del Teniente Coronel, Dijo: Que hasta las 12½ proximamente de la noche del 18 al 19 estuvo con ellos el Sr, Coronel hablando y comentando los sucesos del dia; que a esa hora se retiró el Sr. Coronel con el ánimo de descansar un poco, toda vez que tenía una dolencia y estaba fatigadísimo, encargando al declarante que si sucedía cualquier cosa le avisaría en seguida. Que mas tarde se les unió el Teniente Coronel continuando en conversación con dicho jefe comentando las noticias que se iban recibiendo y uniendose a ellos poco despues de la una el Sr. Coronel, sin que en ningun momento se hicieran manifestaciones de tibieza por la situación que se había creado. Que media hora mas tarde, el Sr. Coronel les dijo que se fueran todos a descansar encargando al declarante nuevamente que si alguna noticia o suceso mereciera atención se la comunicara enseguida para dar cuenta si procedía a la Comandancia General.

Retirados todos, quedó el declarante durante toda la noche, sin que ocurriera nada en ella.

Preguntado:

sobre el hecho concreto del parte del Teniente Coronel Caceres que dice «que los cuatro habían estado tratando toda la noche lo que había sucedido el dia anterior y habían acordado avisarnos al Coronel y al narrante, que estabamos descansando, para que el primero fuera a la Comandancia militar a hacer presente que no estaban conformes con ese movimiento subversivo de las fuerzas militares y nuestras».

Dijo; Que es totalmente incierto lo manifestado por dicho jefe toda vez que con ellos (Comandante Garate, capitán Herrera, Capitán Perez Velasco y el declarante) han estado casi constantemente dichos dos jefes, sin que en ningun momento, vuelve a repetir, hubiera tibieza por parte de nadie ni cambio de criterio en su manera de proceder y es seguro que de haber notado tibieza en cualquiera de nosotros, el Sr. Coronel hubiera tomado con él, idéntica determinación que con el Teniente Coronel Baraibar a quien destituyó en el acto de enterarse de su actitud contraria al movimiento.

Preguntado. si tiene algo mas que añadir sobre los hechos que se ventilan

Dijo: Que el puesto de confianza que tenía al lado del Sr. Coronel Piñol le hace tener la convicción de que las aseveraciones del Teniente Coronel Caceres son guiadas por un espíritu mezquino y de venganza, en cuyas interioridades no quiere entrar de momento incluso por prestigio del uniforme que viste, siendo su vida militar un constante deseo de rendir culto al cuerpo y al ejercito, de donde procede.

En este estado se da por terminada la presente declaración y leida por el declarante se afirma y ratifica en su contendido, en prueba de lo cual firma la presente en compañía del Instructor.

Guillermo Candón Calatayud          Salvador Iglesias

 [Ambas firmas rubricadas]

 Cfr.: Causa 88 de 1940 [5842-191-29] – Folio 4.

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