[Póliza de 1.50 pesetas]
EXCMO. SR. COMANDANTE MILITAR DE CANARIAS
JUSTA GONZALEZ SOSA, mayor de edad, viuda, empleada y vecina de Agaete, ante el Excmo. Sr. Comandante Militar de Canarias comparece y con todo respeto y consideración expone:
Que la exponente es madre de José Viera González, de 21 años de edad, soltero, empleado y vecino del mismo pueblo.
Que en tal concepto se vé en la necesidad de acudir a V.E. á exponerle un caso de muchísima gravedad, no solo para la que tiene el honor de dirigirse hoy a V.E. sino por el peligro que para la sociedad supone la conducta seguida para con mi citado hijo y veinte y tantos mas de la misma localidad, de los que, desde el 5 de Abril pasado, no sabe nada de su paradero.
En efecto, el día 4 de dicho mes y hora aproximada de la doce de la noche, en el momento en que mi hijo se hallaba descansando, se presentaron en nuestra casa sita en el Valle de Agaete, entre otros, los siguientes individuos, convecinos nuestros;
Sinforiano Jiménez,
Pio Perdomo
Pedro conocido por el hijo del guerrero,
Santiago, hijo de Antonia Jiménez, y
Juan Melián
Todo esos individuos iban vistiendo el uniforme de Falange, aunque desconoce la que suscribe si pertenece o nó a tal Milicia. Iban también en el grupo un señor vestido de paisano que dijo que era Policía, un guardia de seguridad y un chófer llamado Pedro Sánchez.
El grupo de referencia comenzó á golpear la puerta de la vivienda con amenazas de echarla abajo si no se abría enseguida, desoyendo las súplicas de la que suscribe para que aguardaran un momento con el fin de encender una luz y llamar á su hijo.
Franqueada la puerta ante los reiterados golpes y las continuas voces que daban, entraron en mi casa, capitaneados por el chófer Pedro Sánchez, y por la fuerza sacaron de la misma á mi hijo José Viera Gonzalez y entre empujones y golpes se lo llevaron, dejándome en el estado de ánimo que V.E. puede suponer.
Al día siguiente, o sea el 5 de abril, me trasladé a Las Palmas con el fin de averiguar su paradero y después de trabajos sin cuento, me enteré de que estaba detenido en la Comisaría de Vigilancia. Allá encaminé mi paso y logré verlo por unos instantes. Repetí mi visita al siguiente día por la mañana con el fin de llevarle ropa y algunos alimentos, manifestándoseme entonces por los funcionarios de la misma que en la noche anterior y horas de las diez y media, había sido trasladado á la Penitenciaría de Gando.
El día 7 del mismo fuí a dicho lugar con el fín de ver si era cierto lo que se me había dicho en la Comisaría, resultando, según me dijeron, que allí no había llegado mi referido hijo.
Inmediatamente volví á la Comisaría y entonces, como ya no se me podía seguir engañando en el mismo sentido, se me manifestó que había sido puesto en libertad.
Pero es el caso, que hasta la fecha, por mas averiguaciones que se han hecho, no se puede dar con el paradero de mi hijo, hasta el punto de haber sido suspendido un juicio oral seguido contra varios muchachos del Valle de Agaete, por incomparecencia en el mismo de mi referido hijo.
Al mes aproximadamente de ocurrir los hechos que anteriormente se han relatado, se me manifestó por el citado chófer Pedro Sánchez, que él mismo había llevado en una guagua, a la Penitenciaria de Gando á los que fueron detenidos en la noche del 4 de Abril, entre los que se encontraba mi hijo José Viera Gonzalez.
Si ni dicho hijo fué llevado á Gando por el Pedro Sánchez y como primero se manifestó á la que suscribe en la Comisaria de Vigilancia ¿cómo ha podido decírseme que había sido puesto en libertad? ¿Si está en aquella Penitenciaria, ¿porque no se me dice? Si está en libertad, ¿porque no aparece?
Estas son las preguntas que una madre dirige á V.E. con el fin de que se le diga la verdad y se la saque de la terrible incertidumbre que el no saber del paradero de su hijo supone.
El día 12 de mayo próximo pasado, dirijí escrito al Excmo. Sr. Comandante Militar de Las Palmas, contestándoseme por dicha Autoridad el día 6 del presente mes que mi hijo había sido puesto en libertad el día 5 de Abril.
Ante los hechos relacionados, la que suscribe, como madre sin consuelo se vé en la necesidad de acudir á V.E. para poner en su conocimiento tales hechos y para que se tomen las medidas de garantía que las personas honradas tienen derecho á disfrutar.
Por lo expuesto,
SUPLICO á V.E. que habiendo por presentado este escrito y por hechas las manifestaciones oportunas, se sirva dar las correspondientes órdenes para que por quien corresponda se instruyan las diligencias que procedan en averiguación de los hechos expuestos y del paradero de mi hijo José Viera González.
Es gracia que espero merecer de la acredita rectitud de V.E. cuya vida guarde Dios muchos años.
Las Palmas, 30 de junio de 1.937.
Justa González Sosa
[Firma manuscrita sin rúbrica]
Santa Cruz de Tenerife, 14 de julio de 1937
Pase esta instancia al Excmo. Señor General Gobernador Militar de Las Palmas, con el ruego de que se sirva informarme acerca de lo que se interesa.
Carlos Guerra
[Firma rubricada]
A la izquierda de la firma rubricada del General CARLOS GUERRA ZAGALA, está estampado el sello ovalado de Estado Mayor de la Comandancia General de las Islas Canarias.
Y la derecha, y debajo de dicha firma, está estampado el sello rectangular del registro de entrada del Gobierno Militar de Las Palmas dentro del cual puede leerse este texto manuscrito:
Nº 12316
Fecha 17/7/37
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Documento encontrado por mi hermano JUAN MEDINA SANABRIA en el Archivo Intermedio Militar de Canarias.
Cfr.: A.I.M.C.- Legajo 5152.