El acta de la sesión de constitución del Ayuntamiento republicano, se inicia en la página 62 del Libro 13 CMP, el cual, como hemos visto, había sido habilitado para Libro de Actas de Sesiones Plenarias del Ayuntamiento Republicano, de la siguiente forma:
En las Casas Consistoriales de la Muy Leal, Noble, Invicta y Muy Benéfica Ciudad, Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, capital de la provincia de este nombre, siendo las quince horas y diez minutos del día diez y ocho de Abril de mil novecientos treinta y uno, bajo de la Presidencia del Excmo. Sr. Gobernador Civil Don Antonio Lara y Zárate, se reunieron los señores expresados al márgen, que deben constituir este Ayuntamiento como Concejales elegidos el doce del actual mes, para celebrar la sesión inaugural, y para la cual han sido convocados por la expresada superior autoridad civil.
De los 36 concejales electos, – cuya distribución política era de 21 republicanos, 10 monárquicos, 3 socialistas, y 2 liberales – estaban presentes 34, cuyos nombres aparecen en el acta expresados al margen.
Abierta la sesión, el Sr. Gobernador civil presidente ordenó que por el Secretario autorizante se diera lectura a la comunicación que dirigió a la Alcaldía expresando haberse dispuesto por el Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación la constitución de todos los Ayuntamientos de esta provincia, acatando el resultado del sufragio del día doce, salvo en aquellas localidades, en que se hubiesen formulado o formulen protestas por coacciones o falseamiento de la elección, y, en consecuencia de cuya órden superior, se ha dispuesto por el Gobierno de esta provincia que la constitución de este Ayuntamiento,
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en la forma expresada, tuviera lugar en este día y hora de las quince.
A continuación el Secretario infrascrito, por orden presidencial dio lectura a la lista de los treinta y seis señores proclamados Concejales, como resultado del sufragio celebrado el mencionado día doce del mes en curso.
El Sr. Gobernador en el uso de la palabra, comenzó diciendo, que era tal su estado de agotamiento, que no sabía si las pocas palabras que tenía que pronunciar serían un intento superior a sus fuerzas.- Me toca cumplir – dijo – un deber que me corresponde en el ejercicio de mi cargo.- Se puede ejercer la justicia – expresó – y por los tribunales o por mediación de órganos que obren en representación del poder público, o por el pueblo mismo, en función de soberanía, como juez supremo.- El derroche, el malgastar los caudales públicos y la francachela de la dictadura – añadió – aquella parte que se llama responsabilidades, debe ser depurada y juzgada por medio de tribunales, sean ordinarios o especiales, al hacerse la revisión de la obra de la Dictadura.
Antes de proseguir con la transcripción del texto del cuerpo principal del acta, conviene señalar que a su izquierda, en el margen, figura una póliza de 2ª clase por importe de 60 pesetas, A0034803, matada de forma manuscrita en tinta negra, con la fecha 18/4/1931, manuscrita en tres líneas de arriba abajo.
Y debajo de esta póliza se lee este brevete:
Esta póliza reintegra la toma de posesión del Señor Alcalde, conforme a la vigente ley del Timbre.
El Secretº
HFumagallo
Continuemos con el cuerpo principal del texto del acta.
Pero ahora – dijo – ha sido el mismo pueblo en funciones soberanas el que ha reintegrado en sus
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puestos, sin intermediarios, a los que fueron brutalmente desposeídos de sus cargos por un Gobierno faccioso.
En los dias anteriores a las elecciones algunos de los cuales me parecieron interminables – manifestó – no era el propósito de mis amigos ir a la lucha con carácter puramente local, sino con carácter político, es decir, nacional. Y hoy, al reintegrarse aquí los Concejales en sus puestos – dijo – se encontrarán con dos aspectos interesantes de la cuestión municipal: primero, el aspecto económico, porque la situación económica es de tal índoles, que necesita ser estudiada y detenidamente meditada; y otro aspecto, más esencial, en cuanto al Ayuntamiento de la Dictadura, desalentó a grandes sectores de opinión, al establecer esa nueva fórmula que se puede llamar del derroche, gastando no solo lo del pueblo de hoy, sino también lo del pueblo del futuro.
Ante esos problemas, hay que meditar serenamente, para conocer el estado de la hacienda municipal exponiendo al pueblo con toda sencillez y claridad la situación y los remedios posibles para su solución.
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Y otrora – continuó diciendo – desde este sitio, con el asentimiento del pueblo, que me estimula y me fortalece, pronunció para terminar, las palabras de fórmula; que en su expresión sencilla, son mas elocuentes que los mejores discursos y las más vibrantes alocuciones: En nombre del Gobierno de la Republica Española, quedan posesionados de sus cargos los Concejales que constituyen el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
En este momento, en medio de grandes ovaciones y acompañado del Alcalde interino Sr. Orozco, abandonó el Salón de sesiones el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provincia.
Reanudada la sesión ocupó la presidencia el Alcalde interino señor Orozco, anunciando que con arreglo al la Ley de mil ochocientos setenta y siete, se iba a proceder a la elección de Alcalde.
El Sr. Sansón, indicó la conveniencia de que el nombramiento se haga por aclamación, proponiendo para dicho cargo a don Andrés Orozco.
El Sr. García Cruz, manifestó que como quiera que estamos cansados de que las leyes se vengan vulnerando un dia y otro dia, consideraba que la votación para Alcalde, debía hacerse con estricta sujeción a lo dispuesto en la ley.
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Y habiéndose acordado así, se procedió a practicar la elección en forma legal, dando como resultado el escrutinio treinta y tres votos a favor de don Andrés Orozco Batista y una papeleta en blanco.
En su virtud quedó nombrado Alcalde de esta Ciudad dicho señor, quien pronunció las palabras que siguen:
Al ser designado por el Sr. Gobernador para ocupar este puesto con carácter provisional, fue grande la gratitud que experimenté por la designación que en mi persona había recaido, pero esa gratitud aumenta hoy al ser elegido por el ayuntamiento.
Tiene para mi una importancia grande, el que no sean solo mis amigos, sino todos los sectores, que con sus sufragios, han contribuido al resultado de mi elección.
Habiendo ocupado ya en otra ocasión este puesto, del que fui arrojado por la Dictadura, vuelvo nuevamente a él por voluntad de mis amigos y compañeros.
Para la labor municipal, árdua y difícil que se prepara, es necesaria la colaboración y el apoyo de todos los sectores políticos y yo requiero para ello a todos los Sres. Concejales sin distinción de matices.
Hablaba antes el Sr. Gobernador
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civil de la lucha electoral hasta el momento de las elecciones, y yo digo que al acudir los de las izquierdas a la lucha, habíamos pensado en los dos puntos: en el problema político y el problema local, que pudiera llamarse administrativo, aunque para mi, política y administración sean una misma cosa.
Al contrario que la Dictadura, el Gobierno de la República respeta íntegramente el sufragio, y en lugar de pedir Ayuntamientos a su hechura, decide que vayan a ellos los elegidos por el mandato popular. Pero con la República, resultamos más obligados que nunca a hacer un enorme sacrificio, para restablecer el crédito y la autoridad de la Corporación.- La República no solo requiere el órden, sino que exige el trabajo constante y el sacrificio permanente.
Carga muy pesada es la que tenemos encima, y para dejar en buen lugar a la Corporación municipal, es necesario que pongamos yodos los medios a nuestro alcance para salir airosamente adelante, lo que podremos lograr.
Contando con la colaboración de todos los señores concejales, con la de los funcionarios municipales, que íntegramente me la han ofrecido, y
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con el apoyo del pueblo, todo lo que significa una adhesión explícita, a cualquier sacrificio que fuera necesario pedir.
De otra manera, sin esa colaboración de todos, y especialmente la de mis correligionarios, sería imposible trabajar por los intereses de la Corporación.
Y terminó su discurso el Sr. Alcalde, dirigiendo un saludo a los Sres. Concejales y al pueblo de Santa Cruz, representado por ellos.
En seguida se procedió a elegir uno por uno, los ocho Tenientes de alcalde que según la ley corresponden a este Ayuntamiento, resultando elegido y proclamado para primer Teniente, don Rafael J. Calzadilla Dugour, por veinticuatro votos y diez papeletas en blanco: para segundo Teniente, don Santiago García Cruz, por veintitrés votos y once papeletas en blanco; para tercer Teniente don Arturo Lopez de Vergara y Albertos, veintitrés votos y once papeletas en blanco;para cuarto Teniente, don Sebastián Cifra y Castro, veintitrés votos y once papeletas en blanco; para quinto Teniente, don Francisco García Martín, por diez y nueve votos, doce papeletas en blanco y tres pa
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peletas nulas en que se consignaba el nombre de don Santiago García Martín; para sexto Teniente, don Francisco Martínez Viera, por veintitrés votos y once papeletas en blanco; para séptimo Teniente, don Moisés Cova Hernández, por veintisiete votos y siete papeletas en blanco; y para octavo Teniente, don Erasmo de Armas Marrero, por veintitrés votos y once papeletas en blanco.
Seguidamente el Excmo. Ayuntamiento acordó que fueran dos los Regidores Síndicos, y practicadas las votaciones en forma legal, resultaron elegidos para estos cargos, don Eladio Arroyo Herrera, por veinticuatro votos y diez papeletas en blanco, y don Sebastián Castro Diaz, por veintitrés votos y once papeletas en blanco.
Y debiendo determinarse el órden numérico de los Regidores para que cada cual ocupe su respectivo puesto y pueda sustituir o suplir al que le preceda en el desempeño de la alcaldía o Tenencias, se procede a verificarlo por el orden de votos que cada uno obtuvo en la elección en la forma que sigue:
Primero, D. Matías Molina Hernández; segundo, D. Eloy Sansón Pons; tercero, D. José Manuel Guezala García; cuarto, D. Tomás de Armas Quintero; quinto, D. Fernando Franquet Solé; sexto
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D. José Izquierdo Izquierdo; séptimo D. Esteban Perez Barrera; octavo D. Maximino Acea Perdomo; noveno, D. Pedro García Cabrera; décimo D. Sebastián Déniz Hernández; undécimo D. Juan Ramírez Filpes; duodécimo, D. Isauro Alvarez López; décimo tercero D. Jerónimo Fernaud Martín; décimo cuarto, D. Pedro Ramírez Vizcaya; décimo quinto, D. Luis Diaz Malledo; décimo sexto, D. Salvador Díaz Ferreira; décimo séptimo, D. Eulogio Reyes Reyes; décimo octavo, D. Domingo Cruz Gil; décimo noveno, D. José Siliuto González; vigésimo D. José González Cabrera; vigésimo primero, D. Ernesto Pestana Nóbrega; vigésimo segundo, D. Enrique Alvarez Alvarez; vigésimo tercero, D. Alejandro Padrón Rodríguez; vigésimo cuarto, D. Cándido García Dorta; y vigésimo quinto D. Agustín Morales Santiago.
En este momento hizo uso de la palabra el Sr. Martínez Viera, para pedir que el primer acuerdo del ayuntamiento fuera el de dirigirse al Gobierno provisional de la República, expresándole la mas fervorosa adhesión de la Corporación.
A dicha solicitud se adhirió el Sr. García Cabrera, en nombre
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de la minoría socialista del Ayuntamiento, manifestando al propio tiempo que esta seguiría en la Corporación una política francamente obrera, procurando siempre buscar satisfacción a los intereses y aspiraciones de la clase. Hizo referencia al problema de las Casas baratas, del que la minoría se ocupará con todo cariño, y también al de los empleados municipales; y aludiendo a anormalidades que deben evitarse, citó el caso de los Guardias municipales y empleados del Consumos, que trabajan catorce horas.
En nombre de la mencionada minoría socialista, saludó al pueblo y a la Corporación municipal, pidiendo a esta que respetara la voluntad de aquel, exteriorizada el dia de la proclamación del nuevo régimen, dando el nombre de plaza de la República a la de la Constitución y el de Fermín Galán a la calle de Alfonso XIII.
El Sr. Franquet después de adherirse a la petición del Sr. Martínez Viera, pidió que este Ayuntamiento se dirigiera a todos los de las capitales de provincia, para que Cataluña depusiera su actitud separatista, acatando las disposiciones del Gobierno de la República
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española. En caso de no ser eso aceptado – añadió – en el plazo de seis días todas las provincias boicotearían los productos catalanes.
El Sr. Presidente expresó que en esta sesión solo podía acordarse la elección de cargos y fijar el dia y hora de sesiones; y que los demás asuntos correspondía tratarlos en la próxima sesión. Añadió que por tratarse de una propuesta de carácter general, podía tomarse desde luego en consideración la del Sr. Martínez Viera; manifestando, con referencia a la del Sr. Franquet, que el Gobierno había abordado el problema catalán, esperándose una favorable solución a los intereses de la patria; pero que, no obstante, la proposición del Sr. Franquet, como la del Sr. García Cabrera, podrían tratarse ampliamente en la próxima sesión.
Después de lo expuesto por la presidencia, solamente se acordó expresar al gobierno la adhesión de esta Corporación.
Por unanimidad quedó designado el lunes de cada semana y hora de las diez y ocho y treinta minutos para la celebración de las sesiones ordinarias, en cumplimiento del artículo cincuenta y siete de la ley
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Municipal, declarado definitivamente constituido el Ayuntamiento, dándose por terminado el acto a las diez y seis y cuarenta y cinco, y firmando la presente los Sres. Concejales asistentes que con los Sres. Don Ernesto Pestana Nóbrega y don Domingo Cruz Gil que no han dado razón de su ausencia, componen este Ayuntamiento, del que yo el Secretario certifico.
Siguen las firmas de 31 de los 34 concejales asistentes
AOrozco RJ Calzadilla Francisco García Arturo López de Vergara
Sebastian Cifra José González Francisco Martínez Viera Moisés Cova
Eladio Arroyo [Ilegible] Matías Molina Eloy Sansón Tomás de Armas
Fernando Franquet José Izquierdo Esteban Pérez Max Acea
Pedro García Galvan Sebastián Déniz Juan Ramirez Isauro Alvarez
Jeronimo Fernaud Pedro Ramírez S. D Ferreira E Reyes Siliuto
Pedro García Cabrera Alvarez Alejandro Padron
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A Morales Erasmo de Armas
Todas estas firmas, menos una, son legibles.
Acaba el acta con la inconfundible firma del Secretario Hipólito Fumagallo Medina.
Se nota la ausencia de las firmas de José Manuel Guezala, Elías Díaz Malledo y Cándido García Dorta, porque figuran los huecos con sus nombres manuscritos a lápiz, sin cubrir.
COMENTARIOS
Del texto leído del acta, llaman la atención algunos párrafos:
1.-
La referencia que hace el Gobernador civil Don Antonio de Lara y Zárate a las protestas por coacciones o falseamiento de la elección.
Lo que daba el mensaje de que las elecciones no habían sido limpiamente democráticas en todos los lugares.
A tal efecto y firmada por el propio gobernador civil Antonio de Lara, sería publicada, ocupando toda la portada del número 47 (extraordinario) del Boletín Oficial de la Provincia, de fecha Lunes 20 de Abril de 1931, una Circular con este texto:
GOBIERNO CIVIL de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife
CIRCULAR
Cumpliendo instrucciones del Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación, se hace público por medio de este periódico oficial, para general conocimiento:
Que las protestas o reclamaciones por atropellos, coacciones o falseamiento de las elecciones municipales verificadas en esta provincia el pasado dia doce, deberán presentarse hasta las doce de la noche del día veintiuno del corriente, en este Gobierno civil, las pertenecientes a los pueblos de la Isla de Tenerife, y en las Delegaciones del Gobierno, las que correspondan a los de La Palma, Gomera y Hierro, de donde serán enviadas con urgencia a este Centro.
Una vez presentada una protesta sus firmantes deberán antes del sábado veinticinco del actual, si se trata de pueblos de la isla de Tenerife, presentar en el Gobierno civil cuantos medios de prueba consideren convenientes para acreditar la veracidad de la misma; y en el caso de que se refiera a los de las otras indicadas Islas, hacer la presentación también en este Centro, pero ampliándose el plazo probatorio hasta el día treinta del mes en curso y hora de las doce de su noche.
Santa Cruz de Tenerife, 19 de Abril de 1931
El Gobernador
A. Lara y Zárate
2.-
La apelación a que debe hacerse la revisión de la obra de la Dictadura, exigiendo responsabilidades por el derroche, el malgastar los caudales públicos y la francachela de la dictadura, a la que llama Gobierno faccioso, y acusa de que ha estado gastando no solo lo del pueblo de hoy, sino también lo del pueblo del futuro.
Visto con la perspectiva histórica actual, podríamos considerar que esta exigencia de responsabilidades podría ser considerada como un afán de revancha.
Deseo revisionista de la política anterior a la llegada de la Segunda República, que posiblemente constituyó un error estratégico, que se volvería contra sus preconizadores, conociendo como conocemos hoy, la tragedia posterior vivida por España-
Mas, en historia, no deben hacerse juicios diacrónicos.
No tiene ninguna utilidad plantear futuribles, y es bastante aventurado.
Aquella sociedad española de entonces era muy diferente a la de hoy.
Las circunstancias vitales eran mucho más difíciles y los valores eran distintos.
3.-
La despedida del Gobernador en medio de grandes ovaciones y acompañado del Alcalde interino.
La verdad es que el discurso del gobernador no había sido gran cosa.
Pero eran tiempos de mucho fervor político.
4.-
Se aplica la Ley de mil ochocientos setenta y siete.
Que era una ley de la etapa de la Restauración monárquica.
5.-
El alcalde es elegido por votación secreta y escrutinio.
Porque esta práctica había dejado de ejercerse durante la Dictadura.
6.-
Las manifestaciones protocolarias de agradecimiento del alcalde elegido Andrés Orozco, habiendo ocupado ya en otra ocasión este puesto, del que fue arrojado por la Dictadura
7.-
Su manifestación de que política y administración sean una misma cosa.
Parece una vieja cantinela que también se utiliza hoy en día.
8.-
La República no solo requiere el orden, sino que exige el trabajo constante y el sacrificio permanente.
También suena a vieja cantinela, que sería muy utilizada por los prebostes, reiteradamente y con diversas matizaciones, junto con el falso «vengo a servir y no a servirme», cuando tomaban posesión de los cargos oficiales. Cargos para los que habían sido designados por el gobierno del «Caudillo por la gracia de dios », al que también declaraban su adhesión inquebrantable.
Aunque este comentario parece un salto hacia delante en la historia, engarza con el siguiente.
9.-
Interviene Francisco Martínez Viera, para pedir que el primer acuerdo del ayuntamiento fuera el de dirigirse al Gobierno provisional de la República, expresándole la mas fervorosa adhesión de la Corporación.
Como se ve, en lo tocante a fervorosas adhesiones, en todos los tiempos cocían habas.
A la luz de lo que hoy sabemos sobre la evolución de los acontecimientos, conociendo la transformación política posterior de algunos de estos “fervorosos republicanos”, tan respetuosos y partidarios del sufragio en abril de 1931, nadie se hubiera aventurado a predecir cual sería su comportamiento tanto en el periodo republicano inmediato, como durante la guerra civil y la dictadura subsiguiente.
Pero no deben hacerse juicios diacrónicos en el relato histórico.
10.-
El concejal socialista Pedro García Cabrera, tras adherirse a la petición del concejal republicano Francisco Martínez Viera, aprovecha su primera intervención para tratar asuntos sociales: problema de las Casas baratas, los empleados municipales; y los Guardias municipales y empleados del Consumos, que trabajan catorce horas.
Acto seguido propone que sean cambiados dos nombres de calles de nombres monárquicos proponiendo dar el nombre de plaza de la República a la de la Constitución y el de Fermín Galán a la calle de Alfonso XIII.
Petición que no es concedida.
11.-
Suena tremendamente actual el discurso del concejal Fernando Franquet Solé, – cuyos apellidos parecen de extracción catalana -, demandando que Cataluña depusiera su actitud separatista, acatando las disposiciones del Gobierno de la República, amenazando que no ser aceptado, en el plazo de seis días todas las provincias boicotearían los productos catalanes.
Eliminando la referencia a la República, cualquiera diría que dichas palabras han sido pronunciadas con motivo del Estatut de Cataluña recién aprobado por las Cortes en este mes de mayo de 2006.
Escarbando en la Memoria Histórica hemos encontrado un documento de 1932, que abunda en lo anunciado por el concejal Fernando Franquet.
Se trata de un cartel confeccionado en la imprenta Ramiro Gómez de Talavera, con este texto:
¡ESPAÑOL!
¡Guerra al Estatuto catalán!
En tanto que el intelectual, el obrero y el profesional castellanos, no podrán ejercer cargos en Cataluña, los catalanes podrán hacerlo en toda España.
¡¡ESO ES EL ESTATUTO CATALAN!!
¡COMERCIANTES! ¡PUEBLO!
Hasta no saber a que ateneros, no compréis productos catalanes.
Mientras para Cataluña, salieron millones y millones de pesetas y para esa Región, se dictaron leyes proteccionistas, Castilla sucumbía, por falta de protección y auxilio.
En este comercio, no admitimos visita de viajantes catalanes o que representes casas catalanas, interin no sepamos el resultado de la discusión del ESTATUTO.
* * * * *
Resumiendo:
El 18 de abril de 1931, en la sesión de constitución de la Corporación Municipal de Santa Cruz de Tenerife, ésta quedó así:
Alcalde: Andrés Orozco Batista [Republicano]
8 Tenientes de Alcalde:
Primer Teniente: Rafael J. Calzadilla Dugour [Republicano]
Segundo Teniente: Santiago García Cruz [Republicano]
Tercer Teniente: Arturo López de Vergara y Albertos [Republicano]
Cuarto Teniente: Sebastián Cifra Castro [Republicano]
Quinto Teniente: Francisco García Martín [Socialista]
Sexto Teniente: Francisco Martínez Viera [Republicano]
Séptimo Teniente: Moisés Cova Hernández [Republicano]
Octavo Teniente: Erasmo de Armas Marrero [Republicano]
2 Regidores Síndicos:
Eladio Arroyo Herrera [Republicano]
Sebastián Castro Díaz [Republicano]
Concejales:
1º Matías Molina Hernández [Republicano]
2º Eloy Sansón y Pons [Monárquico]
3º José Manuel Guezala García [Monárquico]
4º Tomás de Armas Quintero [Republicano]
5º Fernando Franquet Solé [Republicano]
6º José Izquierdo e Izquierdo [Republicano]
7º Esteban Pérez Barrera [Republicano]
8º Maximino Acea Perdomo [Republicano]
9º Pedro García Cabrera [Socialista]
10º Sebastián Déniz Hernández [Republicano]
11º Juan Ramírez Filpes [Monárquico]
12º Isauro Álvarez López [Republicano]
13º Jerónimo Fernaud Martín [Monárquico]
14º Pedro Ramírez Vizcaya [Monárquico]
15º Luis Diaz Malledo [Republicano]
16º Salvador Díaz Ferreiras [Republicano]
17º Eulogio Reyes y Reyes [Monárquico]
18º Domingo Cruz Gil [Republicano] – Ausente en la sesión.
19º José Siliuto González [Monárquico]
20º José González Cabrera [Socialista]
21º Ernesto Pestana Nóbrega [Republicano] – Ausente en la sesión
22º Enrique Alvarez Alvarez [Monárquico]
23º Alejandro Padrón Rodríguez [Republicano]
24º Cándido García Dorta [Monárquico]
25º Agustín Morales Santiago [Monárquico]