
FRANCISCO LEIVA MORAL
FRANCISCO LEIVA MORAL nace el 29 de marzo de 1895 en Arroyo de la
Miel, Benalmádena, provincia de Málaga.
Llega a Canarias como marinero cumpliendo el servicio militar obligatorio, en el cañonero LAYA, buque de la Marina Española, uno de los cuatro de la clase Recalde, enviado a patrullar por las Islas Canarias.
Corrían los años 1917-1918.
FRANCISCO LEIVA MORAL conoce a la que posteriormente sería su esposa, AURORA MARRERO MARTÍN, en Santa Cruz de Tenerife.
AURORA MARRERO MARTÍN, natural de Arico Viejo, residía en Santa Cruz donde trabajaba de costurera de ropa de hombre. Se domiciliaba cerca del muelle, donde el LAYA atracaba con frecuencia.
Es muy probable que FRANCISCO LEIVA MORAL y AURORA MARRERO MARTÍN se conocieran en casa de Cheo, un zapatero que vivía en la calle San Sebastián.
Cerca del mentado zapatero residía AURORA MARRERO MARTÍN, y era una zona relativamente cercana del muelle; por tanto, frecuentada por los marineros.
La madre de AURORA MARRERO y su hermano menor, MARTÍN MARRERO MARTÍN, seguían residiendo en Arico Viejo por aquellos tiempos.
Tras comenzar el noviazgo con AURORA MARRERO MARTÍN, Francisco Leiva Moral decide quedarse definitivamente en Tenerife, al acabar el servicio militar, conformando una familia tras contraer matrimonio.
FRANCISCO LEIVA MORAL contrae matrimonio con AURORA MARRERO MARTÍN en torno a 1919-1920.
Fijan su residencia en Arico Viejo, con domicilio en la carretera hacia El Porís de Abona.
Nacen sus primeras hijas, ANA MARÍA y AURORA LEIVA MARRERO
.
Un hermano menor de Francisco, JOSÉ LEIVA MORAL, recalaría en Tenerife siguiendo la estela de su hermano, pues “la vida en el cortijo en Arroyo de la Miel no le gustaba”, según su sobrina Aurora Leiva Marrero.
En este pueblo malagueño quedaron varios hermanos de Frasquito, sobrenombre como era conocido Francisco Leiva Moral por su familia malagueña; entre ellos Diego, Antonio y Juan Leiva Moral.
Su hermano JOSÉ LEIVA MORAL también contrae matrimonio, unos años después en Arico, con una joven del pago de La Degollada de Arico. Posteriormente ejerció como taxista en Santa Cruz, donde se estableció con su familia.
FRANCISCO LEIVA MORAL marchó a Cuba en torno a 1924, a trabajar en la caña de azúcar. También marcharía su cuñado MARTÍN MARRERO MARTÍN. No estuvieron mucho tiempo en la perla del Caribe, volviendo ambos a Tenerife a los pocos años.
Tanto él como su cuñado Martín se instruyeron en las ideologías de izquierdas en su estancia en Cuba.
Posteriormente nace su tercer hijo, un varón que bautizan con el nombre de Antonio.
FRANCISCO LEIVA MORAL, GUARDIA MUNICIPAL DE ARICO.
En 1923 con la instauración de la dictadura de MIGUEL PRIMO DE RIVERA se instauran en España los denominados somatenes.
Resumiendo mucho, podemos decir que los somatenes era organizaciones de individuos autorizados a poseer armas, en sus casas, y así armados, velaban por el orden en los pueblos.
Eran gente de orden, al servicio del poder constituido.
Las Milicias Armadas de Acción Ciudadana, desarrolladas por los golpistas del 18 de julio de 1936, emulaban a los somatenes, pero con mucho más poder represor y licencia para matar.
En Arico, además de los somatenes, comenzaron a prestar servicio dos guardias municipales rurales desde mediados de 1924, cobrando un sueldo de unas 1.620 pesetas anuales. Estos dos guardias inicialmente fueron Juan García Gómez y Eulogio González.
FRANCISCO LEIVA MORAL, habiendo ya vuelto de la isla de Cuba, comenzó a ejercer como guardia municipal rural en Arico a partir de febrero de 1927. Probablemente sustituyendo a Eulogio González, pues desde 1927 hasta 1936 Arico solamente disponía de dos guardias municipales: Francisco Leiva Moral y Juan García Gómez.
Los guardias municipales rurales de Arico, portaban una pistola MAUSER, como arma reglamentaria.
Entre los años 1923 y 1931 los dos guardias municipales, con la ayuda del somatén local, se encargaron del orden en el municipio de Arico.
El somatén de Arico en aquellos años primoriveristas estuvo conformado, entre otros, por los Cabos del distrito de Arico ANTONIO REYES GONZÁLEZ y JOSÉ ALBERTOS, el Sub-cabo del distrito HIPÓLITO GARCÍA GÓMEZ y los somatenistas afiliados ALBERTO DELGADO GONZÁLEZ, ALONSO MARTÍN MARTÍN, JUAN GONZÁLEZ HERNÁNDEZ, JOSÉ MORALES DÍAZ, BENJAMÍN CRISÓSTOMO MORALES y DOMINGO CAMPOS DE LA ROSA.
En 1931 con la llegada de la Segunda República se suprimió el somatén en toda España, quedando FRANCISCO LEIVA MORAL y JUAN GARCÍA GÓMEZ, como guardias rurales del extenso término municipal de Arico.
Posteriormente se establecería un puesto de la Guardia Civil en Arico Nuevo.
FRANCISCO LEIVA MORAL, dado que se movía por todo el término municipal de Arico, por su condición de guardia municipal, se encargaba de la recaudación de las cuotas de los accionistas de las galerías de agua de la localidad.
SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1936)
Tras la proclamación de la SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA, en abril de 1931 comienzan a constituirse muchos de los comités locales de diversos partidos políticos de izquierda, en los diferentes municipios de Tenerife.
En 1931 se constituyó la primera AGRUPACIÓN SOCIALISTA OBRERA DE ARICO, que contaría con un concejal en el ayuntamiento en la persona de JOSÉ RODRÍGUEZ OLIVA, conocido como PEPE OLIVA.
Dicha agrupación se disolvió en poco tiempo.
No sería hasta enero del año 1936 cuando se vuelve a constituir el comité local de la Agrupación Socialista en Arico.
Con mucha probabilidad en la nueva conformación de la Agrupación Socialista de Arico tuvo algo que ver el abogado EMILIANO DÍAZ CASTRO, dirigente socialista y natural de la cercana población de FASNIA.
EMILIANO DÍAZ CASTRO tenía buena amistad con FRANCISCO LEIVA MORAL y también con JOSÉ RODRÍGUEZ OLIVA, telegrafista de Arico Nuevo.
FRANCISCO LEIVA MORAL es nombrado Tesorero de dicho Comité Local de la Agrupación Socialista, cuyo domicilio social se establece en la calle de la Cruz, en Arico el Viejo.
Su presidente es el maestro MANUEL SOLANA SAINZ DE LA LASTRA; como vice-presidente se designa a DOMINGO RAMOS GONZÁLEZ; como secretario a JOSÉ RODRÍGUEZ OLIVA y como vice-secretario a FRANCISCO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ.
GOLPE DE ESTADO DE 18 DE JULIO DE 1936
FRANCISCO LEIVA MORAL fue detenido precozmente tras rebelión militar del 18 de julio de 1936. Precisamente el 20 de julio, dos días después del levantamiento, FRANCISCO LEIVA es hecho preso.
Lo mismo ocurriría con el otro policía local, JUAN GARCÍA GÓMEZ, y con el también funcionario municipal SIXTO MACHADO MARTÍNEZ, secretario municipal de Arico y oriundo de Granada.
Ese día FRANCISCO LEIVA venía desde Granadilla y se dirigía a Arico Nuevo, a encontrarse con los guardias civiles del puesto de la Guardia Civil en Arico Nuevo. Fue detenido por los propios guardias civiles, tras recibir éstos órdenes superiores. Había sido detenido por buenos amigos y compañeros en su labor en pro de la seguridad del municipio.
La relación de amistad era hasta el punto de que los hijos de FRANCISCO LEIVA MORAL compartían juegos infantiles con los hijos de los guardias civiles del puesto de Arico Nuevo.
En aquellos años en Arico Nuevo contaba con puesto de la guardia civil, oficina de telégrafos y médico.
Tras el golpe militar y la consolidación del nuevo gobierno militar, el potentado MARTÍN RODRÍGUEZ Y DÍAZ-LLANOS cedió en Arico Nuevo un salón de su propiedad, frente a la oficina de telégrafos, donde se ubicó un destacamento o puesto militar.

MARTÍN RODRÍGUEZ Y DÍAZ – LLANOS
1879 – 1942
La detención por el nuevo gobierno militar establecido de ambos policías municipales, así como del asimismo funcionario municipal SIXTO MACHADO MARTÍNEZ, estaba claramente relacionada con la militancia política en partidos de izquierdas de los mismos. FRANCISCO LEIVA MORAL como fundador y tesorero de la Agrupación Socialista, mientras que el guardia rural JUAN GARCÍA GÓMEZ y el secretario municipal SIXTO MACHADO MARTÍNEZ, por sus militancias en la agrupación local de Izquierda Republicana.
Rápidamente ambos policías locales fueron cesados oficialmente de sus puestos, por Orden del Comandante Militar de Canarias, según Acta del 2 de septiembre de 1936.
Francisco Leiva Moral tras su detección es trasladado a Santa Cruz de Tenerife, donde es encarcelado inicialmente en los barcos prisión.
En la denominada prisión flotante Francisco Leiva estuvo en torno a cincuenta días, hasta que se habilitaron como prisión unos almacenes de la empresa frutera Fyffes, a principios del mes de septiembre de 1936.
Gran parte de los detenidos son trasladados a los denominados salones de Fyffes.
Junto con FRANCISCO LEIVA MORAL también fueron detenidos otros vecinos de Arico Viejo en aquellos primeros días del golpe militar, con los que compartió cautiverio-. Inicialmente en los barcos prisión y luego en los Salones de Fyffes, oficialmente conocida como PRISIÓN MILITAR COSTA SUR.
Fueron los casos de los concejales socialistas del ayuntamiento de Arico FRANCISCO (JULIO) RODRÍGUEZ GONZÁLEZ y JUAN MARTÍN RODRÍGUEZ (JUAN SEVERIANO), y el también socialista DOMINGO RAMOS GONZÁLEZ, vice-presidente de la Agrupación Socialista de Arico.
Meses más tarde tuvo lugar un negro episodio de las denominadas brigadas del amanecer en el término municipal de Arico.
Una noche de noviembre de 1936 son sacados de sus casas y DESAPARECIDOS tres vecinos residentes en Arico. Estos tres infortunados fueron el presidente de la Agrupación Socialista de Arico MANUEL SOLANA SAINZ DE LA LASTRA y su esposa PILAR GARCÍA, que residían en el lugar de El Cercado en Arico Viejo, y el médico municipal JOSÉ RIVERA FERNÁNDEZ, que vivía y ejercía en Arico Nuevo.
Hay algo en común entre el maestro MANUEL SOLANA y el médico JOSÉ RIVERA; y es el hecho de no ser hijos del pueblo de Arico, pues era navarro el primero y gallego el segundo. Por ello, carecían ambos de red de familiar en el municipio de Arico, y por ende sería más fácil ser el objetivo de las execrables brigadas del amanecer.
LA VIDA EN LOS SALONES DE FYFFES (1936-1938)
FRANCISCO LEIVA MORAL permaneció dos años detenido como preso gubernativo en los SALONES DE FYFFES.
Es el periodo que va desde la primera semana de septiembre de 1936 hasta agosto de 1938, fecha en la que formó parte de un contingente de presos canjeados con el gobierno republicano.
FRANCISCO LEIVA MORAL no había siso sometido a proceso judicial militar alguno en ese periodo de tiempo, ni se le instruyó ningún procedimiento, ni siquiera se le tomó declaración.
Únicamente el conspicuo capitán de Artillería MANUEL OTERO RUBIDO, DELEGADO DE ORDEN PÚBLICO en la Comandancia Militar, desde el 24 de agosto de 1936, le hizo pasar por uno de sus innumerables interrogatorios, preguntándole a FRANCISCO LEIVA MORAL, si estaba afiliado a algún partido político.
El único motivo para su cautiverio fue éste: estar afiliado a un partido político del Frente Popular.
Desde Arico se desplazaban su esposa y sus hijas a visitarlo, mientras estaba encarcelado, llevándole ropa y alimentos.
Su cuñado, MARTÍN MARRERO MARTÍN, que residía en Santa Cruz, también lo visitaba y se encargaba de recogerle la ropa sucia y llevarle comida.
Esta asistencia a los presos era permitida por los encarceladores.
Y los familiares y amigos de los encarcelados, que podían prestarles ayuda, se acogían a tal tolerancia- A pesar de las dificultades. Entre las cuales no era la menor, la distancia que tenían que recorrer. Como era el caso de los vecinos de Arico, localidad alejada de Santa Cruz por una tortuosa carretera.
Posteriormente, MARTÍN MARRERO MARTÍN, entre octubre de 1936 y enero de 1937, fue también hecho preso. Siendo encarcelado en aquellos SALONES DE FYFFES, convertidos en PRISIÓN COSTA SUR, junto a su cuñado FRANCISCO LEIVA MORAL.
Ambos encarcelados, sin proceso ni sentencia, en absoluta indefensión. Arbitrariamente. Por sus ideas políticas.
Como tantas otras víctimas de la vesania de los vencedores de la Rebelión contra el legítimo Gobierno Republicano de España.
Gobierno electo en urnas democráticas.
Como ya ha sido publicado, es sabido que MARTÍN MARRERO MARTÍN, era miembro del Radio Comunista de Santa Cruz de Tenerife, formando parte de la Célula número 1, con el nº 18 de militante.
Aquella célula nº 1 del Radio comunista de Santa Cruz estaba conformada por FRANCISCO RODRÍGUEZ GUANCHE, ANTONIO MESA HERNÁNDEZ, PEDRO HERNÁNDEZ, ANDRÉS DELGADO y por el propio MARTÍN MARRERO MARTÍN.
Según testimonio oral recabado de sus familiares, MARTÍN MARRERO MARTÍN había sido detenido, como consecuencia de una denuncia efectuada por un vecino de Arico, padre de una joven que Martín Marrero pretendía. Parece que el padre de la joven, no veía bien la posible relación de su hija con MARTÍN MARRERO, al que acusó de pertenecer al Partido Comunista, y de estar suministrando armas o material a un grupo de izquierdistas que estaban huidos en el monte.
MARTIN MARRERO MARTÍN no permaneció mucho tiempo en Fyffes, pues en sería DESAPARECIDO en la SACA DEL 27 DE ENERO DE 1937, junto con otros doce compañeros de cautiverio, entre los que se encontraban sus camaradas del Partido Comunista en Santa Cruz, PEDRO HERNÁNDEZ YANES, JOSÉ YANES SUÁREZ y PEDRO DOMÍNGUEZ CABRERA.
FUSILAMIENTO DE SOLDADOS DE ARICO (25 julio de 1937)
El día 25 de julio de 1937 fueron fusilados en Santa Cruz de Tenerife tres soldados del destacamento de artillería, sito en unos los almacenes del empresario PEDRO DUQUE, en la capital tinerfeña. Almacenes que este empresario había cedido a los militares golpistas. Los soldados fusilados habían sido acusados del intento de llevar a cabo la evasión de los presos de Fyffes.
El soldado ROSENDO CRUZ ÁLVAREZ, natural de La Palma, y los dos soldados de veinticinco años naturales de Arico Viejo, MANUEL ALONSO RODRÍGUEZ y ANTONIO HERNÁNDEZ GARCÍA, habían sido condenados a muerte. El resto de soldados y suboficiales juzgados no fueron condenados a la pena capital.
Este conato de liberación de los presos intentado por unos cuantos militares, entre los que presumiblemente se encontraban los dos jóvenes soldados de Arico, sucedió mientras FRANCISCO LEIVA MORAL seguía privado de libertad, sin proceso ni juicio, en aquella terrorífica PRISIÓN COSTA SUR.
AURORA LEIVA MARRERO testimonia que MANUEL ALONSO RODRÍGUEZ, a quien conocían coloquialmente como Manolo, le comentó a su padre que estaban preparando la evasión de los presos. PACO LEIVA se escandalizó al escucharlo, y le conminó a que callara y que tuviera cuidado: “estás loco… aquí hay muchos espías…”.
El joven MANUEL ALONSO RODRÍGUEZ, amigo y vecino de FRANCISCO LEIVA MORAL en Arico Viejo, era vocal de la Federación Obrera de Arico, fundada en 1935, vinculada a la UGT; y por lo tanto, de ideas de izquierdas.
MANUEL ALONSO RODRÍGUEZ era hijo de Hipólito Alonso y de Ángela Rodríguez.
El otro joven fusilado, ANTONIO HERNÁNDEZ GARCÍA, era también natural de Arico Viejo.
La noticia del fusilamiento de los dos jóvenes de Arico Viejo atemorizó a los habitantes de dicho pueblo.
A la mañana siguiente de conocerse el fusilamiento, AURORA MARRERO, la esposa de FRANCISCO LEIVA MORAL, decide enviar a su hija mayor, ANA LEIVA, a Santa Cruz.
Acompañada de otra joven, ANA LEIVA emprendió viaje a primera hora del día para la capital tinerfeña en el camión del vecino PEDRO DELGADO, que partió con un cargamento de tomates.
Para alojarla en la casa de su tío JOSÉ LEIVA, taxista en la capital tinerfeña.
Y alejarla de Arico.
Parece ser que fue vista por MIGUEL CELEDONIO DÍAZ, miembro de ACCIÓN CIUDADANA EN ARICO, y la noticia de la marcha a Santa Cruz de ANA LEIVA fue puesta en conocimiento de la autoridad militar de Arico.
Esa misma noche un grupo de militares del destacamento de Arico Nuevo, se presentaron en la casa familiar de FRANCISCO LEIVA y tocaron a la puerta.
En el domicilio se encontraba AURORA MARRERO, con sus dos hijos menores AURORA y ANTONIO.
Los militares se comportaron de modo soez; sobre todo un brigada originario de La Palma; y con malos modos, le ordenaron a la desvalida AURORA, que les dejaran entrar en el domicilio para hacer un registro.
Entraron los militares y registraron las dependencias de la casa, mientras los niños estaban presos del pánico.
Aprovechan el abusivo registro, para sustraer el dinero que tenía FRANCISCO LEIVA MORAL, procedente de la recaudación de las galerías y de los afiliados de la Agrupación Socialista, de la cual era tesorero.
Los militares abusadores se retiran, ordenando a AURORA MARRERO que su hija ANA LEIVA debía presentarse en las dependencias del destacamento militar de Arico Nuevo al día siguiente.
ANA LEIVA fue traída por su tío JOSÉ LEIVA MORAL, en su taxi, de vuelta a Arico.
La jovencita ANA LEIVA fue obligada a limpiar las dependencias del destacamento militar de Arico Nuevo.
Tras este incidente, el tío JOSÉ LEIVA MORAL decide entrevistarse con BUENAVENTURA FRÍAS GARCÍA, conspicuo dirigente de derechas de Arico Nuevo, que había sido concejal durante la dictadura de MIGUEL PRIMO DE RIVERA. Tras intermediar con BUENAVENTURA FRÍAS, éste le asegura que “no se preocuparan… que ya no se meterían más con su familia…”
CANJEO CON GOBIERNO REPUBLICANO EN AGOSTO DE 1938
Después de dos largos años de cautiverio, encarcelado sin proceso ni sentencia, habiendo vivido como habían sido DESAPARECIDOS su cuñado MARTÍN MARRERO MARTÍN, así como otros conocidos suyos vecinos de Arico, además de los dos jóvenes soldados fusilados, naturales de Arico Viejo, FRANCISCO LEIVA MORAL se ofrece para ser canjeado con presos de la zona republicana, en un canje de presos que se materializó en agosto de 1938.
Aquel canje de presos republicanos, desde aquella terrorífica PRISIÓN COSTA SUR o FYFFES, con presos nacionales de la zona republicana, fue probablemente el primero que se llevó a cabo en el transcurso de la Guerra Civil.
Dicho canje fue mediado por observadores británicos, con la participación decisiva de la Cruz Roja Internacional.
Integrado en aquel grupo de casi un centenar de presos de FYFFES, FRANCISCO LEIVA MORAL fue trasladado en la motonave DÓMINE, desde Tenerife hasta el puerto de San Sebastián. Tras unos días de estancia en la cárcel donostiarra de Ondarreta, el grupo de presos canarios es canjeado, junto con otros prisioneros procedentes de Melilla, por la frontera francesa en Irún.
Unos días después, en los primeros días de septiembre, los presos canjeados llegan a Barcelona, habiendo sido entrados a España, por Cérbere en la frontera francesa con la provincia de Gerona.
FRANCISCO LEIVA MORAL, acogido en Barcelona con el resto de presos canjeados, contactó con el líder socialista tinerfeño EMILIANO DÍAZ CASTRO, diputado electo a Cortes en febrero de 1936, a quien el golpe militar le había sorprendido en tierras peninsulares.
EMILIANO DÍAZ CASTRO era presidente de la Agrupación de socialistas refugiados de Canarias, con sede en Barcelona.
EMILIANO DÍAZ CASTRO, en el transcurso de la Guerra Civil, desempeñó cargos de responsabilidad en el gobierno republicano.
Estando en Barcelona FRANCISCO LEIVA MORAL intercedió, con la participación decidida de EMILIANO DÍAZ CASTRO, para que el prisionero tinerfeño ALONSO RODRÍGUEZ DE AZERO Y SALAZAR DE FRÍAS, no fuera fusilado por la autoridad republicana.
ALONSO RODRÍGUEZ DE AZERO Y SALAZAR DE FRÍAS era hijo del conspicuo terrateniente de Arico MARTÍN RODRÍGUEZ Y DÍAZ LLANOS, quien, obviamente había adherido al golpe militar de Franco, había aportado un local de su propiedad en Arico Nuevo, para que instalara el destacamento militar.
FRANCISCO LEIVA MORAL, habiendo sido guardia municipal, en Arico, conocía al vecino de Arico Nuevo ALONSO RODRÍGUEZ DE AZERO Y SALAZAR DE FRÍAS.
Al verlo prisionero del Ejército Republicano, en Barcelona, FRANCISCO LEIVA MORAL decidió ayudarlo.
La mediación de FRANCISCO LEIVA MORAL con la cooperación de EMILIANO DÍAZ CASTRO salvó la vida de ALONSO RODRÍGUEZ DE AZERO Y SALAZAR DE FRÍAS.
Esta acción sería determinante años después, facilitando que FRANCISCO LEIVA MORAL pudiera obtener un salvoconducto, que le permitiría retornar a Tenerife, y reunirse con su familia.
FRANCISCO LEIVA MORAL en la ciudad de Barcelona permaneció unos dos meses; al cabo de los cuales pasó a Francia por San Clemente de Sasebas (provincia de Gerona), en compañía de un teniente de infantería y un cabo de carabineros republicanos, según sus propias palabras.
En aquellos momentos ya estaba en marcha la denominada CAMPAÑA DE CATALUÑA, que acabaría finalmente con la conquista por los nacionales de Cataluña, y su triunfo en la Guerra Civil, ante la que hubo de sucumbir el legítimo gobierno republicano.
FRANCISCO LEIVA MORAL, como miles de españoles compelidos a pasar a Francia, acabó ingresando en algún campo de refugiados del sureste francés. Campos, que más bien eran simples campos de concentración franceses.
Quizá su amistad con EMILIANO DÍAZ CASTRO, que también había huido a Francia con su esposa, hicieran que su estancia en tierras galas fuera algo menos penosa.
Del propio testimonio de FRANCISCO LEIVA MORAL se sabe, que en Francia estuvo trabajando, como operario o peón agrícola, con una máquina trilladora, recorriendo las masías de los alrededores de la ciudad de Orleans.
Posteriormente trabajó como peón en una mina cerca del puerto de Séte en el distrito de Montpellier, departamento de Hérault y región de Languedoc-Rosellón.
El puerto de Séte, situado en la costa mediterránea, actualmente es el puerto pesquero más importante de Francia.
La mina cerca del puerto de Séte es muy probable que se trate de la mina de Bauxita en Villeveyrac, pequeña población situada a 18 kilómetros del puerto de Séte.
Mientras trabajaba en dicha mina, FRANCISCO LEIVA MORAL sufrió un accidente, que le produjo una herida importante en la cabeza. Este percance hizo que sufriera, como secuela de este traumatismo craneal, un trastorno de la sudoración facial que le persistió el resto de su vida.
De la bauxita se extrae el aluminio. Mediante un proceso químico, electrolítico.
En ambos trabajos referidos, FRANCISCO LEIVA MORAL estuvo empleado en torno a dos años, hasta 1940.
Mientras estuvo en Francia FRANCISCO LEIVA MORAL no perdió contacto con EMILIANO DÍAZ CASTRO, y parece que éste le intentó convencer de que emigrara a MÉXICO, idea que no compartió, porque en Tenerife le esperaba su esposa e hijos.
Se da la circunstancia que un hermano de FRANCISCO LEIVA MORAL, DIEGO LEIVA, también terminó refugiado en Francia después del final de la guerra. DIEGO LEIVA junto con su esposa e hijos pequeños había huido de Arroyo de la Miel.
Porque Málaga, en un primer momento había quedado en manos del bando nacional; habiendo podido, con la ayuda de un burro, desplazarse hasta la provincia de Valencia.
Finalmente, DIEGO LEIVA MORAL acabaría refugiado en Francia, pero no se encontró con su hermano FRANCISCO en tierras francesas.
REGRESO A ESPAÑA
Después de dos años refugiado en Francia, FRANCISCO LEIVA MORAL regresaría nuevamente a la ESPAÑA DE FRANCO, a finales de 1940, habiendo rehusando la proposición de exiliarse en México que le había hecho EMILIANO DÍAZ CASTRO.
Su regreso lo hizo por la provincia de Gerona, atravesando la frontera por Portbou, siendo ingresado en el Campo de Concentración de Figueras. En este campo de concentración sólo estuvo dos días, ya que resultó trasladado al campo de concentración de Reus en Tarragona. En Reus permaneció varios meses.
Posteriormente, desde Reus fue trasladado a la capital de España, al depósito de presos Miguel de Unamuno de Madrid, desde donde a los pocos días es destinado al Batallón de Trabajadores nº 52 de Mesa.
Aquí estuvo en torno a veinte días, ya que en junio de 1941 se le concede la libertad vigilada y provee de un pasaporte o salvoconducto para poder regresar a Tenerife; al pueblo de Arico Viejo donde le esperaba su esposa e hijos.
En la obtención de este salvoconducto tuvo mucho que ver su acción de 1938 en Barcelona, cuando protegió la vida de su conspicuo convecino de Arico, ALONSO RODRÍGUEZ DE AZERO.
Tras recobrar la ansiada libertad, FRANCISCO LEIVA MORAL, munido de pasaporte y salvoconducto, desde Madrid marcha hacia Sevilla, para luego proseguir su periplo de vuelta a casa en Tenerife.
La escala de la ciudad hispalense se encuentra con su hija mayor ANA LEIVA MARRERO, casada con el destacado futbolista tinerfeño CONRADO HERNÁNDEZ DE LOS ÁNGELES, quien había sido fichado por el Sevilla Club de Fútbol en la temporada 1940-1941.
CONRADO HERNÁNDEZ DE LOS ÁNGELES llegó a jugar algunos partidos en la primera división del fútbol nacional.
En la visita a su hija ANA en Sevilla, conocería a su primera nieta.
Por fin llega a Tenerife y a su domicilio en Arico Viejo, donde se reencuentra con su esposa AURORA y sus hijos AURORA y JOSÉ, tras casi tres años desde su partida de nuestra Isla, en agosto de 1938, para ser canjeado.
Retornado a Tenerife, FRANCISCO LEIVA MORAL quedó a disposición de las Autoridades, sometido a la presentación, todos los meses, durante un año.
En 1944 FRANCISCO LEIVA MORAL se encontraba avecindado con su familia en en el pago de La Degollada de Arico, núcleo muy cercano a Arico Viejo y que hoy en día prácticamente ha sido engullido dentro de la misma entidad de población.
El 3 de octubre de 1944, FRANCISCO LEIVA MORAL es nuevamente detenido por la Guardia Civil.
El motivo de esta detención había sido la denuncia que sobre su persona interpuso el vecino de Arico RAMÓN RODRÍGUEZ DÍAZ, tras una acalorada discusión con FRANCISCO LEIVA MORAL que había tenido lugar en la cantina de CONSUELO BELLO GARCÍA, situada en el pago de La Degollada de Arico, el día 1 de octubre.
El denunciante, RAMÓN RODRÍGUEZ DÍAZ, esgrimió en su denuncia que FRANCISCO LEIVA MORAL había proferido frases en contra del actual régimen Nacional, del Generalísimo y de la Guardia civil.
El denunciante RAMÓN RODRÍGUEZ DÍAZ era falangista y por consiguiente un defensor acérrimo de la causa Nacional-
Dados los antecedentes políticos de FRANCISCO LEIVA MORAL, la guardia civil del puesto de la Villa de Arico, procedió a su detención, redactando el oportuno atestado.
FRANCISCO LEIVA MORAL permaneció detenido durante 19 días, desde el día 3 hasta el día 21 de octubre de 1944.
Fecha esta en la cual se le tomó declaración, siendo puesto en libertad provisional
Con su declaración realizada el 21 de octubre de 1944, dieron inicio las actuaciones de las Diligencias Previas número 375 del año 1944, en Granadilla de Abona, en el Segundo Grupo Expedicionario del Regimiento Numero 141, en la Plaza de Granadilla de Abona.
Para dichas diligencias previas se designó como juez instructor al teniente de complemento ANTONIO MONTENEGRO IRIZAR y actuó como secretario al sargento de Artillería MARCELO GIL BARTOLOMÉ, militares destacados ambos en dicho Segundo Grupo Expedicionario del Regimiento Numero 141, en la Plaza de Granadilla de Abona.
Tras la toma de declaraciones al propio FRANCISCO LEIVA MORAL y al denunciante RAMÓN RODRÍGUEZ DÍAZ, hicieron lo propio con los testigos CONSUELO BELLO GARCÍA, GUMERSINDO DELGADO DELGADO, MARTÍN PÉREZ GONZÁLEZ, RAFAEL DELGADO PADRÓN y ARTURO RODRÍGUEZ MARTÍN.
Todos los testigos esgrimieron argumentos muy parecidos, y en ningún modo acusando a FRANCISCO LEIVA MORAL.
También se realizaron sendos informes por parte de la Guardia civil del puesto de la Villa de Arico sobre el encartado FRANCISCO LEIVA MORAL y el denunciante RAMÓN RODRÍGUEZ DÍAZ.
Finalmente en 14 de diciembre de 1944, el juez instructor de estas diligencias eleva las mismas a la superioridad.
Este procedimiento no tuvo más recorrido.
Según testimonio de su hija AURORA LEIVA, el alcalde de Arico por aquellos años, IMELDO MORALES DELGADO, intercedió para que no se le hiciera más daño a FRANCISCO LEIVA MORAL, pues “era un hombre bueno, pero un hombre llagado.”
Su amigo y correligionario EMILIANO DÍAZ CASTRO, DON EMILIANO, que en el vapor Nyassa había arribado a Veracruz, para exiliarse en México en 1944, pudo volver a Tenerife en alguna ocasión ya en los últimos años del franquismo.
En uno de sus retornos esporádicos a Tenerife, DON EMILIANO contactó con su amigo FRANCISCO LEIVA MORAL, visitando ambos la tumba del amigo común JOSÉ RODRÍGUEZ OLIVA (PEPE OLIVA) en Arico.
PEPE OLIVA había fallecido bastante joven, con 42 años en 1945.

JOSÉ RODRÍGUEZ OLIVA
4 de agosto de 1903 / 4 de enero de 1946
EMILIANO DÍAZ CASTRO, listo para abandonar su exilio mexicano, y regresar a su Tenerife natal, donde deseaba ser inhumado, tras su muerte, fallecería en Ciudad de México, al conocer la noticia del intento de golpe de estado en España, del 23 de febrero de 1981.
FRANCISCO LEIVA MORAL fallecería el día 12 de julio de 1984, con 89 años de edad, en el Hospital General de La Laguna, actual Hospital Universitario de Canarias.
El cuerpo de FRANCISCO LEIVA MORAL, está enterrado en el cementerio municipal de ARICO VIEJO.
FUENTES DOCUMENTALES:
Entrevistas realizadas en el año 2011 a AURORA LEIVA MARRERO y FERNANDO MARTÍN, hija y yerno del biografiado.
Información oral obtenida de FRANCISCO HERNÁNDEZ LEIVA, nieto del biografiado.
Información oral obtenida de MARÍA DEL CARMEN FRÍAS BORGES y MARÍA CANDELARIA DELGADO GARABOTE, vecinas de Arico Viejo.
Registro Civil de la ciudad de La Laguna.
Archivo Histórico Provincial de Tenerife.
Blog de Pedro Medina Sanabria.
Prensa histórica canaria (Portal Jable de la ULPG y Hemeroteca de prensa histórica digitalizada de la ULL).
Bibliografía:
Asociacionismo en Arico entre los años de 1924 a 1936 (I). Asociacionismo político. Arico, un municipio para conocer. La Prensa página 3. El Día sábado 14 de marzo de 2009. Emiliano Guillén Rodríguez.
Asociacionismo en Arico entre los años de 1924 a 1936 (II). Arico, un municipio para conocer. La Prensa página 1. El Día sábado 13 de junio de 2009. Emiliano Guillén Rodríguez.
Arico: razón de títulos de empleados municipales entre los años de 1923 a 1960. Arico, un municipio para conocer. La Prensa página 6. El Día sábado 5 de junio de 2010. Emiliano Guillén Rodríguez.
Las Agrupaciones políticas y sindicales de Arico durante la II República (1931-1936). Octavio Rodríguez Delgado.
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A la memoria del informante Don FERNANDO MARTÍN, yerno de FRANCISCO LEIVA MORAl, triste y recientemente fallecido.
[Por FABIÁN HERNÁNDEZ ROMERO. Última versión del texto: Octubre de 2015.]