SUMARÍSIMO 125 DE 1936 CONTRA CÁNDIDO ROJAS LEÓN


F.5,129,471

COMANDANCIA MILITAR DE CANARIAS.

Nº 3725                                     Legº   151 –36

Plaza de La Laguna.                    Juzgado Militar.

PROCEDIMIENTO SUMARÍSIMO Nº 125 de 1,936.

DELITO: Reunión clandestina y comentarios contra el movimiento Militar; comprendido en el artículo 6º del Bando de la Junta de Defensa Nacional de España.

PROCESADO: Paisano Cándido Rojas León (a) Rastrojo.

Ocurrió el hecho el día 3 de Agosto de 1,936.

Dieron principio las actuaciones el día 4 de Agosto de 1,936.

En prisión preventiva el día 3de Agosto de 1,936.

 

Juez Instructor

Secretario.
Don Andrés Hernández Alvarez.

Don Imeldo Delgado Gomez

Otro.- Capitán de Infantería de la

Otro .- Sargento Alumno de

Comandancia Militar de Canarias

Infanteria Don Franco Campos

Don Tomás Lluna Gordillo

Martagón

 

Cfr.: ATMTQ 3725-151-36.- Sumarísimo 125 de 1936.- Cubierta.

* * * * * * * * * *

 

El invocado artículo 6º del Bando de declaración de Estado de Guerra, rezaba así:

ARTICULO SEXTO.- Se considerarán como rebeldes a los efectos del Código de Justicia Militar, y serán juzgados en la forma expuesta:

  1. A) Los que propalen noticias falsas o tendenciosas con el fin de quebrantar el prestigio de las fuerzas militares y de los elementos que prestan servicios de cooperación al Ejército.
  2. B) Los poseedores de armas de fuego o sustancias inflamables o explosivas; entendiéndose caducadas todas las licencias de armas que no hubiesen sido otorgadas por esta Junta de Defensa Nacional y sus legitimos representantes. Los poseedores de armas, con o sin licencia, quedan obligados a entregarlas en el plazo máximo de doce horas, sin excusa alguna, en el puesto de la Guardia civil respectivo, donde, en cada caso podrá convalidarse la autorización para su uso; a discreción del Comandante de aquél.
  3. C) Los que celebren cualquier reunión, conferencia o manifestación pública sin previo permiso de la Autoridad, solicitado en la forma reglamentaria, y los que asistan a ellas,
  4. D) Los que cometan delitos de los comprendidos en los apartados B), C) y D) del artículo anterior.
  5. E) Los que tiendan a impedir o dificultar el abastecimiento de artículos de primera necesidad, eleven injustificadamente los precios de los mismos, o de algún modo contribuyan a su encarecimiento.
  6. F) Los que coarten la libertad de contratación o de trabajo o abandonen éste, ya se trate de empleados, patronos u obreros.

 

ORDENANDO CONSEJO DE GUERRA EN CAUSA 52 DE 1936


Orden del dia 26 de Agosto de 1936. en Santa Cruz de Tenerife                111

El próximo día 27 de los corrientes a las 9 horas se reunirá en la Sala de Actos del Cuartel del Regimiento de Infanteria Tenerife nº 38 de esta Plaza el consejo de Guerra Ordinario de CUERPO que ha ver y fallar la causa seguida contra los Cabos JUAN GASCON RUIZ, FELIPE BENITEZ PADRON y LUIS CONTRERAS LORENZO y soldados JUAN SUAREZ GONZALEZ, FRANCISCO DIAZ GOMEZ y FRANCISCO GONZALEZ GUTIERREZ, todos del citado Regimiento por el delito del articulo 240 del Codigo de Justicia Militar

EL TRIBUNAL SE CONSTITUIRÁ EN LA FORMA SIGUIENTE:

PRESIDENTE

Teniente Coronel Sr. Don Vicente Pelegero Lores

VOCALES-CAPITANES

NOMBRES DESTINO
Don Servando Accame Amaya Regimiento Infanteria Tenerife nº 38
Lorenzo Machado Méndez         Id.           Id.           Id
José Jorda Canto         Id.           Id.           Id
Manuel Fernandez Roberes Grupo Mixto Artilleria nº 2.
Felix Diaz Diaz Seccion Destinos Comandancia Militar

VOCAL   PONENTE

Comandante Auditor de la Armada Don Eduardo Callejo y Garcia Amado

VOCALES   SUPLENTES

Don Juan Pallero Sanchez Regimiento Infanteria Tenerife nº 38
Don Luis Gomez Carbo Caja de Reclutas nº 59

 FISCAL

El Jurídico Militar de la Comandancia o el Oficial de la Fiscalía en quien delegue..

DEFENSOR

El Teniente de Infanteria Don Estanislao Gomez Landero

JUEZ   INSTRUCTOR

El Especial de esta Auditoria Don Pablo Hurtado Izquierdo.

Se invita a los Señores Oficiales de la guarnición francos de servicio para asistir a dicho acto.

El Auditor,

 

Cfr.: A-TMTQ 5155-169-12.- Causa 52 de 1936.- Folio 111.

INDAGATORIA DEL CABO LUIS CONTRERAS LORENZO


INDAGATORIA del cabo LUIS CONTRERAS LORENZO . . . . . .

En Santa Cruz de Tenerife, a veintisiete de Julio de mil novecientos treinta y seis.

Ante S.S. y presente el Secretario, compareció el anotado al margen, procesado en esta causa, a quien S.S. exhortó a decir verdad e hizo las advertencias, y preguntado convenientemente, dijo : Que se llama LUIS CONTRERAS LORENZO, de dieciocho años de edad, de estado soltero, de profesión estudiante de bachillerato, natural de Los Silos, provincia de Tenerife, a vecindado en dicho pueblo, hijo de José y de Isabel, si sabe leer y escribir y no ha estado nunca procesado, y en la actualidad se halla prestando sus servicios como cabo efectivo en la Segunda Compañía del Primer Batallón del Regimiento de Infantería Tenerife número treinta y ocho; que le llamó el Teniente don Gervasio Jorge Rodríguez y al presentarse a él, lo presentó al Capitán Juez Instructor don Camilo Tolosa, sin que supiera el declarante a que obedecía la llamada y acto seguido el Capitán le ordenó que quedaba detenido. Y que sí se le han leído las Leyes penales Militares.

J.2,971.996

43

Por disposición del Señor Juez se hacen constar las señas personales del procesado, que son las siguientes: color de las pupilas, melado; cabello castaño oscuro; cara morena; cejas al pelo; nariz recta; boca regular; barba escasa; estatura un metro setecientos cuarenta milímetros; y como señas particulares ninguna.

PREGUNTADO . . . . .

si se afirma y ratifica en su anterior deposición, obrante al folio cinco vuelto, después de haberle sido leída y relevado de la promesa que prestara, dijo;: Que se afirma y ratifica en todo lo que manifestó anteriormente y que no tiene nada más que añadir ni quitar.

En este estado el Señor Juez dio por terminada estas diligencia, sin perjuicio de ampliarla si lo estimara pertinente y en la que se han invertido doce minutos, y leída que fue por mí el Secretario, por haber renunciado a hacerlo por sí, a pesar de haberle advertido su derecho a leerla, se afirmó en su contenido, fimándola con S.S. y presente Secretario, que certifico.

[A renglón seguido, vienen las firmas rubricadas de CAMILO TOCINO TOLOSA, LUIS CONTRERAS LORENZO y AGUSTÍN DURÁN DELGADO, Capitán Juez Instructor, procesado y Brigada Secretario fedatario, respectivamente].

 

Cfr.: A-TMTQ 5155-169-12.- Causa 52 de 19636.- Folios 42 vuelto y 43.

 

ORDEN PARA CONSEJO DE GUERRA POR INSULTO A FUERZA ARMADA Y GRITOS SUBVERSIVOS


Orden del día 14 de Septiembre de 1936 en Santa Cruz de Tenerife                 50

 

El próximo día 16 de los corrientes a las 11 horas se reunirá en la Sala de Actos del cuartel del Regimiento Infantería Tenerife nº 38 de esta Plaza

el Consejo de Guerra Ordinario de PLAZA, que ha de ver y fallar la causa seguida contra los paisanos ALFREDO ROQUESO HERNANDEZ, MANUEL PEREZ SANTOS, MANUEL FERNANDEZ FLORES y FELIPE AFONSO GUTIERREZ, por el delito de insulto a fuerza armada y gritos subversivos

 

EL TRIBUNAL SE CONSTITUIRÁ EN LA FORMA SIGUIENTE:

PRESIDENTE

Teniente Coronel Sr. Don Vicente Pelegero Lores

VOCALES-CAPITANES

 

NOMBRES

DESTINO

Don Enrique Suarez de Deza y Aguilar Grupo Mixto Artilleria nº 2.
Jesus Ansocua Rodriguez Grupo Mixto Ingenieros 3;
  Tomas Lluna Gordillo Comandancia Militar Canarias
Fernando Salas Bonal Grupo Mixto Artilleria 2.
Augusto Machado Méndez Caja de Reclutas nº 59

VOCAL PONENTE

El Comandante Auditor de la Armada Don Eduardo Callejo y García Amado

VOCALES SUPLENTES

NOMBRES

DESTINO

Don

Felix Diaz Diaz

Seccion Destinos Comandancia Militatr

Don Mariano San Segundo Gimenez Regimiento Infanteria Tenerife 38

 FISCAL

El Jurídico Militar de la Comandancia o el Oficial de la Fiscalía en quien delegue.

DEFENSOR

Tenientes de Infanteria D. Vicente Saavedra Togores y D. Estanislao Gomez Landero

JUEZ INSTRUCTOR

Oficial de Complemento del Cuerpo Juridico Don Pablo Hurtado Izquierdo

 

Se invita a los Señores Oficiales de la guarnición francos de servicio para asistir a dicho acto.

Cfr.: A-TMTQ 3670-150-16 Sumarísimo 108 de 1936.- Folio 50.

* * * * * * * * * * *

El Fiscal actuante en este Consejo de Guerra, fue el Capitán PEDRO DOBLADO SÁIZ, quien retiraría la acusación contra ALFREDO ROQUESO HERNANDEZ, solicitando para los otros tres procesados, la imposición de la pena de OCHO AÑOS de prisión mayor y accesorias correspondientes.

GRITOS SUBVERSIVOS CONTRA EL GENERAL FRANCO E INSULTO A FUERZA ARMADA


M.8,739,898

Nº 3670                                     Lego 150 – 16

 

COMANDANCIA MILITAR DE CANARIAS

 

PLAZA DE LA LAGUNA                          JUZGADO MILITAR

PROCEDIMIENTO SUMARISIMO Nº 198 DE 1.936

 

DELITO: Gritos subversivos contra el General Franco e insulto a fuerza armada, comprendido en el articulo octavo del Bando de la Comandancia Militar de Canarias de 18 de Julio de 1.936.

 

PROCESADOS: Alfredo Roqueso Hernandez, Manuel Perez Santos, Manuel Fernandez Flores y Felipe Afonso Gutierrez.

 

 

OCURRIO EL HECHO: El dia 19 de Julio de 1.936

 

DIERON PRINCIPIO LAS ACTUACIONES: El dia 22 de Agosto de 1.936.

 

 

JUEZ INSTRUCTOR

SECRETARIO

Don Andres Hernandez Alvarez

Don Imeldo Delgado Gomez

Otro

Otro

Don Pablo Hurtado Izquierdo

Don José Pérez Rivero

Otro; D. Rafael Lecuona

Otro

Otro: D. José Tártalo

D. Manuel Rojas de la Rosa

 

Otro: D. Juan Parras

 

Cfr.: ATMTQ 3670-150-16.- Causa 198 de 1936.- Cubierta.

SARGENTO EN 1ª. COMPAÑÍA DEL PRIMER BATALLÓN EXPEDICIONARIO DE CANARIAS


Don Esteban Saavedra Togores, Capitán de la 1ª. del primer Batallón expedicionario de Canarias, del que es primer Jefe el Comandante Don Felix Díaz Diaz.- Certifico: Que el Sargento DON  RAFAEL REIG VALENTIN, se encuentra prestando sus servicios en la Compañía de mi mando desde el 16 de septiembre de 1936 hasta la fecha.= Y para que conste expido el presente en Casa Vacas a dieciocho de enero de mil novecientos treinta y ocho.- Esteban Saavedra.=Rubricado.- Vº. Bº.- El Comandante Jefe.= F. Diaz.= Rubricado.= Hay un sello que dice: 1º Batallón expedicionario de Canarias. Mando.=

Es copia:

El Comisario de Guerra

[Sello ovalado apaisado de la COMISARIA DE GUERA STA. CRUZ TENERIFE.

Firma rubricada del Comisario de Guerra ENRIQUE XIMENEZ-CRUZ

Sello lineal de post firma de ENRIQUE XIMENEZ-CRUZ.]

 

Cfr.: Archivo Municipal de Santa Cruz de Tenerife.- Legajo 606.

EXPEDICIÓN A LA ISLA DE EL HIERRO


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COMANDANCIA MILITAR DE LAS ISLAS CANARIAS

 

INFORME que en cumplimiento de las órdenes recibidas formula el Oficial que suscribe, como resultado de su expedición a la Isla del HIERRO.

= = = = = = = = = = = = = = = = = = = = =

 

Se efectuó el desembarco a las 6 horas aproximadamente del día 10 de Agosto de 1,936 por el Puerto de la Estaca, encontrándose en el desembarco la pareja de la Guardia Civil de servicio, la que manifestó que se había declarado el estado de guerra al día siguiente de recibirse el Bando en aquella Isla, 28 o 29 de Julio, y que la tranquilidad era completa. Sin dejar que nadie subiese al pueblo de Valverde, se requisaron dos ómnibus del servicio de transportes y se dio aviso para que el comandante del Puesto esperase nuestra llegada.

Inmediatamente se iniciaron las gestiones para designar las personas que habían de sustituir a las Autoridades de la Isla, las que dieron por resultado que los nombramientos recayeran sobre los Señores siguientes:

Delegado del Gobierno, DON AURELIANO DIAZ ESPINOSA, de Valverde.

Presidente del Cabildo, DON FERNANDO AYALA MENDEZ, de Valverde.

Gestores del Cabildo, DON PASTOR FONTE HERNAND, de TAMAGUSTE, DON NICANOR PADRON LIMA, de Mocanal; DON FRANCISCO PADRON HERNANDEZ, de El Pinar y DON PEDRO AVILA MENDEZ, de Valverde.

Alcalde del Ayuntamiento de Valverde, DON SANTIAGO GARCIA GONZALEZ.

Gestores de dicho Ayuntamiento, DON SEBASTIAN AYALA SÁNCHEZ; DON NICOLÁS ALVAREZ MORALES, DON CÁNDIDO MAGDALENO ARlAS; DON VICENTE ARMAS ARMAS; DON FEDERICO IGLESIAS PADRÓN; DON FRANCISCO RODRIGUEZ PADRÓN ; DON FERNANDO RIVERO GONZALEZ; DON ALFONSO GUTIERREZ PÉREZ; DON FLORENCIO CASTAÑEDA QUINTERO; DON JUAN REBOSO AYALA (Padre); DON  TEÓFILO PADRÓN ESPINOSA y DON JUAN PADRÓN PÉREZ.

Paralelamente, se dedicó esta Delegación de la Autoridad Militar a realizar las gestiones encaminadas para determinar la actitud de todas las autoridades y personas en general, sacando la impresión de que por lo menos en público nadie había hecho manifestaciones contrarias al movimiento, a excepción del telegrafista, DON CELESTINO RUBIO.

Por la tarde y previas las palabras de rúbrica, se dio posesión a dichas comisiones gestoras.

Al siguiente día se verificó un recorrido por el interior de la Isla sacando la misma impresión por lo que respecta a la tranquilidad y haciendo la sustitución del Municipio de Frontera por los Señores:

Alcalde, DON RAMON MENDEZ DIAZ.

Gestores, DON ELIGIO GUTIERREZ MORALES, DON ANTONIO BARREDA AYALA; DON MARTIN PADRON ARMAS; DON LORIMON RODRIGUEZ BARREDA; DON CLEMENTE HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ y DON BENIGNO HERNÁNDEZ CASAÑAS, a los que se dio posesión acto seguido.

Verificado un registro en los locales de la Unión General de Trabajadores (Casa del Pueblo) en Valverde y Sindicato de Albañiles de Isora, sólo encontraron las documentaciones y libros de contabilidad correspondientes.

En la casa del pueblo funcionaban las tres secciones siguientes; Sindicato de carga y descarga del cual es Presidente, DON RAFAEL RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Secretario, DON ISIDRO PADRÓN GUADARRAMA y Tesorero, DON MANUEL GONZALEZ FEBLES, y cuyo libro de contabilidad arroja un total de 244’70 pesetas de ingresos y 144’70 pesetas de gastos. Federación Obrera Herreña con el mismo presidente y secretario, siendo Tesorero, DON JULIÁN LEÓN SORIA y su libro de contabilidad arroja un ingreso de 71’05 y unos gastos de 64’80. Sindicato de Oficios arios con los mismo cargos anteriores y Tesorero, DON PEDRO GUTIÉRREZ, con libro de contabilidad cuyos ingresos son 54’55 y los gastos 46’20

Los locales fueron clausurados levantándose las oportunas actas las cuales quedaron, en unión de las llaves, en poder del Jefe del Puesto de la Guardia Civil, en espera de la resolución de la Superioridad habiendo asistido como representante de las sociedades DON PEDRO ESPINOSA GUTIERREZ, en cuyo poder estaban las llaves. El local de la casa del pueblo es propiedad de Don Antonio Benítez, con residencia en Tenerife y el apoderado Don Domingo Padrón

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Aparte de estos registros se verificaron otros en los domicilios de los directivos y demás personas sospechosas, sin que dieran resultado desfavorable.

Le reparación del cable se hizo con toda rapidez gracias al gran entusiasmo é interés del Jefe de Línea del Centro de Telégrafos, Señor Guerrero, cuya actuación en todo momento ha sido digna de elogio, conviniendo ponerlo en conocimiento de sus Jefes. La causa de la avería fue rotura intencionada del cable y sin que nadie concrete exactamente la persona responsable, se cree fundadamente dadas sus malas condiciones morales que lo fuera el Jefe de aquella estación, Don Celestino Rubio.

La organización de FALANGE por lo menos de momento no tiene ambiente; esto no obstante se acompaña relación de algunos muchachos, demasiado jóvenes, que pudieran en el momento oportuno servir de base a su formación.

No ocurre así con la de ACCION CIUDADANA, habiendo sido designado provisionalmente para su constitución el Señor Delegado del Gobierno, DON AURELIANO DIAZ ESPINOSA. En principio es indispensable dada las características de aquella Isla y su falta de comunicaciones, establecer depósitos de cinco fusiles, para ser utilizados por los encargados de algún servicio i en caso de alteración del orden, en los siguientes pago y pueblos: TRERSINA y CABO (Barrios de Valverde), MOCVANAK, ERESE, GUADASOCA, SAN ANDRÉS, ISORA, FRONTERA, SABINOSA y TAIBIQUE. Con esta organización y el Puesto de la Guardia Civil sería suficiente para tener garantizado en todo momento el Orden en la Isla, El ambiente general, de tranquilidad aparente, es sin embargo de expectativa y temor por la dificultad de comunicación en un momento determinado y por la insuficiencia del Puesto de la Guardia Civil, por lo que consideré urgente el envío de las armas puntadas y también de alguna corta, por lo menos para los encargados de las recaudaciones y autoridades.

Por lo que respecta a trabajos, en el muelle existe una anormalidad y es la de que a raíz del triunfo del frente popular y basándose en que no le habían facilitado sus votos quedaron castigados a no trabajar hasta la celebración de nuevas elecciones, tres individuos que fueron sustituidos por otros afines a su tendencia política, siendo a mi juicio la solución justa que dichos tres individuos entraran también a turnar en los trabajos, sin dejar cesante a nadie toda vez que no han dejado de presentarse cuando por turno les ha correspondido.

En la carretera a San Salvador dejaron de trabajar el 16 de mayo, por huelga para discutir las bases de trabajo, en la que estaban unos 50 obreros, y cuando una vez aprobadas las nuevas bases se pensaba reanudar aquellos, no lo verificaron por estallar el movimiento y alegar no tener dinamita ni poderla facilitar, por lo que es indispensable requerir al contratista, DON ANTONIO GARCIA DIAZ, vecino de Granadilla de Abona de esta Isla de Tenerife, para que estos den comienzo seguidamente toda vez que es la única solución para mitigar la precaria situación de los obreros del Hierro.

Por no existir denuncia concreta sobre persona determinada, cite a una reunión a todos aquellos que por sus cargos anteriores y manejos políticos tienen influencia sobre las masas, y a quienes hice responsables de cualquier alteración de orden que pueda producirse.

No practique la detención del telegrafista por estar detenido y a disposición del Juez de Instrucción por irregularidades administrativas, pero considero indispensable para la tranquilidad de aquella Isla que la autoridad militar lo reclamase sin perjuicio de seguir la tramitación del actual expediente por estafa. Debo hacer resaltar aquí, las pésimas condiciones del local destinado a prisión, no solo por lo que a seguridad respecta, sino también por ser materialmente inhabitable, siendo por tanto necesario de no ordenarse su traslado a esta Capital que se habilite un local mas apropiado al fin que se trata.

Sin existir tampoco cargo concreto, a juicio del que informa, sería conveniente designar otra persona para hacerse cargo de aquella estación telegráfica, pues el actual, señor del Rio, por amistad antigua personas no afectas al movimiento así como por su juventud, lo considero fácilmente maleable.

Para el desplazamiento de las fuerzas y desempeño del total cometido fueron necesarios requisare a la empresa de transporte, por carencia de coches particulares, ómnibus y coches ligeros por un total de pesetas 212 y cuya cantidad le deberá ser indemnizada a su propietario, DON PEDRO AVILA MENDEZ.

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No puedo terminar este Informe sin hacer resaltar las facilidades que por parte de las nuevas Autoridades se me dieron para el mejor desempeño de mi comisión y de una manera muy especialísima la eficaz intervención de las fuerzas expedicionarias así como de las del Puesto de la Guardia Civil, que no regatearon esfuerzo ni entusiasmo en contribuir a esta gran cruzada de la reconquista de ESPAÑA.= Santa Cruz de Tenerife, 15 de Agosto de 1,936.) El Teniente.= Esteban Saavedra.= Rubricado.=

Es Copia

EL COMANDANTE JEFE DE E.M.

 

[Sello ovalado, en tinta, con la leyenda COMANDANCIA MILITAR DE LA ISLAS CANARIAS E.M., que lleva en su interior el escudo republicano español].

 

Cfr.: A-TMTQ 5746-188-12.- Causa nº 161 de 1936.- Folios 7, 8 y 9.

 

JOSÉ GARCÍA MARTÍN DETENIDO EN LA LAGUNA


M.8,739,350

 

COMANDANCIA MILITAR DE LA LAGUNA JUZGADO DE INSTRUCCION

 

Nº 3706                                  Leg Nº  151 – 17

MES DE AGOSTO DE 1.936

 

C A U S A   199

 

Instruida contra el vecino de La Laguna José García Martin, a quien le encontraron, bajo las tejas de su domicilio, hojas clandestinas.

 

 

Empezaron las actuaciones en 22 de Agosto de 1.936.

 

Ingresó en Prisión en  22 del mismo mes

Defensor: Teniente de Infª D. Esteban Saavedra Togores.

 

JUEZ INSTRUCTOR

EL SECRETARIO

Alferez de Infantería del Regimiento Simancas, agregado a la Comandancia Militar, Don Ramón Padilla Trujillo.

El Artillero de la Batería de Montaña, Grupo Mixto num. 2 D. Andrés de Lorenzo Cáceres Torres.

Otro

Otro
Pablo Hurtado Izquierdo. Otro

D. José Pérez Rivero

Cte. de Infantería D, Aurelio Matos

Otro José González Rojas.

 

Cfr. ATMTQ 3706-151-17.- Causa 199 de 1936.- Cubierta.

QUEDA USTED DESTITUIDO Y DETENIDO


Por su parte, el comandante Alfonso Moreno Ureña, también contribuyó al relato de los hechos acaecidos el 18 de julio de 1936, en los cuales su protagonismo fue decisivo.

Asimismo, dicho relato fue publicado en el periódico vespertino tinerfeño La Tarde, en enero de 1937, y sería recopilado y vuelto a publicar en el mencionado libro de Víctor Zurita.

Este relato de los hechos protagonizados por el propio Comandante Alfonso Moreno Ureña, fue emitido por los micrófonos de Radio Club Tenerife.

Víctor Zurita Soler lo recopiló y publicó en su periódico vespertino LA TARDE, y más tarde lo volvió a publicar en las páginas 57 a 64, dentro del capítulo 9 del citado libro.

La plaza tomada militarmente

(Relato del comandante, señor Moreno Ureña)

Era el 17 de Julio: Ya el general había marchado a Las Palmas; oficialmente se decía que para asistir al entierro del general [Amado] Balmes [Alonso], muerto por accidente al examinar una pistola; pero esto no era todo, era solamente una parte bien pequeña de la verdad; la verdadera razón de este viaje, aunque desconocida, era por todos presentida: en ataques al Ejército, en injurias, en injusticias, en provocaciones, se había llegado a lo inaudito, a lo inaguantable sin pérdida absoluta de la dignidad, a la saturación; el viaje del general era que España se ponía en marcha en busca de ella misma, de sus gloriosos destinos. Con él fueron escoltándolo, en representación de la guarnición, cuatro oficiales de confianza, cuatro patriotas, cuatro españoles, los capitanes don Francisco Espejo [Aguilera] y don José Gil de León [Entrambasaguas] y los tenientes don Manuel Logendio Clavijo y don Álvaro Martín Bencomo, muerto después este, gloriosamente por la Patria, a las puertas de Madrid al frente de una Sección del Tercio, y aquí quedamos un grupo de oficiales dispuestos a todo, incluso al sacrificio, para ayudar a que España sea como reza el credo fascista, una, grande y libre.

El día va cayendo lentamente, plácidamente, pero hay algo impalpable, indefinible que presagia próxima tempestad.

A las 22, llamados por el oficial de guardia, volvemos a reunimos en el Cuartel los oficiales de servicio; hay orden de dormir en el Cuartel, pero nadie sabe el motivo; alguien apunta a que se teme asalten la Comandancia Militar y nadie lo cree; porque es claro que para asaltar una residencia, si esa residencia se halla defendida por el Ejército, se precisa de personas dispuestas a sacrificarse por un ideal y no de asesinos, pistoleros, enchufistas y estómagos insaciables que es lo que abunda en el Frente Popular.

Consciente de mi facilidad para dominar el sueño, y deseoso de mantener estos dignísimos oficiales plenos de facultades, para que puedan derrocharlas cuando sea llegado el momento, ordeno se retiren todos a descansar y quédome, únicamente, con el oficial de guardia alférez don Julio Isidro González, pero vigilante, bien despierto.

Duermen esta noche en el Cuartel los capitanes don Camilo Tocino [Tolosa], don Servando Accame [Amaya] y don Pablo Erenas [Martín], los tenientes don Pedro Cabrera, don Juan Barrena y don Manuel Carmona [Navarro] y el entonces alférez don Juan Roncero. Próximamente a las 22’30 horas, el capitán don Pablo Erenas [Martín], recibió orden de salir con su compañía, la 3ª del 1º, para reforzar la guardia dela Comandancia Militar.

Todos ellos, antes de retirarse a descansar, me ruegan inútilmente les permita quedarse acompañándome y al no conseguirlo se contentan con mi formal promesa de despertarlos a la primera señal de alarma. Nos despedimos, pues, y quedo solo con mis pensamientos, paseando por el patio.

¡¡18 de julio!!

Salvo el ruido acompasado del paso de relevos y patrullas, nada perturba el silencio de esta histórica madrugada. Nada tan propicio a hacer volar la imaginación como el insomnio, la soledad y el silencio si, como en este caso, sobre comparecer juntos en esta inolvidable madrugada, traen de la mano grandes preocupaciones. Las imágenes se suceden con vertiginosa rapidez, y en su alocada carrera, hacen que los minutos parezcan siglos y las horas eternidades.

¿Cuántos cientos de veces habré medido el patio en uno y otro sentido? Pero yo tengo una orden que cumplir, he de comprobar de tiempo en tiempo que no carecemos de comunicación telefónica y disponer la ocupación de las Centrales telefónicas e interurbanas en caso de que nos fallen; y esta orden es mi tabla de salvación, pues al situarme en la realidad del momento, detiene automáticamente la alocada carrera de mi pensamiento.

Suenan lentas, acompasadas las cuatro en distintos relojes y pocos segundos después llegan con el teniente [Esteban] Saavedra [Togores], enviado por nuestro coronel que ha pasado la noche en la Comandancia Militar, noticias y órdenes emocionantes. España, guiada por Franco, se ha puesto en marcha, y como éste es el caudillo insigne, indiscutible e indiscutido, ya que jamás sufrió un revés, saberle a él al frente del movimiento salvador, es tener la certeza absoluta de que, por numerosos e importantes que sean los obstáculos a vencer, llegará infaliblemente el amanecer de la victoria; pues su férrea mano, conduciendo al dictado de su clara inteligencia a nuestra idolatrada Patria, la llevará, sin posible desviación, por la recta que desemboca en la ansiada aurora del orden, del trabajo, del amor, de la prosperidad y de la grandeza.

Subo a los dormitorios de oficiales; despierto a los capitanes y al comunicarles la buena nueva, juntamente con la orden que pronto expondré, escapa de sus pechos espontáneamente esta hermosa frase “¡Gracias a Dios!” Y sus brazos me estrechan al tiempo que en sus labios florece un “¡Viva España!”, mi comandante; al que yo, emocionado, contesté “¡Viva una y mil veces!”, mis queridos amigos; por Ella todo, hasta el sacrificio. Entre tanto, [Esteban] Saavedra [Togores] ha hecho igual comunicación a los oficiales, e instantes después truécase la quietud en febril actividad.

Parten emisarios a las casas de jefes, oficiales y suboficiales; otros son llamados por teléfono; la orden es “todo el mundo al Cuartel”. Al ganado se le da un último pienso mientras se embasta, y en tanto se alistan y preparan las armas y municiones de todas clases, se sirve un buen desayuno. Todo el mundo obedece con voluntad, nadie duda ni titubea; ello, no obstante, mi observación es atenta y vigilante como corresponde a la trascendencia del momento, a la importancia de lo que está sobre el tapete.

Terminado el desayuno comienzan a formar las fuerzas que la Comandancia Militarha dispuesto salgan para desembocar en la plaza de la Constitución simultáneamente por las calles de Cruz Verde, Candelaria y Avenida Marítima, en el mismo instante que otras fuerza procedentes de otros puntos lo harán por la del Castillo, San Francisco, etc. A las 5, ya bien de día, descansan sobre las armas en su puesto de formación, las escasas fuerzas que esperan el momento de salir, y mientras el capitán don [Servando] Accame [Amaya], que por ser cajero y no tener reglamentariamente mando de tropas fuera del Cuartel, me ruega con insistencia que le honra le permita acompañarme “aunque sea de secretario”- tal es su pintoresca frase – van llegando todos los oficiales y suboficiales. De jefes soy el único: el coronel, como queda dicho, en su calidad de Comandante Militar, ha pasado la noche en la Comandancia Militar, y aún está allí; el comandante don Rómulo Rodríguez Baster, está en la Orotava desempeñando el doble cargo de Comandante Militar de aquella Villa y jefe del 2º Batallón; y ni el teniente coronel, don Arturo Rodríguez Ortiz, ni el comandante del primer batallón don Rafael Vitoria, han llegado aún.

El capitán [Servando] Accame [Amaya], cual pobre porfiado se sale con la suya. He accedido a que me acompañe con carácter de ayudante, y mientras contentísimo me expresa su agradecimiento, informo a él y al capitán [Camilo] Tocino [Tolosa], que está al frente de sus ametralladoras, de la orden que acabo de recibir. Dicha orden dice así: “Si a las cinco y cuarto en punto no ha llegado el comandante don Rafael Vitoria, saldrá usted con esas fuerzas y tomando el mando de las que concurrirán en la Plaza de la Constitución, ocupará usted el Gobierno civil e incluso atacándolo si se ofreciere resistencia, destituirá y detendrá al gobernador y secretario, permitiendo al primero libertad de movimiento en su casa, incluso usar del teléfono siempre que todas estas conferencias sean intervenidas.”

Las cinco y cinco. Mi reloj, que desde hace cinco minutos no dejo de la mano, parece marchar con una lentitud inaguantable. Llega ahora el teniente coronel [Arturo Rodríguez Ortiz]. Le recibo con arreglo a las ordenanzas, le doy cuenta de lo que tengo orden de hacer y después de hablarnos escasamente un minuto, se va a la sala de Banderas.

Allí está ya el capitán Prats y allí están a medida que vamos llegando los capitanes [Juan] Pallero [Sánchez], [José] Jordá y [Lorenzo] Machado [Méndez]. Las 5,14. Ya, gracias a Dios, llegó el fin de la interminable espera. Comunico al teniente coronel [Arturo Rodríguez Ortiz] que salgo y a lo que salgo. Encomiendo el cuidado y la defensa del cuartel al capitán [José] Jordá, por ser el más antiguo, y doy al capitán [Camilo] Tocino [Tolosa] la orden de partir.

Son exactamente las 5 y 15 minutos. Es completamente de día. Los escasos madrugadores que hallamos nos dirigen miradas de extrañeza, seguramente, porque no ven lo acostumbrado. No es una fuerza que desfila, es una fuerza que avanza desplegada, atenta a cuanto le rodea y dispuesta a repeler cualquier agresión y a atacar para vencer cualquier resistencia. Unos cuantos pasos a vanguardia de la primera línea marchamos [Servando] Accame [Amaya] y yo; poco después se nos agregan un sargento y un cabo en calidad de voluntarios, La marcha es lo indispensablemente lenta para poder controlar la aproximación de todas las fuerzas mencionadas, y su simultánea presentación en la Plaza de la Constitución, en la forma ya indicada.

Sin novedad alguna hemos llegado y ocupado militarmente la plaza, y mientras se colocan las ametralladoras y el cañón en los emplazamientos que señalo, hago un rápido reconocimiento de las fachadas del Gobierno Civil y sus alrededores. Salvo lo que pueda contener el edificio, son escasas las fuerzas que lo custodian o piensan defenderlo. En el zaguán y a la derecha de la puerta sobre la acera, dando frente a la plaza, se ve, descansando sobre las armas, como un pelotón de guardias de Asalto. A su frente se halla el teniente [Esteban] Companys; a la izquierda y simétrico con este último grupo, otro menos numeroso de guardias civiles. Todos están armados de mosquetones.

Dedico toda mi atención a los guardias de asalto, por habérseme advertido oficialmente que no opondrá resistencia la Guardia Civil; y al no observar movimiento alguno de dichas fuerzas doy mis últimas instrucciones al capitán [Camilo] Tocino [Tolosa], relativas al asalto y toma del edificio, y seguido sólo de [Servando] Accame [Amaya] y del sargento y cabo voluntarios, me dirijo pistola en mano a la puerta del Gobierno Civil. A cuatro o cinco pasos de ella, el teniente [Esteban] Companys, que previamente ha puesto firme a sus fuerzas, sale a mi encuentro, y a mi pregunta de con quién está, si con nosotros o con esa gentuza del Gobierno, contesta con energía: «con usted, mi comandante». A mi nueva pregunta de “¿y sus fuerzas?”, recibo nuevo saludo y la misma contestación, «con usted, mi comandante». Ante tan categóricas como inesperadas contestaciones en tan dramático momento, se ensancharon nuestros corazones y penetramos en el gobierno civil, sólo los cuatro mencionados, sin recibir, como era de esperar, el saludo, ya que no el ofrecimiento de resistencia, del otro grupo de fuerza, pero sí el saludo y felicitaciones de varias personas que se hallaban en el patio, entre las que recuerdo al inspector de Policía, don Francisco Morales [Fresnes]

Después, nadie hasta llegar al despacho. En éste se encontraban: a la izquierda de la puerta, entrando por la de frente al balcón, el teniente coronel de la Guardia Civil[Isidro Cáceres Ponce de León] solo y muy próximo a esta puerta y a la pared; a la derecha, algo separados de la puerta y hacia el centro de la habitación, un grupo de unas nueve personas entre las que vi al gobernador, su secretario, el inspector jefe de Policía, éste con las dos manos en los bolsillos de la americana, y al infortunado teniente don Alfonso González Campos, era éste el más próximo a la puerta, y su gesto alegre y risueño a que me tenía acostumbrado, era para mi, en aquel momento, algo totalmente desconocido, tanto que me preocupó desde el instante de verle. Hice una inclinación de cabeza al teniente coronel, y, rápidamente, sin pronunciar palabra, presté mi atención al grupo de la derecha. ¿El señor gobernador? inquirí: «Servidor de usted», contestó el aludido. «De orden del Comandante Militar, queda usted destituido y detenido, con libertad de andar por su casa y hablar incluso por teléfono, siempre y cuando las conferencias sean intervenidas». Díjome que, como podía ver, había hecho todo lo posible para evitar derramamiento de sangre, y después de contestarle yo que era lo menos que podía hacer, di cuenta telefónicamente al Comandante Militar de que su orden había sido cumplida. Me ordenó que dejase en el Gobierno una guardia de un oficial y 25 hombres; dispusiera se diera lectura por el capitán Félix Díaz [Díaz] al bando declarando el estado de guerra y regresara al cuartel con el resto dela fuerza. Así lo hice y antes de las dos horas siguientes comenzaron a presentarse en el cuartel, para ser alistados por el tiempo que duren las actuales circunstancias, muchachos jóvenes, pequeños en edad, si, algunos menores de 16 años, pero grandes, verdaderos gigantes de corazón y patriotismo, a los que Santa Cruz debe hoy cuanto es y cuanto tiene.

Yo les he visto prestando servicio continuo durante varios días, sin descanso y sin posible relevo, pero alegres y contentos de poder ofrecer a la Patria esas fatigas, esos sacrificios. Voluntarios siempre para todo riesgo, para todo peligro, como lo demostraron aquella misma tarde, primero, al tomar por asalto, en honrosa porfía, los dos camiones que había en el patio del cuartel, cuando apenas se había apuntado la necesidad de enviarlos con fuerzas a sofocar la sublevación de los Guardias de Asalto; y, después, con su heroica actuación, aplastando este movimiento, sin haber tenido tiempo siquiera de recibir la primera lección de cargar y encarar el arma. Allí, a uno de ellos, a Santiago Cuadrado Suárez, cúpole la fortuna de escribir con su generosa sangre la primera página de la historia de esta asombrosa reconquista. Yo os admiro, ejemplares jóvenes patriotas, y al despedirme de vosotros para aportar mi granito de arena a esta magna obra, quiero haceros la justicia de proclamar muy alto, que sin vosotros, sin vuestro caballeresco y patriota gesto, otra muy distinta y muy lamentable habría sido la suerte de esta capital. Ella os es, pues, deudora de cuanto es y tiene, y algún día os hará la justicia de reconocerlo así, y en tanto ese día llega, gritad conmigo: ¡Viva nuestro insigne caudillo! ¡Viva el Ejército de salvación! ¡Viva España! ¡Arriba España!

NOTIFICACIÓN DE SENTENCIA EN CAUSA 139 DE 1936



44     M.8.737,899

 

NOTIFICACION

En Santa Cruz de Tenerife a veinticinco de Agosto de mil novecientos treinta y seis; siendo las doce horas el Señor Juez, ante mi el Secretario, a teniendo a su presencia a los procesados PEDRO OLIVA GUTIERREZ y VICENTE ACUÑA GARCIA, asistidos de su defensor, les notificó por lectura íntegra la sentencia que antecede, haciéndoles saber al mismo tiempo que no era firme hasta que recibiese la aprobación de la de la Autoridad Militar previo dictamen del Ilmo. Sr. Auditor y que podían exponer lo que a su derecho convenga respecto a la aludida sentencia en el plazo de tres días, y en prueba de conformidad la firman con S.S. de lo que doy fe.

Siguen las firmas rubricadas del Juez Instructor Alférez de Infantería  JUAN MARTINEZ CRUZ, de los reos PEDRO OLIVA GUTIERREZ y VICENTE ACUÑA GARCIA, su defensor Teniente de Infantería ESTEBAN SAAVEDRA TOGORES, y la del Sargento RAFAEL DEL RIO CALVELO, Secretario fedatario.

Cfr.: Causa 139 de 1936 [3687-150-33] – Folio 44.