LAS BANDERAS DE NELSON Y EL CURA ENCARGADO DE LA CONCEPCIÓN


 

Excmo. Ayuntamiento.

Sesión del día 27 de Mayo de 1936

Testimonio.

«Se dio lectura a un escrito que suscribe el Cura encargado de la Iglesia de la Concepción, en el que expresa, con respecto a la orden que se le ha dado para que haga entrega de las banderas cogidas al Almirante Nelson, que no tiene inconveniente en efectuar la misma, por cuanto acata la autoridad constituida y las resoluciones que de la misma emane pero como quiera que juzga que esos atributos no pertenecen a la Iglesia, sino al Estado, de acuerdo con lo que previene la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, en concordancia con los artículos 26 y 27 de la Constitución, ha de hacer observar que para los efectos debidos la entrega debe efectuarse con todas las formalidades y garantías necesarias, por lo que ruega que la misma se haga por medio de acta notarial, en que, se haga constar las observaciones pertinentes, máxime cuando públicamente se ha hablado del deterioro que se hace a esas banderas, por corta de trozos para la venta.

El Sr. [Francisco] González F. Trujillo hace uso de la  palabra y dice que es de lamentar, sin que ello lo digo con animo de censurar a nadie, que se haya participado a ese Cura Encargado de la Concepción, no solo el acuerdo recaído de reclamar las banderas aludidas, sino que además se le ha pasado copia literal del testimonio correspondiente, causa por la que dicho señor ha contestado en forma que destila hielo.

Seguidamente comenta el mencionado escrito, extrañándose de que en el comienzo del mismo se diga que se acata a la autoridad y párrafos mas abajo se diga que si hace la entrega es por la forma conminatoria en que se le pide, lo que da a entender que no hace la entrega acatando a la autoridad, sino por la forma en que esta le reclama los trofeos, y para salvaguardarse de no sabe que supuestas responsabilidades pide la designación de un Notario.

Propone que se designen 4 señores Concejales, pues no cree que hagan falta más formalidades, que se hagan cargo de las banderas, y los cuales deben tener buen cuidado que en el acta de entrega no aparezca como que las mismas son entregadas por merced de un acto de violencia.

Lamenta que su ofrecimiento personal para ir a buscar dichas banderas, hecho en la sesión anterior, se haya tomado como que él se ofrecía a hacerlo violentamente, y por eso espera que a esos cuatro concejales de la Comisión no se les vaya a tomar como los 4 jinetes de la Apocalipsis, sino de personas que correctamente van a hacerse cargo de objetos de la pertenencia municipal.

En cuanto a la intervención notarial estima, que si el Cura la cree indispensable, debe él sufragar los gastos que tal ocasione.

El Sr. [Francisco] Palacios [Gutiérrez]  cree que así como el Cura pone condiciones para la entrega, se debe aceptar de la misma manera en que fueron entregadas en el momento en que ellos mandaban en España.

El Sr. [Gregorio] Cubas [Arbelo] {Izquierda Republicana}  estima que el Notario debe ser pagado por el Cura, si lo desea.

Propone que en vez de una Comisión sean todos los Concejales los que vayan a hacerse cargo de esos trofeos.

El Sr. [Francisco] Palacios [Gutiérrez]  dice que a ese acto debe dársele solemnidad, debiendo concurrir la Banda Municipal, Guardia Municipal y la Corporación.

El Sr. [Pedro] García Cabrera  considera que se debe nombrar una Comisión, a la que acompañaría el Sr. Secretario, siendo con ello bastante para hacerse cargo de estos objetos. En cuanto a la asistencia del Notario no le parece mal que vaya a la Iglesia, para que dé fe de las reuniones fascistas que en la misma se celebran, alentadas por quien quiso suplantar a la autoridad civil.

El Sr. [Cándido] Reverón [González] manifiesta que por los términos expresados parece que se trata de la preparación de una guerra; siendo así que no hay tal cosa, cuando se haya  dispuesto el Cura aludido a hacer la entrega. En cuanto al acta notarial no le parece mal que la exija dicho señor, porque ella servirá de garantía al mismo para justificar las causas por las que las entregó.

Sigue diciendo que como la ley determina que esos objetos son de la propiedad del Estado, antes de proceder se debería informar por el Sr. Secretario, acerca de si el Ayuntamiento con este acto incurre en responsabilidad.

El Sr. [Francisco] González [F.] Trujillo dice que el espíritu de la Constitución como el de los que la confeccionaron solo se refiere a las joyas, para evitar que fueran exportadas al extranjero; pero no cree que aquellos pensasen en que en una Iglesia pudieran haber banderas y trofeos de guerra. En cuanto al temor de adquirir responsabilidad expuesto por el Sr. [Cándido] Reverón González, debe desecharlo, pues mal irá a perseguir la república a auténticos republicanos, por acto como el que van a realizar.

El Sr. Alcalde [José Carlos Schwartz Hernández] considera que el procedimiento para hacerse cargo de esas enseñas es el de nombrar «la Comisión pedida la que estaría ayudada por el Sr. Secretario de la Corporación y por el Di­rector del Museo. En cuanto a la designación de Notario, debe dejarse a la iniciativa del Sr. Cura, y por lo tanto si asiste al acto debe ser por cuenta de aquel.

El infrascrito hace constar que no puede dar fe, por razón de su cargo, en actos fuera del Ayuntamiento, y que no se relacionen con documentos municipales; y hecha la advertencia expuso que en calidad de acompañante no tenía inconveniente en asistir con la Comisión, al acto de referencia.

Y en cuanto a las formalidades con que quiera revestir dicho señor Cura el acto, estima que no se le pueden evitar.

Se procede al nombramiento de la Comisión, designándose por la minoría socialista, al Sr. [Nicolás] Mingorance [Pérez], por la Comunista, al Sr. Macías [Fuerte] y por Izquierda Republicana, al Sr. González y F. Trujillo.

En Sr. [Cándido] Reverón [González] en nombre de Unión republicana dice que ésta no designa representante hasta tanto que se  informe por el Letrado de la Corporación si es legal o no el acto que se va a efectuar.

El Sr. [Francisco] González y F. Trujillo, dice que el acuerdo de incautación o petición de esas banderas fue adoptado por unanimidad, y que por consiguiente si existe responsabilidad, será para todo el Ayuntamiento.

El Sr. [José] González Cabrera estima que la inhibición de la minoría de Unión Republicana, viene a equivaler casi tanto como un voto de censura a los demás partidos, al considerar que el acto que se proyecta es ilegal e injusto.

El Sr. [Cándido] Reverón [González] {Unión Republicana}  manifiesta que ellos tienen el criterio que las banderas deben estar en el Museo, y acata todos los acuerdos adoptados en relación a este asunto; pero que el temor que, siente ellos es el de que hoy día esos objetos no son de pertenencia de la Iglesia y no del Estado, y que a lo mejor éste exige responsabilidades.

El Sr. [José] González Cabrera advierte que su posición no lo adopta como demagogo, pero considera que el Estado no les podrá exigir responsabilidades, ya que nada de particular se va a hacer con esos objetos, como no sea conservarlos en el Museo, en donde estarán bien.

Cree que lo más que podrá ocurrir es que el Estado reclame esos trofeos, por ser de carácter nacional, en cuyo caso todo consistiría, en hacerle entrega al mismo de esas banderas.

Termina diciendo que todas las minorías deben marchar de acuerdo en este asunto.

El Sr. González F. Trujillo estima que ya es hora de que se produzcan con franqueza, y cita como que en la reunión previa de señores Concejales todas las minorías estuvieron conforme en ese asunto, incluso Unión Republicana que dio su asenso por boca del  Sr. Alonso.

El Sr. [Cándido] Reverón [González] {Unión Republicana}  manifiesta que aun en ese caso no están dispuestos a ir contra la legalidad, puesto que ello equivaldría hacerse cargo de unos objetos de la pertenencia del Estado.

El Sr. [Manuel] Guadalupe cree que no se debe perder una hora en un debate como este, por haber asuntos más importantes que resolver.

El Sr. [Luis] Álvarez Ñañez {socialista} dice que la minoría socialista acepta toda la responsabilidad del acto que se va a efectuar.

El Sr. Secretario advierte que los objetos son dos banderas inglesas y dos españolas, y tres lanzas.

El Sr. [Francisco] Palacios {socialista} insiste en que a este acto se le debe dar realce por lo que estima que al mismo debe asistir la Banda Municipal, la Guardia Municipal, la Corporación y el pueblo, porque fue a éste a quien le costó la sangre al adueñarse de esas banderas.

El Sr. [Gregorio] Cubas [Arbelo] {Izquierda Republicana} se adhiere a esas manifestaciones.

El Sr. [Cándido] Reverón [González] {Unión Republicana} por último accede a designar representante por Unión Republicana, dando el nombre del Sr. [Juan] Alonso [de Armas] {Unión Republicana}.

Por ultimo S.E. acordó designar la Comisión compuesta por los Sres. Macías [Fuerte], [Nicolás] Mingorance [Pérez], [Francisco] González y F. Trujillo y [Juan] Alonso [de Armas], asistida de los señores Secretario y Director del Museo, la que se hará cargo de los objetos de referencia el Sábado, próximo, día 30 del actual, a las 4 de la tarde, a cuyo efecto se notificará al Cura de la Iglesia de la Concepción; y participar a éste que, caso de desear la presencia de un Notario, debe ser requerido por él y satisfacer por su cuenta los gastos que éste ocasione. Dicha Comisión actuará con los miembros que concurran.

El Secretario,

 

Sec.4ª. I. Pública.

Cúmplase.

El Alcalde,

TRASLADAR LAS BANDERAS DE NELSON


 Excmo. Ayuntamiento.

Sesión del día 14 de Mayo de 1936

Testimonio.

 

Se dio cuenta de un escrito de la Junta Insular de Turismo en el que se comunica que aquel Órgano acordó solicitar del Ayuntamiento, a propuesta del Vocal Sr. Martín Albertos, que estudie la posibilidad de trasladar las banderas de Nelson que actualmente se hallan en la Iglesia de la Concepción al Museo Municipal o a otro lugar adecuado para su mejor conservación.

El Sr. [José María] Martín Díaz en nombre de Izquierda Republicana estima que se debe hacer dicho traslado, para lo cual propone que se designe una comisión de Señores Concejales de la que forme parte el Inspector del Museo.

El Sr. [Nicolás] Mingorance [Pérez] {socialista} dice que se había puesto al habla con el Secretario de la Corporación indicándosele que en Julio de 1933, se adoptó un acuerdo solicitando la entrega de dichas banderas y de unas lanzas; pero que quiso ver el resultado de aquel acuerdo, siéndole imposible poderlo ver, por que en día de mañana se ocupará de ello.

Propone que se acuerde en firme la petición de esos trofeos, y dirigiéndose a los centros que corresponda, se nombre a una comisión de Concejales que se haga cargo de los mismos. Estima que si las gestiones que propone realizar no dieran resultado, se debe dirigir la Corporación a Madrid pidiendo se ordene la entrega, aprovechando que esas gestiones pudiera hacerlas el Sr. Alcalde que se encuentra en aquella Villa.: pues perteneciendo las banderas al pueblo, deben radicar en el Museo, máxime cuando se rumorea de que ya faltan algunos trozos a las mismas por causa que diría una que se comprobara el rumor.

El Sr. [Francisco] González y F. Trujillo apoya la idea de la incautación de las banderas, discrepando del Sr. [Nicolás] Mingorance [Pérez] {socialista}, puesto que entrar en posesión de las mismas es fácil, pues al igual que se arrebataron a Nelson se las quitarán al Cura de la Concepción, ofreciéndose para ello.

El Sr. [Óscar] Pestana [Nóbrega] {socialista} justifica el interés en guardar esas banderas en la Iglesia, pues constituyen una fuente de ingresos, por ser muchos los turistas que vienen a visitarlas, diciendo incluso que se cotizan a altos precios trozos de esas banderas.

Cree que se debe facultar a la Comisión que se designe para hacerse cargo de las mismas.

El Sr. [José] González Cabrera dice que ya se ocupó en otra ocasión el Ayuntamiento de su rescate, pero como la existencia de las mismas en la Iglesia da margen a grandes beneficios, por el clero se hizo presión en Madrid para que se opusieran a la entrega. Manifiesta que hay que tener mucho cuidado pues esos señores serán capaces de hacer que vayan al Museo Nacional antes que permitir que se queden en este Museo.

El Sr. [José María] Martín [Díaz] propone que se designe a la Comisión y que si no la entregan, entonces debe ir ésta por ellas sin preámbulos.

Por último S.E. a propuesta del Sr. [Francisco] Rodríguez Guanche acordó oficiar al párroco de la Iglesia referida para que entregue las banderas cogidas al Almirante Nelson, procediendo en consecuencia caso de que se niegue a ello.

El Secretario,

Sec. 4ª. I. Pública.

Cúmplase.

El Alcalde,

EL FRENTE POPULAR EN EL AYUNTAMIENTO DE SANTA CRUZ DE TENERIFE


Producido el triunfo del Frente Popular en las Elecciones Generales de febrero de 1936, TOMÁS SALGADO PÉREZ, gobernador civil de la efímera etapa del Gobierno de MANUELPORTELA VALLADARES, abandona Tenerife, siendo sustituido interinamente por JUAN SÁNCHEZ REAL, Presidente de la Audiencia Provincial, siguiendo el protocolo ordinario de sustitución de la primera autoridad civil de la provincia.

Asi consta en la portada del Boletín Oficial de la Provincia número 23 del viernes 23 de febrero de 1936, donde aparece publicada esta circular:

GOBIERNO CIVIL

de la Provincia

DE SANTA CRUZ DE TENERIFE

Con esta fecha, y por orden del Excmo. Señor Ministro de la Gobernación, me he encargado interinamente del mando de esta Provincia, cesando por lo tanto el Excmo. Sr. don Tomás Salgado Pérez, que venía desempeñándolo en propiedad.

Lo que hago público en este periódico oficial, para general conocimiento.

Santa Cruz de Tenerife, 19 de Febrero de 1936.

El Gobernador civil interino,

Juan Sánchez Real

Este encargo sería efímero, pues tres días después, el número siguiente, 24, del Boletín Oficial de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife, correspondiente al lunes 24 de febrero de 1936, publica en su portada este texto:

GOBIERNO CIVIL

de la Provincia

DE SANTA CRUZ DE TENERIFE

CIRCULAR

Con esta fecha, y por orden del Excmo. Señor Ministro de la Gobernación, me he encargado interinamente del Gobierno de la provincia, cesando por lo tanto el Iltrmo. Sr. Presidente de la Audiencia Provincial, don Juan Sánchez Real, que venía desempeñándolo con el mismo carácter.

Lo que hago público en este periódico oficial, para general conocimiento.

Santa Cruz de Tenerife, 21 de Febrero de 1936.

El Gobernador civil interino,

José Carlos Schwartz

El 12 de marzo de 1936 dimite el Alcalde FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA y el resto de los concejales del Partido Republicano Tinerfeño “interpretando el sentir manifestado desde ayer, en que se demuestra que no tenemos la confianza popular, por consecuencia de la elección última”).

Los dimitidos, junto con el Alcalde FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA, fueron:

1

Isauro Álvarez López

2

Eladio Arroyo Herrera

3

Rafael J. Calzadilla

4

Sebastián Castro Díaz

5

Jerónimo Fernaud Martín

6

José Izquierdo e Izquierdo

7

Alejandro Padrón Rodríguez

8

Esteban Pérez Barrera

9

Eulogio Reyes y Reyes

Estas renuncias serían aceptadas en la sesión plenaria siguiente, de fecha 18 de marzo de 1936.

Para cubrir las vacantes producidas en el Consistorio, el Gobernador civil interino, JOSÉ CARLOS SCHWARTZ HERNÁNDEZ, designa a estos diez concejales:

1

 Fernando Crespo Llorente

2

 Francisco González Fernández Trujillo

3

 Manuel Guadalupe Pérez

4

 Pedro Hernández Pérez

5

 Manuel Macías Sánchez

6

 Nicolás Mingorance Pérez

7

 Oscar Pestana Ramos

8

 Cándido Reverón González

9

 Francisco Rodríguez Guanche

10

 Fulgencio Santaella Tuells

Por otro lado el Gobernador civil interino, JOSÉ CARLOS SCHWARTZ HERNÁNDEZ, dispone que sean reintegrados a sus cargos de concejales, los socialistas PEDRO GARCÍA CABRERA y JOSÉ GONZÁLEZ CABRERA, que habían sido cesados por orden gubernativa en el año 1934.

JOSÉ CARLOS SCHWARTZ HERNÁNDEZ estuvo actuando como Gobernador civil interino, tres semanas, desde el 21 de febrero hasta el 13 de marzo de 1936, ambos inclusive.

El 14 de marzo de 1936 toma posesión de su cargo el nuevo Gobernador Civil MANUEL VÁZQUEZ MORO, apareciendo en la portada del número 33 del Boletín Oficial de la Provincia, la trascripción de su nombramiento, en la forma siguiente:

Presidencia del Consejo de Ministros

DECRETO

De acuerdo con el Consejo de Ministros,

Vengo en nombrar Gobernador civil de la

provincia de Santa Cruz de Tenerife a

don Manuel Vázquez Moro.

Dado en Madrid a cuatro de Marzo de mil

novecientos treinta y seis.

Niceto Alcalá-Zamora y

Torres

El Presidente del Consejo de Ministros

 

Manuel Azaña Díaz

(«Gaceta» 5-3-1936)

Tan pronto como toma posesión, MANUEL VÁZQUEZ MORO, nombra a estos concejales.

1

Juan Alonso de Armas

Unión Republicana

2

Santiago Albertos Hernández

Socialista

3

Gregorio Cubas Alberto

Izquierda Republicana

4

Isabel González González

Comunista

5

Pedro Hernández Pérez

Unión Republicana

6

José María Martín Díaz

Izquierda Republicana

7

Juan Martínez de la Peña

Unión Republicana

8

Francisco Palacios

Socialista

9

Cándido Reverón González

Unión Republicana

10

José Carlos Schwartz Hernández

Izquierda Republicana

Se produce así el hecho histórico de ver a una mujer como concejal de Santa Cruz de Tenerife.

Se trata de ISABEL GONZÁLEZ GONZÁLEZ, antigua fundadora de la Agrupación Socialista Femenina de Santa Cruz de Tenerife, devenida posteriormente en comunista, conocida pro su seudónimo periodístico de AZUCENA ROJA.

El Acta de constitución de la Agrupación Socialista Femenina de Santa Cruz de Tenerife, figura en este enlace de Internet

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2013/02/18/17-de-febrero-de-1920-constitucion-de-la-agrupacion-femenina-socialista/

Para conocer algo más de esta gran mujer, sugiero leer el libro escrito por JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZ ACEVEDO, Azucena Roja, Camino de Octubre.

En el nuevo Ayuntamiento figuran 8 concejales de Izquierda Republicana, 6 socialistas, 5 de Unión Republicana y 3 comunistas.

* * * * * * * * * * *

Incorporados todos los nombrados a sus cargos municipales, en la sesión plenaria del 18 de marzo de 1936, se registra la votación para elegir al Alcalde, obteniendo JOSÉ CARLOS SCHWARTZ HERNÁNDEZ (de Izquierda Republicana) 19 votos de 22 emitidos, pasando a ocupar la Alcaldía.

IMPONIENDO NOMBRES A LAS CALLES EN LA SEGUNDA REPÚBLICA


 

Ya hemos visto que en la sesión constitutiva del ayuntamiento republicano, de fecha 18 de abril de 1931, el concejal socialista PEDRO GARCÍA CABRERA había efectuado una propuesta para cambiar nombres de calles. Propuesta que no prosperó porque el Alcalde-Presidente expresó que en dicha sesión solo podían acordarse la elección de cargos y fijar el día y hora de sesiones, y que los demás asuntos correspondía tratarlos en la próxima sesión

Por ello, el tema quedó aplazado para ser debatido posteriormente.

No sería hasta el 13 de abril de 1931 cuando volvería a suscitarse la cuestión de los nombres de las calles.

En la página 133 del libro 13 CMP de Actas municipales de la Segunda República, comienza el texto manuscrito de la sesión celebrada por el Pleno Municipal Republicano, de fecha 13 de mayo de 1931.

Es un acta bastante larga y densa, cuyo contenido ocupa 8 folios casi completos, llegando hasta la página 158.

En las Casas Consistoriales de la Muy Leal, Noble, Invicta y Muy Benéfica Ciudad, Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, capital de la provincia de este nombre, a trece de Mayo de mil novecientos treinta y uno, se reunió el Excmo. Ayuntamiento en sesión pública ordinaria de segunda convocatoria, previamente citado con arreglo a las disposiciones vigentes, bajo de la Presidencia del Sr. Alcalde don Andrés Orozco y Batista, y con asistencia de los señores concejales que al margen se relacionan, para tratar los asuntos que constan en el orden del día, repartido en la convocatoria.

 

Los concejales consignados al margen eran éstos:

 

1 Rafael J.   Calzadilla Dugour
2 Santiago García   Cruz
3 Arturo López de   Vergara
4 Sebastián Cifra   Castro
5 Francisco García   Martín
6 Moisés Cova Hernández
7 Erasmo de Armas   Marrero
9 Eladio Arroyo   Herrera
10 Matías Molina   Hernández
11 Tomás de Armas   Quintero
12 Fernando Franquet   Solé
13 José Izquierdo e   Izquierdo
14 Esteban Pérez   Barrera
15 Pedro García   Cabrera
16 Sebastián Déniz   Hernández
17 Juan Ramírez Filpes
18 Pedro Ramírez   Vizcaya
19 Isauro Álvarez   López
20 Jerónimo Fernaud   Martín
21 Salvador Díaz   Ferreira
22 Domingo Cruz   Gil
23 José González   Cabrera

Abierta la sesión a las diez y ocho horas y cuarenta y cinco minutos, el infrascrito Secretario dio lectura al acta anterior que se aprobó por unanimidad y sin discusión.

En este momento el Sr. alcalde dio cuenta del fallecimiento del concejal electo don Ernesto Pestana Nóbrega, enalteciendo los relevantes méritos del finado, que muere en plena juventud, pero habiendo dado pruebas de su gran actividad y talento.- Su Excelencia acordó por unanimidad hacer constar en acta su sentimiento y que se comunique el pésame a sus familiares.

* * * * *

Dentro del acta de esta sesión de fecha 13 de mayo de 1931, que estamos escudriñando, al final de la página 154, continuando en la página siguiente 155, se puede leer:

Se dio lectura a una proposición que con carácter urgente suscriben los Sres. García Cabrera, González Cabrera y García Martín, para que en esta misma sesión se acuerde variar los nombres que ostentan algunas calles, dándoles otros que reflejen los sentimientos republicanos socialistas de estos momentos políticos.- La Corporación acordó declarar urgente el asunto.- El Sr. alcalde, enumeró las calles a que, a su juicio, debía cambiárseles el nombre.- el excmo. Ayuntamiento conforme con la propuesta de la Presidencia, acordó como sigue:

[1] Que la calle de Alfonso XIII, se denomine lo sucesivo del ”Capitán Galán”;

[2] La de Eduardo Cobián, del ”Capitán García Hernández”:

[3] La de la Reina María Cristina, de “Mariana Pineda”;

[4] La de, dícese, la alameda del Duque de Santa Elena, de “14 de abril”;

[5] La calle de San Francisco de Paula, de “Los Estudiantes”;

[6] La plaza de Isabel II, de “Patricio Estévanez”

[7] Y la Plaza de la Iglesia, de “1º de Mayo”

Esto fue acordado, el trece de Mayo de mil novecientos treinta y uno, por el Pleno del Excmo. Ayuntamiento en sesión pública ordinaria.

Hasta donde sabemos en este momento, las Ordenanzas Municipales aprobadas en marzo de 1926, refrendadas por el Gobierno Civil en febrero de 1927, estaban vigentes.

Y en estas Ordenanzas se había establecido:

Artículo 880.- Las calles y plazas del término municipal, llevarán un nombre que será el que el Excmo. Ayuntamiento acuerde. Una vez puesto no podrá cambiarse.

Es obvio que el Ayuntamiento hizo caso omiso de tal artículo de las Ordenanzas, ejerciendo a tope su facultad para rectificar un acuerdo mediante otro acuerdo, saltándose las Ordenanzas vigentes. Asimismo resulta llamativo que la Corporación acordó declarar urgente el asunto, habiendo tantas apremiantes necesidades económicas y sociales de los ciudadanos que atender, con exigente urgencia.

* * * * *

De todos modos, los siete nombres asignados a las siete vías afectadas, no perdurarían en el tiempo, salvo el de Patricio Estévanez, que se ha conservado de un modo muy peculiar.

Tras la sublevación militar denominada Alzamiento de julio de 1936, dichos nombres serían eliminados y reemplazados por los que escogieron, arbitrariamente, los sublevados ocupantes del poder por la fuerza de las armas.

Pero esta es otra historia que esperamos poder publicar más adelante.

* * * * *

Si puedo adelantar que la documentación consultada hasta ahora, evidencia que los conspicuos Alejandro Cioranescu y J.J. Arencibia han faltado a la verdad en sus pretendidos libros históricos, cuando han tratado acerca del nomenclátor callejero o viario de la Muy Leal, Noble, Invicta y Muy Benéfica Ciudad, Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife.

La autoridad y fiabilidad de ambos, en temas históricos, deja mucho que desear.

Sobre los atributos de la Ciudad, hoy en 2013, me permito opinar que ya no resulta tan benéfica. Y su Puerto da penita ver como ha sido agredido y vilipendiado por politicuchos y plumíferos, más que interesados en que se lleve a cabo el puerto de Granadilla.