CAUSA 33 DE 1936 POR REBELIÓN EN SAN LORENZO


JUZGADO EVENTUAL Nº 1

9508 – 303 – 7

PLAZA DE LAS PALMAS                                                          AÑO DE 1936

COMANDANCIA GENERAL  D E  CANARIAS

 

GOBIERNO MILITAR DE  LAS  PALMAS

 

C A U S A   Nº.  33

 

INSTRUIDA CONTRA JUAN SANTANA VEGA Y 22 MAS.

 

DELITO: Rebelion

 

Dieron comienzo las actuaciones el 25 de Octubre de 1.936

 

Ocurrieron los hechos el 18 de Julio de 1.936

 

 

JUEZ INSTRUCTOR

SECRETARIO

CAPITAN DE INFANTERIA

SOLDADO DE INFANTERIA

D. FORTUNATO LOPEZ CHAVES

JOSE DE LA FE BONILLA.

Otro

Otro

Comandante de Infanteria

Sargento de Artilleria

D Félix Ramón Betancort

D. Felix Ramon Betan

 

Cfr.: Archivo del Tribunal Militar Territorial 5.- 9508-303-7.- Causa 33 de 1936.- Cubierta.

* * * * * * * * * * *

Estos fueron los 22 encartados:

ANTONIO ALONSO CABRERA, ANTONIO RIVERO GONZALEZ, CARLOS MORTES RUFINO, DEMOFILO MEDEROS PEREZ, DOMINGO VALENCIA ARMAS, FELIX MONTESDEOCA PEREZ, FRANCISCO GONZALEZ SANTANA, FRANCISCO SANTANA VEGA, JOSE FIOL SANTANA, JUAN GARCIA GONZALEZ, JUAN OJEDA LANTIGUA, JUAN RAMIREZ GRAÑA, JUAN SANTANA VEGA, LUIS FALCON DENIZ, MANUEL HERNANDEZ TOLEDO, MANUEL HENRIQUEZ RUIZ, MATIAS LOPEZ MORALES, ROQUE MONTESDEOCA PEREZ, SALVADOR PEREZ NIEVES, SANTIAGO MEDINA TEJERA, SANTIAGO SANTANA LOPEZ y SEBASTIAN RIVERO SANTANA.

De estos 22 encartados, serían condenados a la pena de muerte y fusilados, estos cinco:

ANTONIO RAMIREZ GRAÑAS

FRANCISCO GONZÁLEZ SANTANA

JUAN SANTANA VEGA

MANUEL HERNÁNDEZ TOLEDO

MATÍAS LÓPEZ MORALES

 

Los cinco serían fusilados el 29 de febrero de 1937.

CARLOS MORTES RUFINO sería dado por desaparecido, sin que nadie de razón alguna de él, siendo declarado rebelde por estar en ignorado paradero.

DESIGNANDO DOS MÉDICOS MILITARES PARA PRACTICAR DOS AUTOPSIAS


[Oficio número 1440 con membrete de la JEFATURA LOCAL DE SANIDAD MILITAR DE LAS PALMAS GRAN CANARIA, encabezado por el emblema de Sanidad.]

 

9

Consecuente a su atento escrito-urgente- de hoy, tengo el honor de participar a V.S., que he designado al Capitan Médico DON FERNANDO LOPEZ TOMASETY y Teniente Médico de Complemento, DON FRANCISCO DE ARMAS MEDINA, para practicar la autopsia de los cadáveres de los individuos a que se refiere su citado escrito.

Dios guarde a V. S. muchos años.

Las Palmas 18 de Dcmbre de 1.936.

[Firma rubricada]

[Al pie]

Sr- Comandante Juez Permanente del Juzgado Núm. 1.

 

Cfr.: ATMTQ 13171-426-1. Causa 153 de 1937. Folio 9.

 

INFORME DE AUTOPSIA DE LOS CADÁVERES DEL PASEO DE CHIL


10

M.8,908,796

Diligencia de autopsia.

En Las Palmas a diez y nueve de noviembre de mil novecientos treinta y seis.- El señor Juez acompañado de mi el Secretario y de los Médicos Militares Capitán Don Fernando López Tomasety y Teniente de Complemento Don Francisco de Armas Medina designados al efecto se trasladaron al Depósito de cadáveres del Cementerio de esta Ciudad y dispuso se procediese a la autopsia de los cadáveres que allí que allí estaban y que certifico eran los de los paisanos Miguel Cabrera Ramírez y Manuel Suarez Martin lo cual practicaron duchos facultativos habiendo durado la operación una hora y diez minutos.

Y para la debida constancia extiende yo el Secretario la presente diligencia que firma el Señor Juez y los facultativos indicados de todo lo cual certifico.

[Firmas rubricadas de los actuantes presentes; FERNANDO LÓPEZ TOMASETY, CRISTÓBAL GARCÍA UZURIAGA, FRANCISCO DE ARMAS MEDINA y JUAN CASTRO CASTRO]

 

Informe facultativo

En Las Palmas a diez y nueve de Diciembre de mil novecientos treinta y seis, ante S. S. y presente Secretario comparecieron los Oficiales Médicos que hicieron la autopsia y juramentados en forma legal dijeron llamarse Don Fernando López Tomasety mayor de edad, casado natural de Chiclana (Cádiz) con destino en el Hospital Militar de la Plaza y Don Francisco de Armas Medina con destino en el Regimiento de Infantería Canarias número treinta y nueve, casado, natural de Agaete y que no le comprende las demás generales de la Ley.

Interrogados, acerca del resultado de la autopsia practicada y de común acuerdo dijeron:

Que el del llamado Manuel Suarez Martin, presenta al ser examinada la cabeza una herida por arma de fuego en la región lateral derecha del cuello y parte alta, con orificio de salida en el lado izquierdo de dicha región, cuyo trayecto interesa al paquete vascular lado derecho del cuello y parte alta, con orificio de salida  con fractura en columna, dice cuerpo vertebral, lesión con fractura en columna, dice cuerpo vertebral, lesión considerada mortal de necesidad. Abierta las demás cavidades no se encuentra nada anormal. El del otro cadáver o sea el del llamado Miguel Cabrera Ramírez, presenta también en la cabeza dos heridas por arma de fuego, una con orificio de entrada por la región occipital, sin orificio de salida fractura de parietales y base de cráneo al nivel de la silla turca, mortales de necesidad. Abiertas las demás cavidades no se encuentra nada anormal.

Terminada la diligencia y leída que fue la encuentran conforme ambos peritos y la firman con su Señoría y Secretario que certifica,

[Firmas rubricadas de los actuantes presentes; FERNANDO LÓPEZ TOMASETY, CRISTÓBAL GARCÍA UZURIAGA, FRANCISCO DE ARMAS MEDINA y JUAN CASTRO CASTRO]

 

Cfr.: ATMTQ 13171-426-1. Causa 153 de 1937. Folio 10.

 

SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO DE LA CAUSA 153 DE 1937


M.8,963,932

40

A U T O .- En Santa Cruz de Tenerife  a veinte de Abril de mil novecientos treinta y siete.

RESULTANDO.- Que instruidas las presentes diligencias previas nº 379 de 1.936, en averiguación de las causas que motivaron la muerte de MANUEL SUAREZ MARTIN y MIGUEL CABRERA RAMIREZ, hecha la comprobación de los hechos, se deduce que al ser conducidos como detenidos por unos miembros de Falange Española, los individuos mencionados, extremistas peligrosos, se dieron a la fuga, por cuyo motivo loa encargados de su custodia le dieron el alto, viéndose precisados a disparar al no obedecer sus órdenes, causándoles la muerte.

RESULTANDO.- Que pasadas las actuaciones al Sr. Fiscal Jurídico Militar para informe, este lo emite en el sentido de ser procedente la terminación de las diligencias sin declaración de responsabilidad.

CONSIDERANDO.- Que dada la naturaleza de los hechos perseguidos, es procedente darle el carácter de causa, que quedará registrada con el número  153  a las diligencias previas nº 379 de 1.936

CONSIDERANDO.- Que el articulo 536 en su ntmero E, preceptúa que procede el sobreseimiento definitivo cuando los hechos no constituye delito.

Acuerdo.- La elevación de este procedimiento previo a C A U S A  que quedará registrada con el N 153                 y el sobreseimiento definitivo de la misma. Remítanse las actuaciones la Excmo. Sr. Comandante General de Canarias, a los fines del Decreto de 13 de Septiembre de 1.935 y devuelta que sea por dicha Autoridad, se proveerá por esta Auditoria lo pertinente en orden a ejecución.

EL AUDITOR

P.I.

Pedro Doblado

[Firma rubricada de PEDRO DOBLADO SÁIZ]

 

Cfr.: ATMTQ 13171-426-1.- Causa 153 de 1937. Folio 40.

 

 

COMPARECENCIA DE ANTONIO WIOT HERNÁNDEZ


Comparecencia de Don Antonio Wiot Hernández.

En Las Palmas a diez y ocho de diciembre de mil novecientos treinta y seis, compareció el Sr. anotado al margen, quien después de exponer, que iba a prestar declaración y ser juramentado en forma legal,,prometiendo decir verdad, dijo: ser natural de Las Palmas, casado, mayor de edad, Jefe de la Guardia Municipaldde esta ciudad, y que no le comprenden las demas generales de la Ley, y que comparece para hacer constar que los Guardias Gabino Cabrera Y Juan Velázquez podrán dar datos relativos a los encontrados muertos, por ser vecino uno de los Guardias del llamado Miguel Cabrera Ramírez, firmando despues la presente comparecencia con Su Señoría y Secretario que certifica.

[Siguen las firmas rubricadas de CRISTÓBAL GARCÍA UZURIAGA, ANTONIO WIOT HERNÁNDEZ. y JUAN CASTRO CASTRO CASTRO, Capitán Juez Instructor, Declarante y Brigada Secretario, respectivamente]

Cfr.: ATMTQ 13171-426-1. Causa 153 de 1937. Folio 7 vuelto.

CONTINUACIÓN DE LA CAUSA POR EL JUZGADO MILITAR


M.8,835,026

7

 

Providencia Juez Sr. García Uzuriaga

 

En Las Palmas a diez y ocho de diciembre de mil novecientos treinta y seis.- Por recibida diligencias Previas instruidas por el Juzgado de Instrucción de Triana con motivo de la aparición de dos hombres muertos en el Paseo de Chil, para su  continuación por éste Juzgado, únanse a los autos.- Dese cuenta del recibo al Sr. Gobernador Militar, y al Sr. Auditor de quién se interesará el número de orden.-

Deposítense los objetos encontrados en poder de los fallecidos e interesese que por los agentes de la Autoridad se hagan con toda urgencia averiguaciones para conocer el nombre del cadáver no identificado.

Designo Secretario al Brigada de Infantería Don Juan Castro y Castro, quien prestará el juramento de su clase.

Lo proveyó y rubrica S.S. , de que certifico,

 

[Rúbrica somera de CRISTÓBAL GARCÍA UZURIAGA y firma rubricada de JUAN CASTRO CASTRO]

 

Aceptación de Secretario – Con igual fecha se cumplimenta lo anteriormente ordenado, compareciendo el citado Brigada, quien enterado de sus obligaciones prometió cumplir fiel y lealmente su cometido firmando en prueba de conformidad la  presente diligencia.

[Firmas rubricadas de CRISTÓBAL GARCÍA UZURIAGA y de JUAN CASTRO CASTRO]

 

Diligencia

Con igual fecha se cumplimenta lo anteriormente ordenado.

Doy Fe

[Firma de JUAN CASTRO CASTRO]

 

Cfr.: ATMTQ 13171-426-1. Causa 153 de 1937. Folio 7.

MEMORIAS DE LA MADRASTRA DE MATÍAS LÓPEZ MORALES


Hoy 1 de Julio de 1936 empiezo a escribir mis memorias. Empezando que presencié el consejo de Guerra celebrado el 26 y 27 de Enero de 1937, en el Cuartel de Ingenieros de la Isleta. En él había muchos hombres y un solo militar que era mi hijo Matías, fue el último que sentenció a muerte el fiscal teniente Dolla Manera, sobrino del General Dolla de la Hoz, luego de firmar la pena de muerte le dijo si el acusado tenía algo que alegar que se ponga de pie y lo diga, se puso de pie y dijo : “ Señores del Consejo yo les ruego que tomen en cuenta mi conducta militar y civil, pues nunca se me ha arrestado ni se me ha llamado la atención, siempre he cumplido con mi deber”. Había seis capitanes en el consejo de guerra, nadie contestó nada. Él salió, yo también salí de la sala, se despidió de mí y se lo llevaron en un cochito pequeño al castillo de San Francisco. A mí se me acercó el auditor de guerra y me dijo “Señora, embarque usted esta noche para Tenerife que yo tengo a mi hijo en el Hotel Parque y voy esta noche para Tenerife, va usted con nosotros que mi chofer me espera en el muelle, desayuna en casa y luego va a la comandancia que mi chofer la lleva y le indica por donde tiene que entrar, pero sin que lo vean a él ni a mi coche”. Así pues me llevó y llegué a la entrada. Afuera había varios militares. Me preguntaron qué deseaba y les dije “hablar con el General Dolla” y me dijeron “pase” y fui la primera visita. Yo llevaba varios días sin tomar ni agua, me moría de fatigas. A las diez de la mañana se abrió una puerta al fondo del salón y salió un capitán y me preguntó qué deseaba y le dije que hablar con el general Dolla y me dijeron “pase, es la primera esta señora”. Al entrar en la sala a la derecha estaba una mesa y un señor mayor con la guerrera llena de medallas y cruces. Puse la mano en la esquina de la mesa, me arrodillé y le dije “mi general, vengo a pedir clemencia, que ayer me condenaron un hijo a muerte y no tiene causa y no tiene causa ninguna para eso”.

Él dijo: “Capitán ayudante, ponga a esta mujer de pie” y dirigiéndose a mí, me dijo “señora, me parte usted el corazón pero no puedo hacer nada porque esa condena hace tiempo que la tiene el generalísimo en Burgos”.  Yo le contesté “perdone usted, mi general, pero todavía no ha llegado aquí, porque el señor que la trae no ha llegado”. Me contestó el general “señora, no puedo sino autorizarla a que ponga un telegrama pidiendo el indulto” y dijo ”Capitán Ayudante, escriba este texto: madre afligida ruega indulto para su hijo condenado a muerte Matías López Morales con motivo de la Semana Santa” y me dieron el papel que había dictado el general. Luego dijo “Capitán, acompañe a la señora fuera” y me cogió por el brazo izquierdo y me llevó a la puerta por donde había entrado y bajando la escalerilla de madera, toda vieja, moviéndose, yo iba agarrada al pasamanos de la derecha y él pegó la boca a mi oreja, dándome pequeños mordiscos y diciéndome “venga, esta noche sobre las doce, y ahí delante de ese bajo, ese árbol, nos damos un paseíto, nos tomamos unas cervecitas y yo le doy la vida de su hijo”. Yo giré la cabeza, lo miré y le dijea ese precio no compro la vida de mi hijo yo”. Me soltó de un empujón y se volvió para atrás, y si no se tiran los soldados a mantenerme y me ayudan a terminar de bajar, hubiera caído al suelo, pues yo me iba muriendo, pregunté a los soldados dónde quedaba telégrafos, pues yo no había estado nunca en Tenerife, puse el telegrama y salí para el muelle. Era mediodía, por la noche saldría el correo para Las Palmas. Serían estas fechas 28 y 29 de Enero de 1937.

Mientras Doña Carmen Delgado Expósito esperaba para hablar con el General Dolla La Hoz en la comandancia militar de Santa Cruz de Tenerife el 28 de Enero de 1937 llegaron allí unas monjas y empezaron a hablar con Doña Carmen, le preguntaron por el motivo de su visita al general, Doña Carmen les contestó “Vengo a pedirle clemencia al general porque me condenaron a muerte a un hijo ayer”. Las monjas contestaron “pues si lo han condenado es porque es un malhechor y tiene causa para eso”…

     El correo llegó al muelle de Santa Catalina por la mañana a eso de las ocho, casi no salgo del correo, iba por el muelle de Santa Catalina y no creía llegar al parque porque venía totalmente mareada, las casetas y la marquesina me corrían hacia atrás. Por fin llegué al parque y en vez de ir a casa cogí la guagüilla y me fui a la Comandancia Militar del Estado Mayor, pedí al oficial de guardia hablar con el Comandante, me pasaron a una sala y me dijeron “siéntese que el comandante viene más tarde”.

Eran las nueve de la mañana cuando entré en la sala, cerraron la puerta y yo quedé allí, a oscuras. No sé ni cuánto tiempo pasó, lo que sé, y no se me olvida, es que mis lágrimas no dejaron de rodar. No sabía que hora era porque estaba a oscuras, perdí el conocimiento y volví a despertar. De pronto se abrió una puerta, se encendió una luz y entró el comandante y empezó a dar gritos “¡qué mujer es esta! Decía ¿cuándo ha entrado?. Y como yo le dije que a las nueve de la mañana, mi comandante, él llamó al guardia, y al sargento y les echó una bronca de miedo y ellos le contestaron que no sabían nada porque a ellos al hacer el relevo los salientes  no les habían dicho nada, y ellos habían hecho el relevo a mediodía.        

     Entonces el comandante se serenó un poco y se acercó a mí y me dijo “señora, ¿a qué ha venido usted? Le dije que a saber de mi hijo, si lo habían matado o dónde estaba para ir a verlo. Me contestó “señora, ahora no puede ir, es de noche, yo le hago un pase por tiempo indefinido y yo mando un ordenanza a llevarla a casa, y usted se baña, se acuesta, descansa, que no se mantiene usted en pie, y mañana, a la hora que usted quiera va al castillo, y está todo el tiempo que quiera pues el pase es por tiempo indefinido y si le ponen resistencia, porque allí el que hace de comandante es de apellido Barragán, si no la deja entrar, usted le enseña el pase, pero no se lo deje, consérvelo en lo que necesite, vaya siempre que quiera. Usted puede estar noche y día, y si le dicen algo le dice usted que me llamen a mí, porque él tiene que cumplir mis órdenes”.

  Al día siguiente llegué temprano al castillo y presenté el pase al cabo de guardia, entró y volvió y me dijo “pase”. Entré y vi un cerrojo, abrieron la puerta y lo trajeron a la sala de visitas, donde yo esperaba y después de saludarme me dijo “que demacrada está”. Le contesté que había estado mala esos días, pero nunca le dije que había ido a Tenerife. Estuve con él hasta las doce que a esa hora cambiaban el relevo, me dijeron que tenía que salir y más tarde podría volver a entrar con el otro que entrase. Así lo hice, me marché a casa y de nuevo volví. Le llevé un termo con café, fruta y cigarros virginios que eran los que él fumaba y después, de ese día en adelante seguí diariamente seguí mañana y tarde yendo. Le llevaba de todo, cuatro y cinco cajas de cigarros, un termo con café por la mañana, y otro por la tarde, y ropa limpia, dulces y fruta. Me dijo “si buenamente puede comprar un ajedrez, tráigamelo para enseñarla a jugar y así nos distraemos”. Yo le decía “dígame lo que le hace flata que tengo dinero, pues su padre me manda bastante” y lo único que yo recibía mensualmente eran sesenta pesetas que me las venía a traer de la comandancia. Él creyó que era verdad, que yo tenía mucho dinero y me pedía libros buenos por buenos autores caros, pero yo cogía fiado, pues gracias a Dios, dos tiendas me decían lleve lo que le haga falta. Le fui llevando desde blocs grandes y pequeños hasta estilográficas, tijeritas, espejos… No le privé de nada, era tan bueno y agradecido que se merecía todo, y al despedirme de él pro la noche me daba un beso en la frente y me decía “Hasta mañana o hasta nunca, pues de noche sacan a algunos y no regresan más”.

Siempre me estaba encargando que le dijera a mi madre que cuidara al hermanito pequeño, pues el niño tenía 6 años de edad y yo apenas lo veía, pues desde el día 29 de enero de 1937 que regresé de Tenerife y me dieron permiso por la noche para ir a verlo y me dieron el pase por tiempo indefinido no dejé de ir mañana y tarde al castillo hasta que se hacía de noche. La principal razón era para acompañarlo y que respirara aire puro, pues desde que yo salía todavía en la puerta ya oía el cerrojo de la puerta de la mazmorra, no tenía más aire que el que entraba por las rejas de hierro. Yo nunca entré pero por fuera se veía que era un muro por delante donde estaba la puerta, lo demás, bajo tierra.

Desde que yo llegaba lo sacaban y nos asentábamos en un banco rústico de madera y allí junto a mí tomaba café del que yo le llevaba y fumaba y jugábamos al ajedrez. Hablábamos y pasaba las horas tomando aire fresco y sol, y le hacía juguetes de papel al hermanito y le escribía unas letras casi todos los días, aun conservo algunas de ellas y me gustaría poner aquí la fotocopia.

Matías era el único que estaba encerrado así, yo veía a los demás presos andando, andando, de un lado para otro y sentándose por allí. Eso no lo puedo asegurar, pero es lo que veía.

Ahora voy a contar la gran alegría que recibió cuando llegó el indulto pues él creyó que ya salía para casa, pero por desgracia no fue así. Pues el mismo comandante que le comunicaba el indulto le dijo: ” de momento no puedes marcharte a casa, porque eres el primer indultado, y las familias de los demás se amotinarán y habrá una nueva revolución, de modo que de aquí te pasaremos a la prisión civil, y de allí, en un despiste, te marcharás a casa”.

¡Qué amarga realidad! Seguí encerrado noche y día, yo todos los días pasaba por la comandancia militar a preguntar al comandante de Estado Mayor qué pasaba, qué el tiempo se hacía muy largo, y ya casi hacía dos meses que el padre y Don Juan Fontan desde Fernando Poo lo creían libre puesto que estaba indultado por Franco desde el 29 de Enero de 1937.

Qué alegría y cómo se truncó esa fecha, que el día 29 de Marzo lo sacaron, lo sacaron al mediodía, diciéndole que lo traían para casa. De la alegría repartió todo lo que tenía a los que quedaban allí presos en el Castillo y deseándoles mucha suerte les dijo “hasta luego”.

Luego, cuando se dio cuenta de que pasaban de largo, les preguntó a la pareja que lo llevaba en un cochillo pequeño de color rojo ¿a dónde me van a llevar?. La pareja le dijo “a Ingenieros, a la revisión de la causa”, pero cuando se dio cuenta en lugar de entrar en Ingenieros seguían al campo de tiro.

Entonces, en  una cuartilla, manteniéndola en la palma de la mano, me escribió “Carmen, venga a verme. No quiero que llore. Tráigame una caja de cigarros Virginios aunque no creo que tenga tiempo de fumármelos” pues pensaba mandarla con un soldado, pero cuando llegó a las baterías, me encontró esperándolo. Se abrazó a mí ¿cuándo se enteró usted?. Le contesté que la noche anterior, cuando había llegado del castillo. Llegó a casa el mimo comandante que había traído el indulto y me dijo “Le vengo a traer una noticia muy triste y en secreto porque esto lo he hecho yo por mi cuenta, por si usted puede hacer algo esta noche”.

Yo no dije nada en casa y corrí a la comandancia, a preguntar si mi marido me había mandado algún dinero, pues me hacía falta para comprarle ropa a mi hijo, que estaba pasando frío en el castillo. Esto lo dije para despistar lo que ya sabía y de paso pregunté ¿pero cuando lo van a soltar que ya hace ocho meses que lo tienen encerrado noche y día?. Me dijo “ya saldrá pronto de allí”. Seguí al castillo, entré a preguntar por él, ¿pero a qué vuelve si hace poco que salió? Yo le contesté que me había enterado que al día siguiente saldría correo para Fernando Poo y quería que él le escribiera al padre. Yo antes de entrar, como llevaba la cara descompuesta me estuve tirando agua que había fuera en unos bidones llenos porque estaban arreglando el puente de entrada que era de tablas viejas y lo estaban arreglando de mampostería.

El agua estaba con una capa de cal y cemento pero como Dios es todopoderoso me refrescó la cara y me descongestionó de tal manera que él me encontró sonriente y contenta y me dijo” yo ahora no escribo, que estoy con mucho frío, a ver si usted me puede terminar el pijama de franela que le encargué ayer”, “pues lo tengo a falta de los botones, le contesté, mañana se lo traigo temprano para que lo estrene mañana mismo”. Luego nos despedimos como siempre, me besó en la frente y la palabra de siempre “Hasta mañana o hasta nunca”.

Todo lo más de prisa que pude llegué a casa y sin un segundo de descanso corté por el modelo y medidas que él me había dado anteriormente y me quedé cosiendo toda la noche. Dios me ayudó y al amanecer lo tenía terminado, lo empaqueté con todo cuidado con más ropa y hasta como si fuera a seguir allí, le llevé el desayuno como otras veces lo hacía, con su termo con café y corrí para el castillo como de costumbre. Él quedó tan contento, y yo fingiendo una tranquilidad que a duras penas podía contener. Pero Dios me ayudó. Se tomó el desayuno y fumaba todo contento con su pijama. Tan bonito, blanco manteca y pespuntes y botones azules, era de abrigo, bueno y bonito. ¿Quién le diría a él que aquel pijama iba a ser su mortaja?

Yo conteniendo mi amargura, jugamos una partida al ajedrez, hablamos de muchas cosas y reímos como si nada fuera a pasar. Luego a las once y media me llamaron diciéndome que tenía que marchar. Yo les decía que no, que yo tenía pase por tiempo indefinido, pero no me dejaron. Hasta luego, nos dijimos. A mí el tiempo me parecía interminable, luego para llegar a casa y coger de nuevo un termo con café, y unas cajas de cigarros, y tomar un taxi, y correr para la Isleta.

Pregunté a unos soldados que vi por allí que dónde estaban los que iban a fusilar, y me contestaron que en unas baterías que no se veían pero que siguiera el coche por una vereda de tierra y polvo que pasaba por el campo de tiro y seguía dando unas vueltas llegaría a las baterías, que estaban de debajo de tierra, pero que la vereda llegaba hasta ellas. De ese modo llegué a una zanja, bajé del coche, y luego bajé una veredita de tierra y a lo largo de la zanja estaban unos cuantos soldados y me dijeron que aún no había llegado nadie pero que pasara, que pronto llegarían. En seguida llegó un jeep con cuatro hombres y detrás el mío en un cochillo rojo pequeño acompañado por una pareja de la Guardia Civil.

 Cuando Matías me encontró allí quedó sorprendido y emocionado, pues creía que yo no sabía nada de aquel amargo drama. Pusieron a cada uno en una batería, especie de cueva, y dos soldados a hacerle guardia en la puerta de entrada con fusiles y bayonetas caladas. Del hueco donde nosotros estábamos oímos los llantos y los gritos de los cuatro paisanos que trajeron del Penal de Gando y el mío decía “¿por qué serán tan cobardes delante de los verdugos?”.

En seguida llegaron muchos falanges corriendo y los chicos que estaban guardando la salida estaban haciendo guardia llorando con los ojos hinchados, que tenían que mantener el fusil con las dos manos y Matías les decía “esténse tranquilos para que puedan matarme ya que han mandado a mis mejores compañeros”.

Para que sufrieran más llegó un teniente llamado Simeón, que era hermano del cura que estaba en San Francisco, con una botella de coñac y le dijo “toma muchacho, tómate un buche para que te serenes”. Matías le contestó:  ”¿ más sereno me quiere? Usted es el  que no lo está, yo no bebo nunca, y hoy menos lo haré. Estoy escribiendo a mi padre varias cosas, y hablando con mi madre que es un ser extraordinario y ha venido a acompañarme hasta el último momento en que me van a asesinar después de estar indultado dos meses y mi padre voluntario sirviendo en Fernando Poo, que con los accidentes que han pasado allí está vivo de milagro. Ya que usted me ha traído el coñac se lo agradezco, yo desearía una botella de agua para refrescarme la boca”.

El teniente se marchó, y al rato volvió con una botella de agua abierta. Él me dio a tomar a mí, y luego tomó él, y la iba a poner en el suelo y le dijo el teniente “la botella no se puede quedar aquí”. Entonces le contestó él: “La botella no se puede quedar aquí porque cree usted que me voy a ensuciar las manos dándole un golpe con la botella. Yo soy un hombre honrado y hasta hoy tengo mis manos limpias y mi conciencia tranquila”. Le devolvió la botella.

En este momento llegó un cura y le dijo “muchacho, confiésate que es el último momento de tu vida”. Él miro de arriba abajo, y le dijo “No señor, mi vida no se sabe lo que podría durar, porque Dios me la dio y él es quien podía quitármela, pero usted viene aquí a apadrinar el crimen. Su puesto está ante un jefe a decir que no sea un criminal despiadado dando órdenes de matar a hombres que no han cometido ningún delito y siempre han cumplido con su deber de ciudadanos trabajadores y honrados, muchos de ellos padres de familias, dejando huérfanos niños y mujeres sin amparo y sin consuelo de nadie”. El cura dio media vuelta y no volvió, pero a los demás los hacía confesarse, y a los que estaban llorando les hacía llorar más, diciéndoles que se confesaran y arrepintieran si habían matado a alguien o si tenían armas escondidas, y ellos contestaban llorando desconsoladamente que no habían hecho nada malo, que por qué les iban a matar y gritaban ay, mis hijos y mi mujer y mi madre!.

Y nosotros sufriendo mucho al oírles decir estas palabras, pues este gran drama hay que pasarlo para saber lo que se siente y no poder remediar nada. ¡Ay Dios mío, gritaban, qué pena, qué dolor!… Y nosotros hablando con serenidad y a duras penas él escribía, y otras veces dándome consejos para que educara bien al hermanito pequeño, que estaba seguro que crecería y sería muy bueno como él le había inculcado, y como usted sabe hacerlo, y yo que no lloré delante de él pedía a Dios que me diera fuerza para resistir y estaba aparentemente tranquila y muriéndome de pesar por dentro de mi ser…”

Y pensar que las hermanas de la madre decían que estaban contentas, pues unas primas que fueron a darle el pésame quedaron asombradas cuando les contestaron que no sentían ninguna pena porque lo quitaran del medio, que era un rojo y que la madrastra tenía la culpa de que lo mataran.

Los amigos de mi hijo Matías reunieron el dinero necesario para comprar la caja y el nicho y la lápida, y se lo dieron a un primo de la madre de Matías, para que se ocupara de comprar todo ya que yo estaba muy agotada y afligida. El primo compró el nicho y la caja, y puse el nicho a nombre de él, una hermana le dio el papel de propiedad. La lápida no se compró, ni tampoco pusieron flores, yo iba dos veces por semana a ponerle flores y ellos se quedaron con el dinero.

A los diez años, en 1948 murió el único hijo que me quedaba y aunque se le pidió el papel del nicho para enterrar a mi hijo junto con Matías no lo quisieron entregar, decían que el nicho era propiedad de ellos. Entonces mi hijo fue enterrado en una fosa del cementerio del Puerto de Guanarteme.

Por eso, un día fui yo acompañada de otra señora a una tienda de comestibles que tenían en la calle General Mola, que allí estaba el matrimonio atendiendo, y les pedí por favor que me dieran el permiso para sacar lo restos de Matías y traerlos al panteón que yo tenía en el cementerio del Puerto, y que el nicho se lo quedaran ellos, que yo no lo quería. Ellos me insultaron de mala forma, dándome gritos que me quitara de delante de ellos, que yo era una roja. No les contesté nada, ni una sola palabra y nos marchamos asombrados al ver que había gente tan mala y tan informal.

Mi hijo Matías me había encargado saliendo él para el campo de tiro a morir delante de las balas asesinas que como lo mataban por rojo, que le cubriera la cara con un paño rojo. Yo así lo hice, compré un metro de seda roja y flores también. Hice esta compra muy temprano, de mañana de paso que iba para el cementerio que el comandante Juez el día anterior por la tarde del 29 de marzo de 1937 me dijo : Usted no se puede quedar aquí sola esta noche, venga mañana temprano, que yo estaré aquí”. Pues llegamos a un tiempo. Cuando lo pasamos a la caja que le compramos, pues la que él llevó al campo de tiro era de prensado malo y la votamos para un lado, yo le limpié la cara y el lado derecho e izquierdo que estaba embarrado de sangre y tierra, pues al darle el tiro de gracia, el compañero de oficina estaba temblando y se lo dio en el ojo en lugar de dárselo en la sien. Estaba aquella masa de sangre en la guerrera, lo tapé con varios pañuelos y luego le cubrí el rostro con un paño rojo. Yo no lloraba pero sí decía ¡ay mi hijo, como te acribillaron a balazos las balas asesinas! Y el comandante me decía a mi lado “calma señora, es usted admirable”. Luego compartí el ramo de rosas rojas entre todos, eran cinco con el mío.

Más tarde llegó una mujer dando gritos y con palabrotas insultando a Franco, la mandaban a callar, pero no se callaba. Entonces no sé lo que hicieron con ella, yo no la ví más.

A las cuatro en punto el día treinta de marzo de 1937 dijo el comandante “vamos a ir dando sepultura a los demás, el suyo lo dejamos para el último para que usted esté más tiempo aquí con él”. El mismo cura que estuvo en la batería estaba allí y delante de cada uno les iba diciendo un responso, cuando le tocó al mío que lo llevaban cuatro soldados cargando la caja el comandante les dijo Lleven la caja bajita para que la madre le lleve la mano puesta encima hasta llegar al nicho”. Luego mientras caminábamos se acercó el cura a decirle un responso, yo le dije Haga usted el favor de retirarse, y así lo hizo, y mientras subían la caja al nicho el comandante mandó a un soldado a buscar una silla o un banco “para que la señora se siente mientras terminan de tapar el nicho”.

Luego de quedar el nicho tapado y con las iniciales y fecha  puestas 30 de marzo de 1937, me dijo a mí el comandante Ahora yo la llevo a casa y yo le dije Muchas gracias, ahí afuera me espera un coche para llevarme a casa, por lo tanto, se lo agradezco mucho, pero voy con el mismo que me trajo.

 

Cuando se aproximaba la hora del asesinato de los cinco reos de San Lorenzo el día 29 de marzo de 1937, a las cuatro de la tarde, pasaron por los alrededores de las baterías donde estaban en capilla los cinco reos un grupo de falangistas que iban a presenciar el asesinato como el que iba para una fiesta y Doña Carmen que los vio pasar les dijo “corran que se les escapa la fiesta”. Entre ese grupo iba un señor muy gordo, iba tan sofocado que llevaba la lengua fuera.

El día 28 de octubre de 1936 cuando a Matías López Morales lo llevaron del castillo al Cuartel de San Francisco para la petición fiscal, le preguntaron si deseaba alguna cosa y él les dijo “solamente quiero que dejen ir a mi madre a verme y visitarme al castillo”.

Doña Carmen Delgado Expósito con documento nacional de identidad nº 42.714.122 con domicilio en Las Palmas de Gran Canaria, c/ Emilio Zola, número 71. Nació en la Antigua, isla de Fuerteventura, el día 28 de enero de 1906, hija de Francisco Delgado Saavedra y Casimiro Expósito Díaz. Casada con Don Matías López Rodríguez. De este matrimonio nacieron dos hijos. Uno llamado Carmelo murió con seis años y medio, el otro llamado Andrés nació el 30 de Noviembre de 1928 y falleció el 25 de Noviembre de 1946 con escasos 18 años.

Al contraer matrimonio con Don Matías López Rodríguez se convirtió en la madrastra de Matías López Morales, hijo del anterior matrimonio del viudo. Matías López Morales murió el día 29 de marzo de 1937, a las cuatro de la tarde con 25 años de edad.

Esta señora con sus 87 años sobre sus espaldas ha sido una verdadera mártir a lo largo de toda su vida y hoy se encuentra sola, en una casa de alquiler, con las fotografías de todos sus seres queridos colgando de las paredes.

     Esta señora a pesar de sus 87 años conserva toda su lucidez y sigue con ganas de vivir…

El padre de Matías López Morales se llamaba Matías López Rodríguez. Matías López Morales nació en La Antigua el 8 de frebrero de 1912. La madre de Matías se llamaba Dolores Morales Suárez.

El nicho de Matías en el cementerio de Las Palmas es el nº168, norte a poniente, fila 5ª. Los que están enterrados, después de Matías son Manuel López Suárez y su mujer Ana Morales Suárez.

Este nicho fue comprado para Matías López Morales por los camaradas del Partido Comunista de Canarias, en aquella fecha representado por Mateo González y otros, además del nicho se le compró el ataúd pues el que llevaba desde el campo de tiro era muy malo.

En aquellos días dolorosos Doña Carmen Delgado Expósito no se hallaba en condiciones para poner el nicho a nombre de ella o de Matías, y fue un tío político de Matías el que le puso su nombre, por eso, cuando Doña Carmen Expósito intentó aclarar a nombre de quién estaba el nicho, el tío de Matías y su esposa que era tía de Matías, se negaron y hasta insultaron a doña Carmen. Esta gente se adueñó del nicho indebidamente.

Según informes del sepulturero los restos de Matías se hallan en este mismo nicho nº168, a pesar de haber transcurrido 56 años los restos están bien identificados pues al darle el tiro de gracia el día del asesinato se lo dieron en la cabeza y tiene el cráneo roto.

Informe del cementerio de Las Palmas del 8 de Enero de 1993.

Las Palmas de Gran Canaria 28 de Enero de 1993.

Manuel Henríquez Ranz

Manuel Henríquez Ranz tomó nota del testimonio de Carmen Delgado Expósito y recopiló toda esta información

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Este escalofriante testimonio fue recogido, hace años, en mi primigenia página web radicada en el portal de ya.com.

Como dicha página ha quedado obsoleta, me ha parecido oportuno recuperar el texto, publicándolo en mi actual blog.

ÁNGEL DOLLA MANERA Teniente Auditor de segunda, Vocal Ponente en el Consejo de Guerra de la Causa 33 de 1936, era HIJO del General ÁNGEL DOLLA LAHOZ.

De la causa 33 de 1936, hay en este blog, esta amplia

 

REFERENCIA CIBERNÉTICA

 

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/10/09/informe-de-la-guardia-civil-de-las-palmas-5836/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/10/11/reconocimiento-medico-de-los-procesados/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/10/28/decretos-del-auditor-rafael-diaz-llanos/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/10/29/evacuado-tramite-del-articulo-656-por-fiscal-doblado/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/10/31/acta-del-consejo-de-guerra-de-la-causa-3336/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/01/1416/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/02/inutil-voto-particular-del-capitan-daniel-rodrigo/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/03/dictamen-del-auditor-jose-samso-henriquez/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/04/aprobacion-del-general-guillermo-camacho-gonzalez/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/05/providencia-del-auditor-de-guerra-samso/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/06/antonio-alonso-cabrera-absuelto-detenido-gubernativo/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/07/enterado-de-la-pena-impuesta-a-los-de-san-lorenzo/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/08/cinco-certificaciones-de-defuncion-de-los-de-san-lorenzo/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/09/enterramiento-de-los-cinco-fusilados-de-san-lorenzo/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/10/auditor-ordena-practicar-nueva-liquidacion-de-condena/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/10/19101940-libertad-condicional/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/11/relacion-de-condenados-en-la-causa-331936/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/12/carlos-mortes-rufino-en-ignorado-paradero/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/13/instancia-del-padre-de-domingo-valencia-menor-de-edad-condenado/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/13/informando-instancia-del-padre-del-menor-de-edad-condenado/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/14/segunda-instancia-del-padre-del-menor-de-edad-condenado/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/14/certificacion-bautismal-de-domingo-valencia-armas/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/15/certificando-particulares-referentes-al-menor-sentenciado/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/15/auditor-informa-indulto-pedido-para-menor-condenado/

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/11/16/liquidaciones-de-condena-de-domingo-valencia-armas/

ENTREGANDO ACTUACIONES A LA JURISDICCIÓN DE GUERRA


J,3,339,009

6

 Las Palmas, dieciocho de diciembre de mil novecientos treinta y seis.-

El anterior oficio, únase a las diligencias de su razón; visto lo en él consignado, y estimando el declarante que la competencia para el conocimiento del hecho de que se trata es de la Jurisdicción de Guerra, hágase entrega a esta de las presentes actuaciones, remitiéndose a tal fin, en atención a la urgencia del caso, al Excmo. Señor Gobernador Militar de esta Plaza, poniéndose en conocimiento del Excmo. señor Auditor de Guerra, ya que por dicho motivo no pueden serle enviados directamente porque retrasaría la actuación judicial.

Lo provee y rubrica S.Sª. doy fé.-

[Firmas rubricadas]

 

Cfr.: ATMTQ 13171-426-1. Causa 153 de 1937. Folio 6.

 

PRACTICANDO DILIGENCIAS EN EL PASEO DE CHIL


J.3.399.007

3

Providencia del Juez Señor Seco

Las Palmas, dieciocho de diciembre de mil novecientos treinta y seis.

Por recibido aviso verbal, siendo las siete y treinta horas de la mañana de hoy, de que, en el Paseo de Chil han aparecido dos cadáveres, constitúyase el Juzgado en dicho lugar juntamente con el Médico Forense a fin de practicar las diligencias del caso, y con su resultado se acordará.

Lo manda y firma S.S.ª doy fé.

[Firmas rubricadas

 

Diligencia de constitución y subsiguientes: – – – – – – – – – – –

Seguidamente, el Sr. Juez con mi asistencia y la del Médico Forense Don Arturo García Dominguez, nos constituimos en la carretera o Paseo de Chil, a fin de practicar las diligencias consiguientes al hecho comunicado, y como resultado de lo actuado y observado se hace constar:

Que en la calzada de la derecha de dicha carretera, según se va desde el Puerto a Las Palmas, y a unos cien metros a contar del Barranquillo de Viera, se encuentran dos cuerpos de dos hombres: el primero, en la dirección indicada, en situación de decúbito prono lateral izquierdo, y el segundo a medio metro separado del primero, en situación de decúbito-prono, teniendo debajo de ambas caras, un gran charco de sangre. Registradas sus ropas, se halla: en la del primero, una licencia absoluta expedida por el Excmo. Señor General Comandante Militar de Canarias, a favor de Manuel Suárez Martin. HIJO DE Manuel y de Maria Nieves, natural  de Las Palmas, Provincia de Canarias, nacido el doce de abril de mil ochocientas noventa y seis, de profesión fundidor; una fotografía,  una libretilla con apuntes, dos cédulas personales, una a nombre de de Manuel Suarez Martin y otra a nombre de Soledad Benítez, Una nota que dice que el portador de la misma Sr. Manuel Suarez, es empleado de la Casa Woerman – Talleres; – un recibo del Banco de Construcción S.A. fecha 1 de junio de 1936 por veinticinco pesetas; una hoja de “Falange Española de las J.O.N.S.”; un llavero con seis llaves; y una pluma estilográfica marca “Excélsior”.- Y al segundo, una libreta, un lápiz y una hoja a nombre de Pino Santana Velázquez. También fue hallada en las ropas del primero la cantidad de cincuenta céntimos en calderilla

Reconocidos los dichos cuerpos por el Médico Forense Don Arturo Garcia Dominguez, previa promesa que presta con arreglo a derecho, dice: Que los dos cuerpos que acaba de reconocer, son cadáveres, datando su muerte de pocas horas.-

Que el primero presenta una herida por arma de fuego con orificio de salida, y el segundo dos heridas por arma de fuego, sin que, por las manchas de sangre que presentan pueda apreciarse por ahora las características de ellas, cosa que se apreciará en la autopsia.-

Por el Sr. Inspector de la Guardia Municipal que se halla presente juntamente con varios números, se nos hace entrega de cinco casquillos de balas, tres del calibre del nueve sesenta y cinco y dos del seis treinta y cinco.-

En su consecuencia, el Sr. Juez dispone la identificación de los cadáveres, y por manifestación de Juan García González, mayor de edad, Guardia de Asalto en esta Plaza y Rafael Suarez Cerpa, empleado de la Casa Woermann, se identifica al primero de dichos cadáveres por el de Manuel Suarez Martin, Jefe del Taller de Fundición en la

J.3,399,008

4

referida casa “Woermann”; no habiendo testigos que identifique al segundo de dichos cadáveres,

En tal virtud, S.S,ª ordena el levantamiento del cadáver y su traslado a la Sala de autopsias del Cementerio de esta Ciudad, para practicarle las autopsias, previa identificación del cadáver que aún no ha sido identificado.

Y leída la firma S.Sª. y médico forense., doy fé.=

[Firmas rubricadas]

 

Cfr.: ATMTQ 13171-426-1. Causa 153 de 1937. Folios 3 y 4.

 

TACORONTEROS CONDENADOS EN SENTENCIA Nº 107 DE 1940 POR EL TRRP


 

DON MAURO SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, LICENCIADO EN DERECHO Y SECRETARIO DEL TRIBUNAL REGIONAL DE RESPONSABILIDADES POLITÍCAS DE LAS PALMAS.

C E R T I F I C O: Que en el rollo Nº 68 de 1.939 de este Tribunal, se ha dictado por el mismo la siguiente:

S E N T E N C I A  Nº 107 de 1.940

S E Ñ O R E S

Presidente:

ILTMO. SR. DON PEDRO SÁENZ VALLEJO.

Vocales:

ILTMO. SR. DON FRANCISCO GONZÁLEZ PALOMINO.

ILTMO. SR. DON JOAQUÍN Mª ARACIL BARRA.

 

Las Palmas veintinueve de marzo de mil novecientos cuarenta.

El Tribunal Regional de Responsabilidades políticas, constituido por los señores anotados al margen, habiendo visto el expediente rollo número 68 de 1.939 de esta Jurisdicción y número 38 del mismo año del Juzgado Instructor Provincial de Santa Cruz de Tenerife, seguido contra: 1º  LÁZARO GARCÍA FIGUERA, de 44 años, soltero, jornalero; que declaró bienes por 6.800 pesetas, sin cargas familiares; 2º  LORENZO SANTANA DEL CASTILLO, de 54 años, casado, jornalero; que declaró bienes por 3.7000 pesetas, de su mujer por 3.592 y deudas por 1.400 pesetas y 4 hijos; 3º  ROMUALDO RODRÍGUEZ ALVAREZ, de 33 años, casado, agricultor, que declaró bienes por 3.290 pesetas, de su mujer por 5.700 pesetas y dos hijos; 4º  JUAN GARCÍA GONZÁLEZ, de 57 años, casado, labrador, que declaró bienes propios por 15.311 pesetas, de su mujer por 2.100 pesetas y 6 hijos; 5º  JULIO RODRÍGUEZ PÉREZ, de 53 años, casado, propietario; que declaró bienes por 95.000 pesetas adquiridas durante el matrimonio, deudas por 56.000 pesetas y diez hijos; 6º  JUAN MEDINA HERNANDEZ, de 29 años, jornalero, soltero, que declaró no tener bienes ni cargas; y 7º  BERNABÉ GARCIA MORALES, de 39 años, viudo, comerciante que declaró bienes propios por 4.600 pesetas, deudas por 1.730 pesetas; arriendos por 225 pesetas anuales y una hija que no vive en su compañía. Todos son vecinos de Tacoronte (Tenerife);. – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –

PRIMER RESULTANDO : Que Según certificación del Sr. Secretario del Ayuntamiento de la ciudad de Tacoronte el día cinco de marzo de mil novecientos treinta y seis comparecieron Lázaro García Figuera, Bernabé García Morales, Romualdo Rodríguez Alvarez, Juan García González, Juan Medina Hernández y Lorenzo Santana del Castillo, designados concejales gestores por el Sr. Gobernador Civil en telegrama fecha tres anterior y por el Sr. Alcalde se les dio posesión de sus cargos y en sesión de ocho siguiente se les designaron los respectivos cargos dentro de la corporación; así mismo certifica que don Julio Rodríguez Pérez no tomó posesión de su cargo de concejal con anterioridad al Movimiento Nacional y de los informes oficiales aparece que los dos primeros estaban afiliados al Partido Socialista los 3º y 4º y don Julio Rodríguez, que no llegó a posesionarse del cargo, lo estaban a Unión Republicana y los dos últimos a Izquierda Republicana y eran respectivamente: dirigente, bibliotecario, Tesorero, Vocal, Vicepresidente, Vocal y Secretario y propagandistas del Frente Popular el primero y el último. Hechos probados; . – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –

SEGUNDO CONSIDERANDO :Que el Sr. García Figuera articuló las pruebas siguientes: Documental consistente en escrito por doce firmas en que comenta que dicho señor fue concejal socialista pero de intachable conducta no extremista ni revolucionario, de orden y opuesto a violencias, que su gestión fue local y se adhirió al Movimiento Nacional; y testifical de seis testigos que examinados sobre dichos extremos manifestaron ser cierto; Lorenzo Santana del Castillo propuso análoga prueba que el precedente de escrito suscrito por otras doce firmas sobre su actuación de orden como concejal socialista y adhesión al Movimiento Nacional y cuatro testigos que dijeron ser cierto los precedentes extremos; el Sr. Rodríguez Alvarez articuló prueba documental: credencial talonaria acreditativa de que en las elecciones de mil novecientos treinta y seis fue interventor del Sr. Benítez de Lugo, y certificación del Sr. Secretario del Ayuntamiento de Tacoronte de que en mil novecientos treinta y cuatro siendo Alcalde condenó la pasada revolución que se adhirió al Gobierno; y testifical consistente en el examen de cuatro testigos que dijeron ser cierto fue de orden, obró de acuerdo con las derechas, abortó una huelga, se adhirió al Movimiento Nacional el primer día y se opuso al acuerdo contra el Generalísimo; Juan García Alvarez practicó prueba documental consistente en un recibo suscrito por el Oficial de Secretaría Sánchez, con sello de la Alcaldía y que dice que el expedientado solicitó una certificación de su nombramiento en treinta y un, dícese, en mil novecientos treinta y uno, suspensión en mil novecientos treinta y tres, reposición en mil novecientos treinta y cuatro, suspensión nueva y reposición en mil novecientos treinta y seis pero que su nombramiento no fue gubernativo y examen de dos testigos que afirman oyeron decir de público que fue designado gubernativamente y también saben fue concejal con anterioridad al Frente Popular y su actuación fue siempre correcta; el Sr. Rodríguez Pérez articuló prueba documental: certificación del Sr. Secretario del Ayuntamiento de Tacoronte según la cual no se posesionó del cargo; certificación de buena conducta; ídem de la Comandancia de la Guardia Civil sobre su gestión como concejal de Izquierda Republicana en mil novecientos treinta y cinco y donación de solar para casa Cuartel; ídem del Sr. Cura Párroco sobre su conducta en un intento de quemar la Iglesia; y testifical consistente en el examen de cuatro testigos que ser cierto era persona de orden, perseguida por contraria al Frente Popular; no se posesionó y está adherido al Movimiento Nacional; Juan Medina Hernández, articuló prueba testifical y se examinaron cuatro testigos que afirmaron que fue de orden; actúo con las derechas como concejal, fue a muy pocas sesiones y no votó la renovación del hoy Excmo. Sr. Jefe del Estado; y el Sr. García Morales practicó prueba análoga a los primeros de documentos suscrito por doce firmas sobre su actuación edil de Izquierda Republicana y examen de cinco testigos que afirmaron su buena conducta aunque Frente populista, de orden y la no votación dicha y su adherencia al Glorioso Movimiento Nacional; .- – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –

TRECER RESULTANDO: Que dado traslado del expediente a los expedientados alegaron como trámite de descargo: el Sr. Rodríguez Pérez que está probado documentalmente que no se posesionó y basada en su discrepancia con el Frente Popular; su buena conducta según informes de la Alcaldía; Comandancia de la Guardia Civil y examen de la máxima prueba testifical y terminó solicitando su absolución; el Sr. Santana del Castillo examina, del mismo modo su prueba documental según la cual siempre fue de orden y opuesto a extremismos así como también la testifical que también acreditó su repulsa al cargo aceptado a la fuerza y desempeñado sin daño ni molestia para nadie y después de citar el artículo 4º de la Ley pidió su absolución; el Sr. García Morales quien casi en idénticos términos examinó la prueba testifical de la que resulta fue de orden y respetuoso con toda ideología, sus juicios sobre el Caudillo y adhesión a la F.E.T. y de las JONS alega el espíritu de la Ley y pide su absolución; y el Sr. García Figueras en iguales términos y estilo que los precedentes hace análogas alegaciones y saca las mismas consecuencias de su prueba y termina con igual pretención; .- – – – – – – – – – – – – – – – –

PRIMER CONSIDERANDO: Que los hechos relacionados en el resultando primero están incursos, con relación a todos los expedientados en los Apartados C) y B) del artículo 4º de la Ley de 9 de febrero de 1939 exepto Julio Rodríguez Pérez que lo está en el D) y con relación al primero y al último que también lo están en el E), ambos del citado artículo y procede por ello se les imponga, además de las adiciones limitativas de las actividades (artículo 8º y siguientes) que luego se dirá, la correspondiente sanción económica como indemnización de los daños que por dicho delito han inferido a la Nación; y se califican de menos graves los hechos sancionados; .

SEGUNDO CONSIDERANDO: Que al fijar su cuantía, el Tribunal se atiene al estado económico y social de los inculpados y a sus cargas familiares, conforme al párrafo último del artículo 13 de la citada Ley; . – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –

Vistos los artículos citados y los 26, 54, 57 y 53 de la referida Ley y los demás de aplicación general; . – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –

F A L L A M O S: Que debemos condenar y condenamos a todos los inculpados a la pena de inhabilitación especial para cargos de mando y confianza del Estado, la Provincia y Municipio por plazo de TRES AÑOS Y UN DÍA Y que debemos fijar y fijamos en OCHOCIENTAS PESETAS para Juan García González; TRESCIENTAS CUARENTA PESETAS para Lázaro García Figuera; DOSCIENTAS SESENTA PESETAS para Lorenzo Santana del Castillo; DOSCIENTAS PESETAS para Julio Rodríguez Pérez; CIENTO SESENTA PESETAS para Romualdo Rodríguez Alvarez; CIENTO CINCUENTA PESETAS para Bernabé García Morales; y CINCUENTA PESETAS para Juan Medina Hernández, la indemnización civil de los inculpados relacionados, por consecuencia de los hechos que motivaron y a que se refiere este expediente; condenándoles al pago de la misma en la forma y plazo determinados en la Ley; notifíqueseles esta sentencia; y firme que sea, elévense los correspondientes testimonios a la Superioridad y dése esta Por el Secretario. – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –

Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos = Pedro Sáenz Vallejo. = Francisco González Palomino. = Joaquín Mª. Aracil. = Rubricado.

Es conforme a su original, y para elevar al Excmo. Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas, expido la presente en Las Palmas hoy día en que fue declarada FIRME, veinticinco de mayo de mil novecientos cuarenta.

 

Vtº    Bnº

EL PRESIDENTE

    

[Firmas rubricadas del presidente del Tribunal PEDRO SAENZ VALLEJO y del secretario MAURO SÁNCHEZ HERNÁNDEZ ]

[Sello ovalado con el águila y con la leyenda: Tribunal de Responsabilidades Políticas de las Palmas. Presidencia.]

 

[La transcripción se hace de forma literal, con las posibles faltas ortográficas y gramaticales]

 

[APORTACIÓN DEL AMIGO FABIÁN HERNÁNDEZ ROMERO]

____________________________________

 

COMENTARIOS DEL TRANSCRIPTOR

 

1.-

El secretario en alguna ocasión mete la pata.

En el segundo considerando cuando se refiere al concejal Juan Medina hace referencia en su descargo que no votó la renovación del hoy Excmo jefe del Estado (claramente querría decir la reprobación… )… y algun que otro enredo hay en la redacción.

2.-

Parece que todos los concejales alegaron que se adhirieron al G…. y no es de extrañar por el miedo que tendrían, pues en aquellas fechas ya habían fusilado y desaparecido a algunos tacoronteros.

3.-

También se insiste en la buena conducta del concejal y rico propietario Julio Rodríguez Pérez.

4.-

En esta sentencia se condena  a más de la mitad de los concejales que conformaban el consistorio Tacorontero en fecha de 18 de julio de 1936.

5.-

Gracias a la información proporcionada en 2012, por Don Elicio García Palmero, tacorontero de pura cepa y sobrino de Lázaro García Figueras, uno de los concejales condenados en esta sentencia nº 107 de 1940 del T.R.R.P. de Las Palmas, hemos sabido que hubo más represaliados en su familia:

A.-

El mencionado concejal Lázaro García Figueras estuvo gran parte de su cautiverio en la prisión de Fyffes, y posiblemente en el Lazareto de Gando posteriormente.

B.-

Miguel García Figueras, hermano de Lázaro y también tío de nuestro informante, estuvo detenido en la prisión municipal de La Laguna, por colocar una banderita republicana en la barbería donde trabajaba en el pueblo de Tacoronte.

C.-

Manuel García Palmero, hermano de nuestro informante Elicio, también estuvo encarcelado en la prisión de La Laguna, aunque por poco tiempo, por proferir vítores a favor de la República, al parecer cuando se encontraba en estado de embriaguez.

D.-

Por último, un primo hermano de Elicio García Palmero, llamado Juan Pastor García, estuvo durante años escondido en una casa en el pueblo de Tacoronte, permaneciendo oculto durante gran parte del tiempo en el interior de una barrica. Según nuestro informante, había órdenes de disparar a matar si lo hallaban.

Finalmente fue denunciado por un vecino y detenido. Estuvo privado de libertad durante mucho tiempo en Paso Alto.

6.-

Sigo con la pesquisa sobre los canjeados en 1938.

He contactado con un hijo de Florencio Barrameda Peraza que desde Francia me ha enviado alguna información interesante sobre su padre, que fue un superviviente de Mauthausen.

 

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COMENTARIO DEL BLOGUERO

 

Con la familia Barrameda tuve estrecha relación desde mi infancia.

Recuerdo con cariño a Mela Barrameda, que asitía a mi madre y nos cuidaba a los pequeños.

Esta relación se mantuvo durante muchos años, después que Mela nos dejara, por haber conseguido trabajo en una fábrica, junto con su hermana.

Un hermano de Mela, trabajó en CEPSA, junto a mi hermano Ambrosio.

Era un tipo alto, de quien recuerdo que cuando abastecía fuel a algún buque danés, siempre decía dinamarqués.

En el verano del año pasado contactó conmigo una sobrina, Margot, con la que intercambié información que ella reenvió a su primo francés.

En la Isleta nos conocíamos todos.