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A C T A.-
En Santa Cruz de Tenerife a veinticinco de Noviembre de mil novecientos treinta y seis. A los fines prevenidos en la regla 3ª del artículo 653 del Código de Justicia Militar, el Señor Juez, acordó levantar la presente acta, y que comparecieran sucesivamente los encartados y habiéndolo verificado por segunda vez
MARTIN SERAROLS TRESERRA,
Fué exhortado a decir verdad é interrogado por las generales de la Ley, después de advertido a que iba a prestar declaración, dijo; Que se llama como queda dicho y cuyas circunstancias constan en su primera declaración.-
PREGUNTADO CONVENIENTEMENTE, dijo;
Que se afirma y ratifica en la declaración anterior que tiene prestada con fecha de ayer, y que tiene además que agregar a las preguntas que se le hacen, que su llegada a Tenerife, fue por Noviembre de mil novecientos treinta y cuatro, viniendo de Barcelona, de donde venia huido por los sucesos de Octubre, estuvo unos días en Santa Cruz, en donde conoció a ANTONIO VIDAL, regresando a Sevilla, donde estuvo un mes, no encontrando trabajo y volviendo nuevamente a Santa Cruz; que estuvo empleado con VIDAL cinco meses poco mas o menos; que terminados esos cinco meses se marchó a Las Palmas, donde estuvo cuatro meses, siendo llamado por VIDAL, para encargarle la fabricación de bombas, y la acumulación de material de pistolas y demás, y entendiéndose con Vidal directamente para todos los asuntos de la organización; que intervino y planeó como directivo el robo de dinamita en los depósitos de Don Tomas Esbert, sito en el valle de Tahodio; que también planeó en unión de Feliciano Perez Jorge (a) El Matanzas, el robo e incendio de la iglesia de la Matanza, con objeto de apoderarse del oro que existiera en la misma, para los fines de la organización; que después de cometido el hecho, comprobó que los objetos robados no eran de oro sino solamente de metal blanco.
Que sobre el complot que trataban de organizar, que estallar, contaban en Infantería, el declarante, con el barbero de la Comandancia General, quién le informaba que habían en Infantería clases y soldados comprometidos, puntualizando además el declarante que no tenía más contacto que con el citado barbero y que repite por haberlo dicho en declaración anterior, que el “Asturiano” era el que tenia mas contacto en el cuartel de Infantería; que sabe y esto nada más que de referencias, sin poderlo afirmar, que en Ingenieros había también gran número de elementos adictos y que cree contaban también algunas clases; que en Artillería, para este asunto del complot no contaban con nadie y únicamente conocía al soldado TEJERA y que a primeros de este año, por indicación suya y de acuerdo con éste, consiguió que extrajera del Parque el citado soldado CINCUENTA PISTOLAS “Astra” calibre nueve largo, dándole algún dinero al citado Tejera, no como pago, sino como gratificación a sus servicios; que este robo se llevó a cabo para proporcionarse armas, respondiendo así a la misión que tenia encargada; que para guardar todas las armas que tenían, propuso a VIDAL la construcción de unas cajas de madera forradas de zinc, que este individuo, se las encargó, cree el declarante al carpintero JORGE HERNANDEZ MORA y que según las noticias que tiene, son las construidas, cuatro, la que se le presenta grande y estrecha, que fue construida un par de meses antes de iniciado el movimiento; otra caja grande de distinta forma de madera sola, sin forrar, que cree contenía cajas de fulminantes; dos cajas mas, de madera forradas de zinc, que fueron construidas a raíz del robo de la dinamita y las pistolas; que dichas cajas las escondieron por indicación del deponente, la caja de madera sin forrar, que contenía los fulminantes, se encuentra enterrada en la Costa sur, en el lugar conocido por “Puerto Caballa”; que también cree que pueda existir en el taller de VIDAL, en las cercanías del Cementerio, una caja, que esto lo dice solamente a titulo de rumor; que referente a C, tiene que decir el declarante, que era ajena completamente a la organización, que se la empleó en carácter de recadera y que todo lo que ha actuado esta muchacha, ha sido con la mayor inocencia, ya que por estar su marido en la organización, se ha prestado a servir de enlace, constándole al declarante, que no sentía los asuntos de la citada organización, como por ejemplo la ISABEL HERNANDEZ, que era afiliada y pertenecía al Comité de Defensa, con esto quiere decir el deponente, que si bien ha actuado en el sentido de enlace, no ha sido con fines y afecto a la organización.
Que a los tres o cuatro día de haber sostenido un tiroteo, algunos de los de la partida con los de Acción Ciudadana, se separó el declarante de los demás, y después de vagar unos cuantos días durmiendo en obras y por las inmediaciones de la población, se decidió a ir a casa de MARIA CULI, conocida del deponente por haber ido varias veces a comer a su bar “ODEON”, en compañía de MARGARITA ROCHA MATA; que la citada Margarita, no estuvo en la montaña mas que tres días aproximadamente y que por consejo del declarante le dijo que fuera a colocarse de sirvienta a casa de MARIA CULI a cuya casa fue el declarante, después de vagar unos días al regreso de la montaña; que estuvo en este domicilio en la citada María Cúli unos días, indicándole que había encontrado un alojamiento en el campo cerca de Tacoronte; que efectivamente fue aquél alojamiento en un auto, conducido por chofer que no conoce, un hijo del dueño de la casa y un amigo
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Dos días; que no sabe si el dueño de la casa sabia que el declarante estaba huido, si bien le dijeron que quería estar en el campo para reponerse un poco, por que había estado en América y se encontraba enfermo; que lo sorprendió Acción Ciudadana en el citado domicilio y después de un rato que le llevaban detenido, pudo evadirse de ellos, regresando a pié a casa de la Cúli; que allí ella se ocupó de avisar a la panadería del Uruguay y que el tendría medios de mandarle recado; que fue a comer aquel día a casa de Francisco Reyes, y que desde allí, fue la mujer de Paco Reyes a avisar a una tal Nelida, hermana de la dueña de la panadería citada; que le mandó decir a la tan repetida Nelida, si podía conseguirle un lugar reservado, viniendo NELIDA a la casa de FRANCISCO REYES, para decirle que no había conseguido nada; que durmió aquella noche en casa de FRANCISCO REYES donde volvió al dia siguiente a adquirir noticias, en donde se informó que habían detenido a la Cúli; que al día siguiente cree que detuvieron a FRANCISCO REYES; pasando después al campo de Guimar, bajando al pueblo a adquirir comestibles, durante su permanencia en el campo como unos caurenta días; que en el día de ayer por la mañana bajo a Santa Cruz, escondiendo previamente las ropas sucias que traia del campo en un paredón, y dirigiéndose a la Plaza del Mercado ya que por los cuarenta día que llevaba en el campo se encontraba desesperado, dirigiéndose como se dice a la Plaza del Mercado con la esperanza de encontrar a algún conocido; que viendo que no encontró a nadie, se dirigió al que menor confianza tenía que es MARIO GARCIA, el que tiene un puesto de ropas en la Recova, preguntándole por las noticias de la situación actual, indicandole al declarante que quería hablar con él en la casa y antes que aquel le pudiera dar la dirección de él, fue detenido por una pareja de Asalto; que la entrevista que quería celebrar con el MARIO GARCIA, tenia como finalidad el adquirir noticias, y a la vez, para ver si este tenía alguna persona que podría tenerle unos días; que al ser conducido por la pareja de Asalto recorrieron unos metros, y creyendo que uno de los guardias se encontraba distraido, trato de huir, pero al verse sorprendido trató de sacar su pistola para pegarse un tiro, que el Guardia se le tiró encima forcejeando con él, y recibiendo un golpe en la cabeza quedando sin sentido.- Que el declarante llevaba una pistola “ASTRA” del calibre nueve largo número treinta y dos mil doscientos veintitres, y cuatro cargadores a ocho cápsulas cada uno, todo ello procedente del robo del Parque de Artillería.- Que en su casa tenía herramientas, entre ellas un soplete/de/fontanero, un soldador, ampollas de tres centímetros de longitud para poner ácidos, dispositivos de hoja de lata pequeños, plomos; que todos estos objetos los tenia el declarante para la fabricación de bombas; que además reconoce como suya, una caja de lata con serrín que contiene ampollas de ácido, que la tenia con el mismo fín; que para la fabricación de las bombas, utilizaba como base principal, la dinamita robada en el valle de Tahodio, en los depósitos de don Tomas Esbert y los fulminantes, que también los había hurtado de allí; ácido sulfúrico que se lo facilitaba Vidal y clorato de potasa, que también se lo facilitaba Vidal y que cree que lo compraba en la droguería de Espinosa y azufre; que en un día hablando con Vidal, a los treinta o treinta y cinco días después de iniciado el movimiento, le dijo Vidal que había tenido que huir saltando por una tapia de una casa con Isabel Hernandez (La tabaquera), ésta es una muchacha de unos veinticinco años, que fue Presidenta del Sindicato de Tabaqueros, que era muy afecta a la organización, no tratándose de otra ISABEL HERNANDEZ que la llaman la Comunista; que según cree estuvo en casa de Micaela y que fue la casa por donde salió por la tapia; que también recuerda que le dijese a Raimundo el Matanza, que llevase a casa de Francisco Reyes una máquina que seria entregada por Micaela, para que aquel hiciera las copias de unas hojas subversivas, cuyo original le entregó a Feliciano Perez Jorge el Matanza, no recordando si el citado original fue hecho por Vidal o por el declarante; que con respecto al reparto de armas a los individuos que vivian en Valleseco, encargó a FRANCISCO BETHENCOURT y no recuerda si este servicio lo hizo con Florencio Afo0nso o con Raimundo el Matanza, pero que aunque no recuerda la cantidad, sabe que les entregaron pistolas “Astra” una Campo-Giro, bombas de piña y de tubo y cartuchos de dinamita, pensando que llegado el momento de echarse a la calle ya les daría el declarante instrucciones sobre lo que tenían que hacer; que también le dijeron que por Valleseco contaban con un paisano que había servido en Artillería, que entendía del manejo de las piezas de cañones y que podía ayudar a la causa, ignorando el declarante el nombre de este individuo, que tal vez se pudiesen adquirir informes por algunos de los complicados de Valleseco.
Qué al leérsele la contestación del Jefe de Telegrafos de esta Capital, sobre los giros impuestos con nombre de José Martin, con domicilio en la calle clavel quizá para Salvador Cerau, dijo que efectivamente, eso giros
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de doscientas setenta y cinco pesetas, mil ochocientas veinticinco y dos mil, fueron impuestos por el declarante en las fechas que se indican en el mencionado escrito, para Salvador Cerrau, militante de la Organización y que según cree traian de Francia este material, de contrabando, éste mismo, fue el que le envió las cincuenta primeras bombas y el que tenia queenviar otras cincuenta, por conducto de Paco, camarero de la clase primera, sinpoderlo precisar, pero del vapor Villa de Madrid y que todas las pesetas que había enviado, eran como pago de las compras recibidas y de las que estaban por llegar que eran unas cincuenta bombas y seis pistolas ametralladoras.
Que la última vez que vió a Vidal, fue en la casa donde vivía el declarante; que allí ya le expuso que tenia intenciones de huir, pareciéndole bien al declarante, pero que el deponente por amor propio, ya que había organizado todos los asuntos aquí le parecía una cobardia huir y dejar a los que había comprometido en la cárcel, caso de descubrirse y sabiendo incluso que aunque se exponía a ser fusilado, decidió quedarse a las resultas de lo que pasase con el movimiento; que pudo haber huido de la misma manera que Vidal en la forma que ahora dirá, pero que como queda dicho, encontró de mas gallardia el quedarse; que también le había dicho Vidal que iba a comprar un barquito para poder trasladarse a la Zona de Africa Francesa, pero que un día Matanza le dijo que necesitaba tres o cinco pistolas, esto iba escrito un papel; que entonces le dio a Raimundo el Matanza, una pistola de calibre nueve corto, una del siete sesenta y cinco y un revolver con sus correspondientes municiones; que no sabe más de este asunto porque estaba/internado en la montaña; que con respecto al llamado Miguel el Catalan, es un individuo que vino de Sevilla con el declarante y que según sus noticias debe de encontrarse en Barcelona Y que en lo único que tomó parte fue en el robo de la dinamita del Valle de Tahodio, y que con respecto al llamado José Enrech, también debe encontrarse en Barcelona y que también en lo único que actuó, fue en el robo de la dinamita que cita anteriormente; que es cierto que una vez después de iniciado el movimiento, entregó diez pesetas a José Afonso, cuando éste se ofreció para hacer actos de sabotaje, pidiéndole dinamita que también le entregó.
Que un día, mucho anterior ha haberse inciado el movimiento, le presentó un guarda-jurado, que por los datos que se le aportan en este Juzgado es el mismo y resulta ser el llamado Domiciano Mena, que esta presentación se la hizo José Afonso, para que se le diese trabajo y se le incluyera en el censo, ya que este individuo había entregado una carabina, y por eso la recomendación que solicitaba de que le dieren ahora trabajo.
que en una ocasión, que cree que es la única, entregó un petardo de los que el declarante fabricaba, de los llamados de inversión, que consistía, en que al invertir el petardo, vaciaba el ácido, corroía el papel y al ponerse en contacto con la mezcla del fulminante y clorato explotaba; que dicho petardo fue entregado a Raimundo el Matanza y que no sabe en que lo utilizaría.
Que con respecto a los Jefes militares del movimiento en contra del Ejército, dice; que esta era la pregunta que en muchas ocasiones le mandaban a decir por conducto de los enlaces, a lo que contestaba el declarante, que en la parte civil, era la C.N.T. representada por el Comité de Defensa, de la que el declarante formaba parte, mandándole tambien a decir a los elementos militares, que entre ellos se nombraron dos o tres, para que puestos de acuerdo y en contacto con el Comité de Defensa, obrasen en su día; que por conducto de ese mismo enlace, cree recordar, que tenían la contraseña para que cuando estallase el complot, los militares que estuvieran comprometidos, deberían de quitarse la guerrera, así de esta manera sabían que los que estuvieran en mangas de camisa, eran los adictos a la causa revolucionaria en contra del Ejército; que tambien cree recordar aunque vagamente, que en una calle cerca del cuartel de Infantería, había un café donde se reunian el “Asturiano” con algunos cabos de la música; que por ahora no tiene mas que decir.
La leyó se ratificó, la encuentra de conformidad y la firma con S.Sª. y presente Secretario de que doy fé.
Aurelio Matos Martin Serarols
Amado Martín
[Las tres firmas rubricadas]
Cfr.:
Folios 44 a 46 de la 3ª Pieza Separada de la Causa 246 de 1936. [6229-202-1].