HÉROES: LOS DEPORTADOS POLÍTICOS DE RIO DE ORO


 

Recuperando un valioso retazo de nuestra Memoria Histórica, el Grupo editorial Tierra de Fuego, ha reeditado el libro VILLA CISNEROS, Deportación y fuga de un grupo de antifascistas, del autor José Sahareño, seudónimo empleado por José Rial Vázquez, uno de los protagonistas de la historia.

José Rial Vázquez, español nacido en Filipinas, arribado a Canarias en 1913, como funcionario del Cuerpo de Faros, había sido farero en la Isla de Lobos y en La Isleta de Gran Canaria, uno de los fundadores del PSOE canario, periodista y padre del periodista José Antonio Rial González, quien a su vez, sería autor de la historia novelada LA PRISIÓN DE FYFFES, donde plasma su testimonio de lo sucedido en esta terrible prisión, en la cual estuvo internado como prisionero.

 

José Rial Vázquez, al acabar la guerra civil española, derrotado, pasaría por la tragedia de los campos de concentración de los «democráticos» franceses, sobreviviendo con 51 años a la segunda guerra mundial. Exiliado en América (Santo Domingo, México, Venezuela) retornaría a Canarias en 1964, con 76 años de edad, donde volvería a escribir crónicas en el diario vespertino tinerfeño LA TARDE.

José Rial Vázquez murió octogenario, siendo enterrado en el cementerio de San Lastenia, el 2 de septiembre de 1973. 

El libro VILLA CISNEROS, Deportación y fuga de un grupo de antifascistas es de 1937, y solamente había tenido una primera y única edición, hasta ahora. Como tan acertadamente dice el prólogo de Tierra de Fuego, este libro ha sufrido el sueño de los justos.

El relato de José Rial Vázquez puede ser calificado de epopeya y odisea.

Acción épica de unos indefensos prisioneros tinerfeños, deportados al Sahara, que tuvieron la entereza moral y el valor necesario, para luchar por su liberación, ejerciendo el mínimo de violencia. Así dieron lugar a uno de los sobresalientes episodios de nuestra historia canaria y española, sobre la cual queda mucho terreno por explorar, investigar y aflorar.

A la mentada reedición publicada por Tierra de Fuego, le ha sido añadida unos apéndices, el primero de los cuales contiene una relación nominal de los 152 evadidos a bordo del vapor Viera y Clavijo, buque conducido por ellos mismos hasta Dakar, en el entonces Senegal francés, desde donde decidieron usar su libertad recuperada, para incorporarse a la lucha en defensa de la República atacada por los facciosos.

Facciosos que desde el inicio de su Rebelión Militar contaron con el apoyo de los nazis alemanes, fascistas italianos y portugueses, además de la denominada política de no intervención de las grandes potencias, que obstruyeron la cooperación debida al indefenso gobierno, legal y legítimo, republicano de España, que hubo de realizar esfuerzos denodados para proveerse de los medios defensivos necesarios con los cuales poder hacer frente a los facciosos.

El Apéndice mencionado de nombres, adolece del mal endémico de la Recuperación de nuestra Memoria Histórica: imprecisión de los datos, e información incompleta.

Igualmente se han visto afectados de este mal otras publicaciones, libros y artículos, debido a que sus autores han tenido que usar referencias de otros, o echar mano de lo publicado en boletines oficiales, o en la prensa censurada y controlada de la época dictatorial franquista.

El origen de este mal radica, mayormente, en la inaccesibilidad de las fuentes documentales, que ha sido mantenidas alejadas de los investigadores, dificultando cuando no impidiendo, el afloramiento de dichas fuentes.

Y también hay que señalar, como consecuencia de este mal, y causa concomitante, la inacción de nuestra Academia que no ha dedicado el esfuerzo debido a la Recuperación de la auténtica historia del siglo XX canario.

La ausencia de esa debida investigación, ha conllevado un efecto muy doloroso: ha impedido que se recuperara y honrara la memoria de tantos inocentes perseguidos por sus ideas.

Afortunadamente, la entrada en vigor de la Ley 52/2007, el pasado 28 de diciembre de 2007, ha cambiado sustancialmente la situación. Esta Ley, – mediáticamente conocida como Ley de Memoria Histórica -, además de ampliar derechos omitidos, garantiza el derecho de acceso a los fondos documentales depositados en los archivos públicos y la obtención de las copias que se soliciten.

 

Partiendo del libro de José Rial Vázquez, habiendo tenido acceso a alguna documentación inédita de los Archivos públicos, me he puesto a la tarea de complementar lo que sabe de la epopeya y odisea, doblemente heroica, protagonizada por los 152 héroes evadidos de Río de Oro en el vapor Viera y Clavijo.

He podido localizar la Causa número 96 de 1937, instruida para perseguir a aquellos héroes fugados de su prisión sahariana.

Esta Causa 96/1937 está constituida por varios rollos, formando parte del legajo 260 existente en el Archivo Jurídico Militar del Mando de Canarias, estando identificada con la signatura o clave 8113 – 260 – 9.

Dimanantes de tal causa fueron instruidas varias piezas separadas, que en su día fueron archivadas con estas signaturas o claves

5680 – 185 -6

5826 – 191 -13

5910 – 193 – 25

En 24 de enero de 1978 las indicadas piezas se unieron a la Causa de su razón, quedando archivadas en el nombre de MANUEL ILLADA QUINTERO clave 8113 – 260 – 9, encontrándose completas con todos sus rollos y piezas.

Después de esa fecha, la Causa 96/1937 ha sido desarchivada varias veces para atender a las solicitudes de amnistía, y el subsiguiente derecho a indemnizaciones reconocidas durante la etapa de los gobiernos presididos por Felipe González.

 

El legajo 260 es un pesado volumen, que además contiene otras causas y expedientes. Su estado de conservación actual es bastante deplorable, amargo fruto de las vicisitudes sufridas por los documentos que hoy se custodian en el mencionado Archivo Jurídico Militar de Canarias.

 

He iniciado la lectura del millar largo de folios de la Causa 96/1937.

Desde la primera aproximación a dicha lectura se percibe una inquietante consecuencia, que sin duda fue indeseada por José Rial Vázquez.

El gran poeta Antonio Machado dedicó a Enrique Líster, cuando éste era Jefe en los ejércitos republicanos del Ebro, un soneto, que acaba con estos dos versos:

Si mi pluma valiera tu pistola

de capitán, contento moriría.

Podemos aventurarnos a decir que Sahareño escribió su obra con el fin del enaltecer la proeza realizada por aquellos héroes fugados de Villa Cisneros.

Lo que el autor no pudo prever es que el testimonio de su pluma, sería convertido en arma para llevar a la muerte a varios de los deportados fugados de Río de Oro, cuando éstos fueron apresados al finalizar la guerra fratricida iniciada el 17 de julio de 1936 en Melilla.

Los inicuos jueces y fiscales franquistas transformarían en arma asesina, lo escrito por la pluma del escritor José Rial Vázquez.

Queda por realizar una ímproba tarea de lectura e interpretación.