La propaganda ha creado una deleznable serie de mitos y falacias acera de la Guerra que ensangrentó España después del diecisiete de julio de 1936.
Falacias propaladas por doquier, que actualmente son insostenibles a la luz de las recientes investigaciones, y la Evidencias Primarias Relevantes afloradas.
Investigaciones que han puesto en evidencia aquellas mentiras, repetidas hasta la saciedad, emulando las enseñanzas de Goebbels, que algunos seguidores de la praxis de aquel conspicuo nazi, todavía siguen propalando.
Quizás de todos esos mitos el más socorrido es el que todos fueron iguales, en su comportamiento bélico.
Es necesario desterrar de la verdadera Historia, el conjunto de falacias, sembradas durante el franquismo, acerca de la Guerra Española 1936-1939.
Guerra española en la que intervinieron directamente unidades organizadas de tropas extranjeras, uniformadas, con armamento propio, dirigidas por sus mandos naturales.
Tales fueron los aportes de nazis alemanes y fascistas italianos, y en menor medida la de portugueses.
Extranjeros fueron también los voluntarios brigadistas, venidos a España para luchar por sus ideales antifascistas, a favor del gobierno republicano de España.
Voluntarios a los que costó encajar por su heterogeneidad, y diversidad lingüística, que dificultó su coordinación e integración, dándose casos de unidades compuestas por individuos variopintas lenguas, en las cuales sus jefes no eran entendidos por sus subordinados.
Con todo, significativamente decisiva, y abundante, fue la participación de los moros mercenarios, contratados a miles en Marruecos, para luchar en el bando franquista.
Repugna a la razón que una CRUZADA pueda llevarse a cabo con moros infieles, sanguinarios, que actuaban como aves de rapiña, luchando por el botín y la soldada, matando cristianos además de regodearse violando y asesinando cristianas, sin respeto alguno por las reglas de la guerra.
Se ha intentado olvidar que entre los defensores del orden republicano de España, había muchos cristianos.
Hecho éste sobre el cual no he visto que se haya escrito mucho.
La violencia desmedida practicada en aquella Guerra Civil, se ha intentado justiciar con argumentos tan vacuos como “ya se sabe, en las guerras se cometen tropelías, bla, bla bla,…”
O dicho de otro modo, que en ambos bandos se cometieron iguales o similares fechorías y carnicerías.
Esta falsedad queda desmontada por estas recientes cifras:
1. | Víctimas de derechas causadas por los rojos |
49.273 |
2. | Víctimas rojas asesinadas por los sublevados |
130.199 |
Como puede verse, comparando ambas cifras, mediante el cálculo del oportuno cociente, el número de víctimas «rojas» supera considerablemente al de víctimas «azules»,
Exactamente un 264 % más.
Y es esperable que esta cantidad crezca, porque hasta el momento solamente se han podido llevar a cabo 207 excavaciones de fosas, con el resultado de 4956 restos humanos recuperados.
Como puede verse, lo de iguales solamente puede decirse de algunos números de la antigua ONCE.
Otros mitos falsos creados por la propaganda franquista, han sido:
1.-
Los «rojos» habían confeccionado listas de derechistas a los que querían eliminar.
Ciertamente, en los lugares donde hubo resistencia al golpe, se practicaron detenciones de los conspicuos individuos considerados de derechas.
Mas, hay una realidad histórica constatada documentalmente, que los alzados disponían y dispusieron de listas de gente marcada, que fue encarcelada, sobre la que se llevó a cabo una represión sistemática, practicando asesinatos y desapariciones, a los que siguieron fusilamientos militares, resultantes de Consejos de Guerra.
Consejos de Guerra en los se aplicó la «justicia al revés»”, pues los rebeldes sublevados contra el gobierno legítimo republicano de España, acusaron de rebeldía a los que se habían mantenido leales a dicho gobierno legal y legítimo de la Segunda República Española.
Consejos de guerra, simulacros de juicios, a los que fueron sometidos los desdichados reos, en total indefensión.
Justicia al revés ahondada en su crueldad por la aplicación de leyes con efecto retroactivo, y declarando como delictivos actos realizados con anterioridad al 18 de julio de 1936.
2.-
La represión fue practicada por la Falange.
En Santa Cruz de Tenerife, la Falange era un minúsculo grupo de individuos, sin poder real.
Sin embargo, desde los primeros días posteriores al 17 de julio de 1936, se ejerció una sanguinaria represión, llevada a cabo por civiles armados, agrupados en una milicia denominada Acción Ciudadana, que no tenían nada que ver con la Falange encabezada por José Antonio Primo de Rivera Sáez de Heredia.
Esta milicia, y todas las que se generaron paralelamente, estaban bajo mando militar. Si algunos de estos accionistas ciudadanos olvidaban quien ejercía el mando, éste demostraba su poder disciplinándolos convenientemente.
3.-
Muchas víctimas fueron fruto de venganzas personales.
Ciertamente conocemos casos de víctimas de denuncias realizadas por vecinos. Y casos de apropiaciones ilegítimas de propiedades obtenidas mediante la extorsión ejercida por algunos represores.
Pero sumándolos todos, constituyen una minoría, dentro del universo de víctimas de la represión.
Finalmente, sin que ello suponga dar por acabado este asunto, pues es obvio que no he pretendido ser exhaustivo, a la gran mayoría de las víctimas del bando vencedor, se les hicieron honras fúnebres solemnes, tras rescatar sus cadáveres y conducirlos al gran panteón funerario del Valle de Los Caídos.
Mientras que muchos de los rojos asesinados sin juicio legal alguno, permanecen en cunetas, caminos, bosques,…, en fosas innominadas y sin localizar.
O en fosas comunes, absolutamente despersonalizados.
Desaparecidos no localizados.
Y, DESAPARECIDOS ilocalizables por haber sido arrojados apotalados al mar y hasta a algún rio.
Constituye una obviedad, que no han recibido igual trato las víctimas de ambos bandos.