CONVOCANDO CONSEJO DE GUERRA EN CAUSA 25 DE 1936


M.8,924,439

198

COMANDANCIA GENERAL DE CANARIAS       Secretaria de Justicia

Orden del dia 11 de Octubre de 1.937 en Santa Cruz de Tenerife

El próximo día 14 de los corrientes a las 16 horas se reunirá en el Cuartel del Almeyda de esta Capital,

el Consejo de Guerra Ordinario de Cuerpo que ha de ver y fallar la causa seguida contra Miguel Tejera Afonso,

por el delito de Traición

EL TRIBUNAL SE CONSTITUIRÁ EN LA FORMA SIGUIENTE.

PRESIDENTE

Teniente Coronel Sr.Don Manuel de León Rodriguez

VOCALES-CAPITANES

 

NOMBRES

DESTINO

Don Rufino Castaño Gonzalez Grupo Mixto de Artillería Numero 2
Don Joaquin Machuca Daza     id       id               id
Don Domingo Rodriguez Isidro Regimiento Infanteria Tenerife nº 38
Don Rafael Peña Leon       id                id           id
Don Vicente Caceres Nicolas       id                id           id

VOCAL PONENTE

Oficial 1º honorifico del Cuerpo Juridico Don Arturo Ascanio y Tolosa

VOCALES-SUPLENTES

Don Pedro Cabeza Rodriguez. Rgmto. Infantería Tenerife nº 38
Don Fernando Quintero Perez       id                id           id

FISCAL

El Jurídico Militar de la Comandancia o el Oficial de la Fiscalía en quien delegue.

DEFENSOR

El Capitan de Infanteria Don Miguel Rueda Vavarro

JUEZ INSTRUCTOR

El Comandante del Permanente Don Elisardo Edel Rodriguez

Se invita a los Señores Oficiales de la guarnición francos de servicio para asistir a dicho  acto.

El Comandante General

El Sr.Coronel Jefe de E-M-

Teódulo G-Peral

[Firma rubricada]

[A la izquierda de la rubricada firma del Coronel TEÓDULO GONZÁLEZ PERAL, está estampado en tinta el sello de E.M. de la Comandancia General.]

 

Cfr.: Cfr.: A-TMTQ 5682-185-8.- Causa 25 de 1936.- Folio 198.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * *

El Fiscal actuante en el Consejo de Guerra sería el Oficial 2º del Cuerpo Jurídico Militar ILDEFONSO SALAZAR Y DEL HOYO, quien solicitó la imposición de la PENA DE MUERTE a MIGUEL TEJERA AFONSO.

Petición que sería atendida por el Tribunal, en su sentencia.

Afortunadamente para el desdichado reo, el Auditor de Guerra, Coronel JOSÉ SAMSÓ HENRÍQUEZ, apreciaría ilegalidad en esta sentencia, y la apelaría, elevándola al Alto Tribunal de Justicia Militar, presidido por el Teniente General EMILIO BARRERA LUYANDO, que resolvería en el sentido indicado por JOSÉ SAMSÓ HENRÍQUEZ.

MIGUEL TEJERA AFONSO, sería condenado a la pena de VEINTE AÑOS DE RECLUSIÓN MAYOR Y ACCESORIAS.

Estar condena quedaría reducida a OCHO AÑOS por aplicación de un indulto en 1940.

 

ROBO DE CINCUENTA PISTOLAS DEL PARQUE DE ARTILLERÍA


Z.4,053,457

Plaza de Santa Cruz de Tenerife                            Año de 1936

 

Comandancia Militar de Canarias

 

JUZGADO PERMANENTE

 

Miguel Tejera

C A U S A  Nº 25

 

Robo de cuarenta y cinco pistolas Astra, cuatro Campo-Giro y una Bergman del Parque de Artillería

Se instruye contra el soldado de artillería Miguel Tejera Afonso

.

 

Ocurrió el hecho, el    de                    de 19

Dieron principio estas actuaciones el    de                       de 19.

 

En prisión preventiva

 

 

JUEZ INSTRUCTOR

SECRETARIO
El Comandante de Infantería don

El Brigada de Infantería don

FRANCISCO SÁNCHEZ PINTO

Eugenio Rodríguez Alonso

Otro Don

Otro Don

Elisardo Edel Rodriguez

Agustín Durán Delgado
 

Alférez de Infantería

 

Otro

 

Don Antonio Carballo Arias

 

Cfr.: A-TMTQ 5682–185-8.- Causa 25 de 1936.- Cubierta.

5582-185-8 CAUSA 25 DE 1936 CONTRA MIGUEL TEJERA AFONSO


0.- INTRODUCCIÓN
El sábado primero de mayo de 1936, es conmemorado por las organizaciones proletarias tinerfeñas con dos grandes actos, celebrados separadamente.
Al acto de la mañana, organizado por la U.G.T., juntamente con los socialistas y comunistas, asisten unas cuatro mil personas en la Plaza de Toros.
Este acto concluye con una manifestación que confluye ante el Gobierno Civil, sito en el Palacio de Carta, en la Plaza de la República.
Nombre éste, impuesto en 22 de abril de 1936, a la hasta entonces conocida como Plaza de la Constitución. Que sería, en primero de mayo de 1939, rebautizada con el nombre actual de Plaza de la Candelaria.
En aquella manifestación matinal participan, uniformados, jóvenes socialistas y comunistas.
Por la tarde, la pujante organización anarquista C.N.T. celebra en el mismo lugar – Plaza de Toros -,  otro gran mitin, duplicando el número de asistentes registrado en el acto anterior matutino.
Mientras tanto, la Comandancia Militar lleva a cabo una gran demostración de fuerza, desplegando tropas por diversas partes de la Capital, y carretera de La Laguna. Y ocupa el Puerto de la Cruz, desplegando unidades y emplazando ametralladores en los puntos considerados estratégicos, adueñándose del control de la norteña Ciudad, pionera del socialismo en la Isla de Tenerife.
1.-
Precisamente, aquel sábado 1º DE MAYO DE 1936, fue iniciada la Causa 25 de 1936, motivada por un parte fechado el día anterior, viernes 30 de abril de 1936, remitido por el Jefe del Parque de Artillería, Teniente Coronel JOSÉ GÓMEZ RUMEU, comunicando la falta de 50 pistolas en dicho Parque (45 Astra, 4 Campo-Giro y una Bergman).
Esto sucedía CUARENTA Y OCHO días antes de la sublevación militar contra el legítimo Gobierno Republicano de España.
2.-
El Auditor JOSÉ SAMSÓ HENRÍQUEZ ordena al Comandante Juez Permanente FRANCISCO SÁNCHEZ PINTO, para que, con el carácter de Juez Instructor y auxiliado por el Secretario que designe, proceda a la formación de causa por presunto delito de robo, asignándole el número 25.
3.-
El Comandante Juez Permanente FRANCISCO SÁNCHEZ PINTO designa secretario al Brigada de Infantería EUGENIO RODRÍGUEZ ALONSO, e inicia el procedimiento, de modo inmediato, en aquel mismo sábado 1º DE MAYO DE 1936.
4.-
En primer lugar toma declaración al Teniente Coronel JOSÉ GÓMEZ RUMEU, en calidad de testigo. [Folios 5 y 6].
Acto seguido procede a realizar la inspección ocular en el Parque de Artillería de una sala habitación denominada bastera, donde estaban las cajas de las cuales habían sido sustraídas las 50 pistolas. [Folio 7].
Luego interroga a los auxiliares PABLO BELLIDO MONGE, RAMÓN TORRES JIMÉNEZ, y JULIO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, así como al Alférez JOSÉ CARRASCO SOTO.
A continuación, en ese mismo sábado 1º de mayo de 1936, dicta auto decretando la entrada y registro en los domicilios de RAMÓN TORRES JIMÉNEZ y JULIO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ.
A renglón seguido, ordena remitir relación de las armas sustraídas al Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil y al Comisario Jefe de Investigación y Vigilancia, para que con el personal a sus órdenes se practiquen con la mayor reserva, las gestiones procedentes. [Folio 13].
El Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil era el Teniente Coronel ISIDRO CÁCERES PONCE DE LEON.
Y JOSÉ VILLAMIDE SALINERO era el Comisario Jefe de la Policía.
5.-
El martes cuatro de mayo de 1936, doña PURIFICACIÓN GARCÍA VALDÉS, comparece en la Comisaría de Investigación y Vigilancia, manifestando que desde el día dos a las siete horas hasta la fecha no ha vuelto su marido JULIO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, que pertenece al Cuerpo Auxiliar Subalterno del Ejército (Suboficiales). Que lo pone en conocimiento por si le ha ocurrido alguna desgracia y ruega se hagan las gestiones oportunas para averiguar su paradero, haciendo constar que su marido va vestido de militar.
El Comisario Jefe oficia a la Comandancia Militar transcribiendo la denuncia de doña PURIFICACIÓN GARCÍA VALDÉS.
Acto seguido, mediante oficio firmado por el Coronel Jefe de Estado Mayor TEÓDULO GONZÁLEZ PERAL, éste traslada el contenido de denuncia de doña PURIFICACIÓN al Comandante Juez Permanente de la Comandancia Militar.
En el mismo martes cuatro de mayo, es tomada nueva declaración al Alférez JOSÉ CARRASCO SOTO.
Al día siguiente, miércoles cinco, es tomada declaración al Teniente ALBERTO ABRISQUETA ASENSIO.
6.-
En dichos interrogatorios se percibe la incuria militar de aquella época, y queda de manifiesto la inepcia y falta de competencia profesional de algunos de los militares interrogados.
Se producen algunas detenciones.
7-
Acusando recibo del oficio remitido por el Coronel de E.M. TEÓDULO GONZÁLEZ PERAL, el Comandante Juez Permanente FRANCISCO SÁNCHEZ PINTO, dicta auto decretando la detención e incomunicación de Don JULIO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, con fecha 6 de mayo de 1936 [Folio 13].
8.-
Luego, el Comandante FRANCISCO SÁNCHEZ PINTO ordena se hagan entradas y registros en determinadas casas, con resultado infructuoso.
Son citadas para ser interrogadas algunas mujeres de la calle Miraflores, cabareteras o artistas.
Como algunas de ellas ya no estaban en Tenerife, se dictan exhortos para Las Palmas, Málaga y Cádiz.
Exhortos cuyas respuestas se demoran hasta el 16 de junio de 1936.
La respuesta de la alcaldía de Cádiz esta datada el 4 de junio.
La declaración de la artista MARÍA RECIO GARCÍA está datada en Málaga el13 de julio de 1936.
9.-
Mientras tanto, el jueves 27 de mayo de 1936, había prestado declaración el soldado MIGUEL TEJERA AFONSO.
Al día siguiente, viernes 28 de mayo de 1936, este soldado MIGUEL TEJERA AFONSO, efectúa una segunda declaración, negando ser poseedor de una pistola.
El domingo 13 de junio de 1936, por tercera vez, declara el soldado MIGUEL TEJERA AFONSO, de quien se dice que es conocido por ALFONSO TEJERA.
10.-
La tramitación de la Causa queda interrumpida por el estallido de la Guerra Civil.
Al folio 104, con fecha 9 de octubre de 1936, el Comandante FRANCISCO SÁNCHEZ PINTO, por tener que marchar en breve a la Península, ordena hacer entrega de la causa al Comandante ELISARDO EDEL RODRÍGUEZ
Este Comandante EDEL, ha de nombrar nuevo Secretario, por ausentarse para la Península, EUGENIO RODRÍGUEZ ALONSO, quien ya había sido ascendido de Brigada a Alférez, inicial Secretario de esta Causa 25 de 1936.

El nuevo Secretario es AGUSTÍN DURÁN DELGADO

11.-
En 12 de marzo de 1937, el Fiscal PABLO HURTADO IZQUIERDO formula su escrito acusatorio, en el cual pide la imposición de la PENA DE MUERTE A MIGUEL TEJERA AFONSO.
Han transcurrido, pues, más de DIEZ MESES desde la detención de MIGUEL TEJERA AFONSO.
12.-
El 5 de abril de 1937 el Auditor PEDRO DOBLADO SÁIZ  decreta su vista en consejo de Guerra, nombrando Vocal Ponente al auditor LUIS PIERNAVIEJA DEL POZO.
13.-
El 14 de octubre de 1937, MIGUEL TEJERA AFONSO, fue sometido al Consejo de Guerra, presidido por el teniente coronel de Ingenieros MANUEL DE LEÓN RODRIGUEZ, que dictaría SENTENCIA condenando a MIGUEL TEJERA AFONSO a la PENA DE MUERTE, por el delito de TRAICIÓN.
14.-
Afortunadamente, el Auditor de Guerra, Coronel JOSÉ SAMSÓ HENRIQUEZ, recuerda que los hechos declarados probados, habían sido cometidos por MIGUEL TEJERA AFONSO, después de marzo de 1936, y antes del 18 de julio de 1936.
CONSIDERANDO que el procesado al obrar en estrecha compenetración y colaboración con quiene dirigían la preparación y organización del movimiento rebelde y condenados como tales reos de rebelión militar, como consta en los antecedentes obrantes en esta Auditoría, facilitando a dichos elementos armas para el alzamiento subversivo que se inicia – el 18 de julio de 1.936, participa de la responsabilidad de estos, como verdaderos coautores del delito de rebelión por todos perpetrado, y debe en su virtud calificarse la importante actuación del artillero MIGUEL TEJERA AFONSO, como constitutivo de un delito de rebelión y comprendido en el número 2º del artículo 238 del Código de Justicia Militar.
El Auditor de Guerra, Coronel JOSÉ SAMSÓ HENRIQUEZ, disiente del fallo consultado, CONSIDERANDO que en la rebelión, la pena era la de reclusión perpetua a muerte, acuerda elevar las actuaciones al Alto Tribunal de Justicia Militar, interponiendo recurso de casación y apelación.
Alto Tribunal de Justicia Militar presidido por el Teniente General EMILIO BARRERA LUYANDO, desde el 27/9/1937 hasta el 5/1/1939.
15.-
Finalmente MIGUEL TEJERA AFONSO, sería condenado a la pena de VEINTE AÑOS DE RECLUSIÓN MAYOR Y ACCESORIAS.
Como había sido ingresado en prisión preventiva el 9 de noviembre de 1936, y la sentencia del A.T.J.M. no sería firme hasta el 19 de enero de 1938, del tiempo total de la condena le sería deducido 1 año 12 meses y 11 días.
Quedándole por cumplir el resto: 18 años 9 meses y 19 días.
Desde el 19 de enero de 1938 hasta el día tres de noviembre de 1956.
 
16.-
En 6 de junio de 1940, estando MIGUEL TEJERA AFONSO en la prisión habilitada “Costa Sur”, le es comunicada la gracia concedida por la Comisión de Provincial de Examen de Penas, en la que se le conmuta la pena impuesta por la de OCHO AÑOS. Firmando tal notificación MIGUEL TEJERA AFONSO, con el Secretario notificador, ALBERTO RAMOS DÍAZ.
En aquel momento, a MIGUEL TEJERA AFONSO le restaba por cumplir de la pena impuesta, 4 años 6 meses y 13 días.
Previéndose que dejará extinguida la nueva condena, en 6 de noviembre de 1944.
 

DOS OMISIONES CLAMOSAS


Leyendo el libro «Calles y Plazas de Santa Cruz de Tenerife (1996)» de Juan J. Arencibia de Torres, dentro de la descripción de la Plaza de la Iglesia, casi al final del capítulo VI, me llamó la atención el siguiente párrafo:

¡Qué manía tienen los políticos españoles de cambiar los nombres de las calles y plazas! Esperemos que este «deporte» haya acabado ya de una vez por todas.

En 2003, en otro libro titulado «Pinceladas Canarias», vuelve J.J. Arencibia sobre el mismo tema escribiendo:

Resulta disparatado el cambio de nombres de las calles por razones políticas, Lo mejor en el futuro es no rotular calles con nombres de políticos, sean del color que sean. Los políticos de todas las épocas son buenos para unos y detestables para otros, En materia política es difícil contentar a todos.

Semejante exclamación interjectiva, y la reiteración en el mismo punto siete años más tarde,  suscitó mi curiosidad hacia el tema de los nombres de las calles.

En un libro anterior, publicado en 1994, «CANARIAS Y LOS MILITARES», en su página 176, el Coronel Arencibia había dejado escrito este otro texto:

“El General Dolla, al que recuerdo perfectamente por haber estado en casa de mis Padres en más de una ocasión en Icod, ciudad de la que mi padre fue Alcalde hasta Febrero de 1937”.

Que el hijo de un político tan relevante en la historia de Icod de Los Vinos, durante la Segunda República y el autodenominado Alzamiento Nacional, jefe fundador de Acción Ciudadana en dicha ciudad, que además es sobrino de Julio Arencibia, Alcalde de Icod, que ostentó el poder municipal durante más de 15 años, – desde el 17 de octubre de 1947 hasta su fallecimiento el 28 de marzo de 1963, descalifique a los políticos por cambiar los nombres de las calles, resulta bastante sorprendente, y hasta patético.

Para abonar aún más su posición contraria al cambio de los nombres de calles por decisiones políticas, en otro de sus libros, «Pinceladas Canarias» publicado en 2003, se puede leer el siguiente párrafo:

 

“Hubo un tiempo en que algunas calles santacruceras tuvieron nombres preciosos posiblemente dados por el pueblo y que obedecían a motivos lógicos. Como escribió Martínez Viera:”Modificar el nomenclátor de una ciudad es perjudicial. Para perpetuar hechos y personas, las calles nuevas” ¿Aprenderán los alcaldes y concejales?

Es verdad que Santa Cruz de Tenerife ha tenido calles con nombres preciosos tales como Libertad, Igualdad y Fraternidad, los cuales fueron eliminados y sustituidos por los de Comandante Sánchez Pinto, General Goded y Capitán Gómez Landero, respectivamente.

La cita de FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA, está extraída de su artículo «Los Nombres de Nuestras Calles», publicado en 1951, y recopilado dentro del libro «El antiguo Santa Cruz», editado en 1967.

Pero la cita al ser incompleta está descontextualizada.

El párrafo completo de Francisco Martínez Viera dice así:

“Es difícil, repetimos, «desarraigar» un nombre antiguo de una vieja calle. Difícil y complicado. Reconocemos que modificar el nomenclátor de una ciudad es perjudicial y sólo produce trastornos. Para perpetuar hechos y personas, las calles nuevas, Aquí en Santa Cruz, en la parte vieja, ya no caben más cambios de nombres. Ahí están las barriadas, para resistir el aluvión… Lo hecho, hecho está y la lección de su eficacia está en la «pugna» que hemos querido destacar.

Lamentablemente, los ediles municipales santacruceros no han prestado atención a estas palabras de FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA, porque el 21 de febrero de 1977 decidieron cambiar el nombre de la Calle ROSARIO por el de Marcos Redondo.

El artículo de FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA constituye una evocación de numerosos nombres antiguos de calles que se han resistido a desaparecer, a pesar de haber sido declarados eliminados y sustituidos por otros nombres oficiales.

Así rememora nombres como Las Flores, El Sol, La Luna, El Clavel, Botón de Rosa, La Gloria, La Marina, La Rosa, San José, San Francisco,…

Y en contraste, menciona otros nombres que si han sido capaces de imponerse, haciendo olvidar los antiguos: Teobaldo Power, Puerta Canseco, Ruiz de Padrón, José Murphy, Ramón y Cajal, Bernabé Rodríguez,…

Y también dice:

El nombre de Pi y Margall ha «triunfado» sobre el de Cayo Blanco, que nada nos dice, ni nada nos recuerda.”

Oculta FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA parte de la verdad, lo que según algunos es contribuir a la mentira.

Veamos por qué.

CALLE PI Y MARGALL

Durante el reinado de ALFONSO XIII, en plena dictadura del GENERAL MIGUEL PRIMO DE RIVERA Y ORBANEJA, el día 21 de abril de 1924 tuvo lugar una reunión de la Comisión Municipal Permanente presidida por el Alcalde Constitucional don FRANCISCO LA-ROCHE Y AGUILAR, a la que asistieron los vocales Anselmo Benítez, Enrique Ponz, ASENSIO AYALA ESPINOSA, José Manuel Guimerá, Marcos Frías y MAXIMILIANO DÍAZ NAVARRO.

En el acta de la sesión puede leerse este párrafo:

“Vista una instancia suscrita por el Sr. Presidente de la “Juventud  Republicana” D. Francisco Martínez Viera, solicitando se acuerde dar el nombre de Don Francisco Pi y Margall, a una de las calles de la población, con motivo de celebrarse el día veintinueve del mes en curso el centenario del nacimiento del mencionado eminente patricio, la comisión Permanente, aceptando propuesta del Sr. Alcalde Presidente, que indicó a tal objeto la calle de Cayo blanco, y después de manifestar el Concejal Sr. Enrique Ponz que creía poco importante dicha calle para llevar el nombre de hombre tan grande e indicar para ello la Avenida Marítima, acordó dar el nombre de Pi y Margall, a la calle de Cayo Blanco.”

Un inciso.

Llama la atención – canta como dicen los pibes – que en plena Dictadura dentro de un régimen monárquico, prosperara una moción para designar una calle con el nombre de un patricio republicano.

Y es aún más llamativo que en el devenir histórico, doce años más tarde, los tres conspicuos vocales cuyos nombres han sido subrayados

FRANCISCO LA-ROCHE Y AGUILAR

MAXIMILIANO DÍAZ NAVARRO

ASENSIO AYALA ESPINOSA,

participarían decisivamente en la Comisión Gestora Municipal, que, bajo el mando del Coronel de la Guardia Civil JUAN VARA TERÁN, ocupó el Ayuntamiento después del Alzamiento de 18 de julio de 1936.

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2013/02/16/el-ayuntamiento-ocupado-por-los-sublevados/

 

Hay que señalar que ASENSIO AYALA no duró en este cargo ni un año, ya que sería acusado de masón y destituido en junio de 1937.

Fin del inciso.

El resultado de la instancia del Presidente de la Juventud Republicana fue cambiar el nombre de una calle preexistente por otro.

FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA había sido uno de los concejales destituidos por la aplicación del nuevo Estatuto Municipal de la Dictadura de Primo de Rivera.

Unos diez años más tarde, el día primero de agosto de 1934, FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA ejerciendo como concejal republicano, siendo en aquel momento Alcalde RAFAEL CALZADILLA, presentó una moción para que el nombre de la antigua PLAZA REAL, que en aquel momento era conocida como PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN, conservara este nombre, y simultáneamente se asignara el nombre de PLAZA DE LA REPÚBLICA a una plaza de nueva creación prevista, al este de la anterior.

La moción resultaría aprobada por el Pleno del Ayuntamiento.

Actualmente la CONSTITUCIÓN da nombre a la Avenida que arranca junto a la Terminal de Guaguas, en la confluencia de la Avenida Tres de Mayo con la Avenida Marítima,

Avenida de la Constitución que, físicamente, es una prolongación de la Avenida Marítima hacia Los Llanos, la nueva zona de expansión de Santa Cruz hacia el Sur.

Como tal prolongación de la Avenida Marítima, podría haberse ahorrado el nombre de la Constitución, sin objeción alguna.

Lo cual pone de manifiesto que a la hora de bautizar calle y plazas, los ediles que ha sufrido la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife, no han estado muy afortunados.

Paradigmático resulta el caso de la AVENIDA MARÍTIMA, cuyo nombre ha sufrido sucesivos avatares.

Los alzados el 18 de julio pretendieron primeramente quitarle su nombre para dedicar tan importante vía al GENERAL FRANCO.

¡La primera propuesta para dedicar una calle al GENERAL FRANCO fue la de sustituir el nombre de la Avenida Marítima!

En fecha tan temprana después de consumado el golpe militar, como el siete de septiembre de 1936.

En esta fecha todavía no había llegado el GENERAL DOLLA para hacerse cargo del mando supremo de Canarias, al frente de su Comandancia Militar.

Pero ya se habían cometido incontables asesinatos, desapariciones, y toda clase de vesánicas tropelías.

La mencionada propuesta no sería ejecutada.

 

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2013/05/24/el-nombre-de-general-franco-a-la-avenida-maritima/

 

Al CAUDILLO POR LA GRACIA DE DIOS, había que dedicarle una calle de más categoría.

Si de paso se llevaban por delante un nombre republicano, mejor que mejor.

Y así sería.

Porque el nombre de la Rambla DEL XI DE FEBRERO, fecha de proclamación de la Primera República Española en 1873, sería eliminado del nomenclátor capitalino, y sustituido por el del GENERAL FRANCO.

Después de la caza, captura y eliminación física de las vidas de tantos republicanos inocentes, el nuevo régimen prosiguió su labor represora en todos los ámbitos de la vida.

Los nombres de las calles y plazas constituyeron un objetivo atacado por aquellos ilegítimos munícipes surgidos del autodenominado Alzamiento. Veremos cómo se llevó a cabo.

Posteriormente, la AVENIDA MARÍTIMA perdería su descriptivo nombre, para ser reemplazado por el de JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA,

Curiosamente, unas semanas después de la fecha de la moción presentada y aprobada, FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA ocuparía el sillón de Alcalde.

Aunque toda esta historia denota una gran incoherencia en la trayectoria vital de Francisco Martínez Viera, hay que reconocer que con una demora de casi dos décadas sobre sus afanes republicanos, reconoce que modificar el nomenclátor de una ciudad es perjudicial y sólo produce trastornos.

 

* * * * *


LAS DOS OMISIONES CLAMOSAS

El Coronel Arencibia ha publicado un nuevo volumen titulado

«Conozca Santa Cruz de Tenerife: Su historia a través de sus calles, plazas y otras curiosidades»,

Le he dado un vistazo rápido a este nuevo volumen, y me he quedado bastante decepcionado.

Dice haber añadido más de cien nuevas calles. Pero en la mayoría de éstas se ha limitado a transcribir los nombres con un mínimo texto, digno de los mejores telegrafistas de la época del lenguaje Morse.

Reconociendo el esfuerzo llevado a cabo para tal trascripción, tampoco tiene mucho mérito, porque dispuso de la facilidad de encontrarse con el acuerdo de fecha 18 de mayo de 1973, adoptado por la Corporación municipal presidida por Ernesto Rumeu de Armas, antepenúltimo Alcalde pre democrático de Santa Cruz de Tenerife, en el cual se colaron de golpe y porrazo más de un centenar de calles, de las cuales ochenta y ocho nombres corresponden a ínclitos personajes.

Pero lo que resulta imperdonable, por el dolor innecesario que provoca, es que hay dos omisiones clamosas.

No aparecen en el libro dos significados republicanos, que merecían un trato especial.

El primero, Don FRANCISCO MUÑOZ SERRANO, Cabo del Cuerpo de Seguridad Republicano – la Guardia de Asalto – tiene una calle dedicada a su memoria por acuerdo del nuestro ayuntamiento de fecha 22 de noviembre de 1996.

Es una calle pequeña, situada en el barrio de Santa Clara, que desciende desde la calle MAESTRO ESTANY y desemboca en la AVENIDA PRÍNCIPES DE ESPAÑA, casi paralela a la calle SARGENTO PROVISIONAL.

Estas tres vías si aparecen en el libro del Coronel Arencibia.

Lo cual hace menos comprensible la omisión del Cabo Don FRANCISCO MUÑOZ SERRANO.

Y el segundo, el último Alcalde Republicano, Don JOSÉ CARLOS SCHWARTZ HERNÁNDEZ, asesinado en Octubre de 1936, tiene dedicada a su memoria una plaza en el barrio de Salud Bajo, por acuerdo municipal de fecha 23 de enero de 1978.

Esta plaza está custodiada por los Menceyes Guanches Bencomo, Imobac y Tanausú.

En este caso, en disculpa del Coronel Arencibia, habría que decir que en sus libros no he visto muchas calles y plazas del Barrio de La Salud.

Y además no da muestras de haberse ocupado mucho en conocer de los nombres guanches que rotulan las calles de nuestra Capital,  pues solamente he podido ver tres líneas dedicadas al bravo TINGUARO, – de cuya existencia duda -, y línea y media a la calle situada en  Las Delicias, dedicada a Beneharo, hijo del último gran Mencey de Tenerife.

A pesar de todo, debo dar las gracias al Coronel J.J. Arencibia de Torres, porque, motivado por ese párrafo, me he puesto a la tarea de averiguar la verdadera historia de los nombres de las vías urbanas de Santa Cruz de Tenerife, habiendo encontrando algunos libros y diversos documentos que han incrementado mi deseo de saber más.

De la lectura de éstos, y de su contraste con la documentación original existente en los Archivos, he ido llegando a esta convicción:

Lo que hay publicado adolece de múltiples errores y falacias.

Por falta de rigor de los historiadores o contadores de historias

Concluyendo:

La verdadera historia de nuestras calles y plazas no ha sido escrita y publicada, correctamente.

Como tampoco ha sido publicada la auténtica historia del trágico siglo XX canario. Y por ende de España.

PLAZA DE LA REPÚBLICA EN 1936


El registro de la sesión plenaria municipal del 22 de abril de 1936 comienza en el folio 90 vuelto y termina en el folio 106 vuelto, del libro de Actas identificado con el número 29 en el Archivo Municipal de Santa Cruz de Tenerife.

Este libro se inicia el 11 de marzo de 1936 y acaba el 27 de mayo de ese mismo año, conteniendo 200 folios numerados.

El texto del acta de esta sesión, de fecha 22 de abril de 1936, comienza al final del folio 90 vuelto, de esta tenor:

En las Casas Consistoriales de la M.L.N.I y Muy Benéfica Ciudad, Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, Capital de la provincia de este nombre, a veintidós de abril de mil novecientos

 [folio 91]

 treinta y seis, se reunió el Excmo. Ayuntamiento en sesión pública ordinaria de segunda convocatoria, previamente citado con arreglo a las vigentes, bajo la Presidencia del Sr. Alcalde Don José Carlos Schwartz Hernandez y con asistencia de los Sres. Concejales consignados al margen, para tratar y resolver los asuntos figurados en el orden del día, repartidos con la convocatoria.

Los Vocales consignados la margen eran:

1.

 Salvador Díaz Ferreira

2.

 Fulgencio Santaella Tuells

3.

 José María Martín Díaz

4.

 Gregorio Cubas Arbelo

5.

 Manuel Armas González

6.

 Francisco González Fernández Trujillo

7.

 José González Cabrera

8.

 Fernando Crespo Llorente

9.

 Álvaro Padrón Benítez

10.

 Isabel González González

11.

 Francisco Palacios Gutiérrez

12.

 Antonio Alberto del Castillo

13.

 Manuel Guadalupe Pérez

14.

 Pedro Hernández Pérez

15.

 Oscar Pestana Nóbrega

16.

 Juan Martínez de la Peña

17.

 Francisco Rodríguez Guanche

18.

 Luís Álvarez Nañez

19.

 Santiago Albertos Hernández

20.

 Juan Alonso de Armas

21.

 Nicolás Mingorance Pérez
22.

 Cándido Reverón González

 

Abierta la sesión a las dieciocho horas treinta minutos, el infrascrito Secretario dio lectura al acta de la anterior que fue aprobada por unanimidad y sin discusión.

 Son tratados y debatidos un buen número de asuntos, hasta llegar al folio 96, donde leemos:

Se dio lectura a una propuesta del concejal Sr. González y F. Truijillo en la que después de hacer una exposición de lo ocurrido con los nombres que han de llevar las Plazas de S. Telmo y la de la República, propone lo siguiente:

 

1º Que el Ayuntamiento acuerde dar efectividad al acuerdo de que la Plaza de San Telmo, se denomine Plaza de Adolfo Benítez, colocando al efecto los dos rótulos que se ofrecen y que están entregados al Ayuntamiento.

 

2º Revocar el acuerdo de que los jardines cercanos a la Avenida Marítima se denominen Plaza de la República.

 3º Dar el nombre de Plaza de la República a la actual plaza de la Constitución.

 4º Hacer desaparecer de dicha última plaza los rótulos que dicen “Plaza de la Constitución” y “Plaza Real”.

 5º Acordar la colocación de los rótulos de la Plaza de la República en las fa-

 [folio 97]

 chadas de los Hoteles “Orotava” y “Victoria”

6º Determinar si se instalan los dos rótulos, desde luego, sin ninguna clase de ceremonias, o si procede descubrirlos un día en las próximas fiestas de Mayo, con sencillas pero sentidas demostraciones de fervor republicano de que tan necesitados estamos.

S.E. por unanimidad acordó aceptar integramente la propuesta formulada.

Resulta sorprendente este acuerdo por unanimidad de la propuesta formulada, cuando la misma contiene en su punto 6º una disyuntiva que no queda aclarada en el acta.

¿De este punto 6º, qué resultó aprobado?

¿Qué las placas fueran colocadas sin ceremonias?

¿O que fueran descubiertas con demostraciones de fervor republicano?

Lo que si parece claro es que el proponente estaba anhelando el fervor republicano.

En cuestión de fervores, sean monárquicos, republicanos, patrióticos, o religiosos, en todos los tiempos se han demandado demostraciones.

Siempre ha habido individuos o grupos de individuos fervorosos, fervientes, férvidos.

Y es bien sabido que cuando la gente hierve se pueden producir toda clase de desmanes.

Por lo leído y visto, a más de uno le debía faltar un hervor, prestando tanta atención a rótulos y placas, cuando la economía del Ayuntamiento era tan precaria, que no había dinero ni para pagar los alquileres de los locales necesarios para celebrar la elección de los compromisarios que debían acudir a Madrid para la elección del Presidente de la República.

Así queda acreditado en el acta, a renglón seguido del acuerdo anterior, diciendo:

 

Se dio lectura de un informe de la Intervención de fondos, relacionado con el escrito formulado por el Negociado de Estadística proponiendo la ejecución de de determinados gastos para atender el pago de alquileres de locales en donde instalar los Colegios electorales con motivo de la elección de Compromisarios para la designación de Presidente de la República, ya adquisición de material.

 S.E. en vista de que se ha agotado el crédito correspondiente y de conformidad con lo propuesto por la Intervención de fondos, acordó satisfacer con cargo al Capítulo 18 “Imprevistos” del actual presupuesto las cifras de 1.400 pesetas que importan los alquileres de local y 343,510 ptas. para material de escritorio.

 

PLAZA DE LA REPUBLICA Y PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN

En el libro editado por el Centro de la Cultura Popular Canaria, Estampas Isleñas, del que es autor Carlos García, identificado con el ISBN 84-7926-479-9, figuran dos fotografías antiguas, ubicadas en su página 155, identificadas con lo números 24 y 25.

La número 24 está asociada al texto

La Plaza de la República

Y la número 25 a

La Plaza de la Candelaria, antigua Plaza Real.

A la vista de las imágenes, no cabe ninguna duda que esta última foto corresponde con el espacio ocupado actualmente por la Plaza de la Candelaria,

Y la foto marcada como 24, evidencia que el espacio identificado como Plaza de la República, ha sido totalmente reformado, estando ocupado por la Plaza de España donde se encuentra el monumento con la Cruz de Los Caídos, hoy en día remodelado.

En la página anterior (154) de dicho libro, Carlos García ha dejado escrito:

La plaza de la República

 

Tras el derribo del castillo principal de Santa Cruz, en el año 1929, se conformó una explanada en la que realizó una plaza ajardinada, con bancos de madera para el descanso de los transeúntes, que se conoció como plaza de la República. En esta misma localización se construiría la actual plaza de España donde se levantó, en su centro, la Cruz de los Caídos, como monumento a los fallecidos durante la guerra civil española. A la izquierda de la misma estuvo el desaparecido Hotel Orotava, antes fonda de Panasco, donde hoy se levanta el edificio Olimpo; un poco más arriba el torreón del círculo Mercantil, donde hoy se encuentra la sede de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación. El monumento a la Virgen de Candelaria también se alza a su frente y, el bazar-droguería Espinosa estaba en el lugar que hoy ocupa el banco de Santander.

Deja bien claro, Carlos García, que en la misma localización de la plaza ajardinada que se conoció como plaza de la República, se construiría la Plaza de España.

Pero luego el párrafo se torna confuso y contribuye algo más a la ceremonia de la confusión histórica.

La condensación de Carlos Gracia omite las fechas en las que se produjeron los cambios de nombres, al ignorar los documentos municipales aflorados, y utiliza los tiempos verbales de modo equívoco.

Ciertamente el derribo del Castillo tuvo lugar en 1929.

La Plaza ajardinada construida en esta zona no sería conocida como Plaza de la República hasta 1934, cinco años más tarde.

Sigue contribuyendo a la confusión Carlos García, al ligar en el mismo párrafo a la Plaza de la República con la Plaza de La Candelaria.

Estaban fuera del entorno de esa Plaza de la Republica, y caían dentro del espacio rectangular que configuraba y contorneaba a la actual Plaza de La Candelaria, todos los edificios y locales mencionados a continuación:

El desaparecido Hotel Orotava, antes fonda de Panasco, donde hoy se levanta el edificio Olimpo, el torreón del círculo Mercantil, donde hoy se encuentra la sede de la Cámara, el bazar–droguería Espinosa cuyo solar está ocupado por el edificio singular del Banco de Santander, y el Monumento a la Virgen de la Candelaria, que da nombre a la plaza.

Más adelante en la página 156, añade este texto:

Donde hoy se alza el edificio Olimpo se encontraba una desaparecida edificación que albergaba, como era frecuente en la zona, una tienda de ropa, “camisería!, “corbatas” y “guantes” que fue el primer establecimiento de “New England” propiedad del hindú  Chisiu y del Sr. Caballero; hoy existe una nueva tienda propiedad de los herederos en idéntico lugar y con el mismo nombre.  En el primer piso existió una barbería a la que se accedía por una escalera lateral, que fue de Luís Benítez pero que más tarde traspasó a Luís Marrero, que puso allí su establecimiento al mudarse del edificio de enfrente, en el que estaba el Casino, mientras lo demolían para construir el actual. A la derecha se ubicó una relojería, tratándose del establecimiento de Félix Claveríe que posteriormente cedió parte de su local, en la esquina, a Víctor González para su tabaquería. Hoy ambos herederos mantienen la misma localización de sus negocios y con iguales nombres.

Esta descripción corresponde al espacio urbano que hoy conocemos como Plaza de la Candelaria, la cual sería reconocida oficialmente como Plaza de la República en abril de 1936, dos años después, al producirse el triunfo electoral del Frente Popular.

Detalles de aquel efímero triunfo popular, pueden ser consultados en este mismo blog.

Con el avatar histórico, la primera Plaza de la República, sería destruida.

 El espacio ajardinado ubicado frente al edificio del Cabildo Insular de Tenerife, fue remodelado, para construir en su lugar el monumento de la Cruz de los Caídos.

Monumento exclusivamente dedicado a los fallecidos del bando vencedor en la última guerra civil española de 1936-1939.

 El alcance de todos los Monumentos a los Caídos, construidos después de la Guerra Civil, llegaba hasta los muertos de las filas de los alzados contra el legal y legítimo gobierno de la Segunda República Española.

 Los muertos en el bando leal al gobierno republicano, nunca han sido considerados Caidos por la Patria.

Y algo similar sucedió con los heridos.

Los del bando vencedor han sido distinguidos como Caballeros Mutilados por la Patria, disfrutando de ayudas oficiales establecidas por los vencedores.

Mientras que los heridos republicanos eran rojos, compelidos a sobrevivir como parias, sin más ayuda que las que pudieran recibir de sus familias, si tenían algo, o de las limosnas de las personas caritativas auténticas.

Como ha quedado reflejado, toda esta confusión histórica en el entorno de la actual Plaza de La Candelaria, queda nítidamente aclarada consultando los documentos aflorados.

RECAPITULACIÓN

 

En llegando este punto conviene detenerse un momento para recapitular, con el fin de fijar algo más el tema, resumiendo todo lo visto hasta ahora:

1.- En la zona frente al edificio del Cabildo Insular de Tenerife, se había previsto inicialmente, mediante proyecto arquitectónico aprobado, construir una plaza, a la que originalmente se le quiso asignar el nombre de Plaza de Primo de Rivera.

 2.- Junto al lugar que actualmente ocupa la Plaza de España, hubo una plaza con el nombre oficial de Plaza de la República.

 3.- El 22 de abril de 1936 se le asigna oficialmente el nombre de Plaza de La República a la Plaza de la Constitución.

 4.- El último nombre oficial anterior de la vía urbana conocida actualmente como Plaza de la Candelaria fue Plaza de la República.

 * * * * *

 

LA SEGUNDA REPUBLICA

Documentación adicional que asevera lo sucedido tras la proclamación de la Segunda República Española, en Santa Cruz de Tenerife, ha sido expuesta en este blog.

Sobre los cambios de nombres de calles y plazas durante esa etapa republicana, es específicamente recomendable este enlace

https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2013/03/11/imponiendo-nombres-a-las-calles-en-la-segunda-republica/

MARTES DE CARNAVAL DIA HÁBIL Y 18 DE JULIO FESTIVO


 

El 5 de octubre de 1936, se reúne la Comisión Gestora Municipal del Excmo. Ayuntamiento en sesión pública ordinaria de primera convocatoria, previamente citado con arreglo a las vigentes disposiciones, bajo la Presidencia del Sr. Gestor don Francisco La-Roche, por hallarse dado de baja el Alcalde propietario Coronel Don Juan Vara Terán; y con asistencia de los Sres. Gestores consignados, para tratar y resolver los asuntos figurados en el orden del día, repartidos con la convocatoria.

 

Asisten los Gestores:

 

1.- Vicente Barrios [antes Expósito] Pérez

 

2.- Pedro Duque Déniz

 

3.- Maximiliano Diaz Navarro

 

4.- Miguel Llombet Rodríguez

 

5.- Juan Pedro Alba Carmona

 

6.- Asensio Ayala Espinosa

 

7.- Manuel Cruz Delgado

 

 

 

Esta sesión fue muy notable por la trascendencia de los acuerdos adoptados.

 

Así, continuando con la lectura del Acta, en el folio 149, puede leerse:

 

Una vez examinados los oportunos antecedentes y como consecuencia de oficio de la Comandancia Militar y propuesta del Gestor Sr. Cruz, se acordó dar a las calles que se indican, los nuevos nombres que se expresan;

 

[1] a la de Fermín Galán, el de Castillo;

 

[2] a la de García Hernández, el de Marina;

 

[3] a la Alameda de 14 de abril, Alameda del Muelle;

 

[4] a la Plaza de 1º de Mayo, el de Plaza de la Iglesia;

 

[5] a la calle de los Estudiantes el de San Francisco de Paula;

 

[6] a la de Alcalá Zamora el de La Rosa;

 

[7] a la de Sargento Vázquez, la de San Carlos;

 

[8] a la Avenida de Blasco Ibáñez, el de Paseo de las Asuncionistas;

 

[9] a la Avenida Marítima el de Avenida de García Sanabria;

 

[10] a la del Dr. Comenge el de San Francisco;

 

[11] a la Plaza de la República el de Plaza de la Constitución;

 

[12] a la Rambla de XI de Febrero (desde la plaza de la Paz hasta la calle de los Campos) el de Avenida del General Franco;

 

[13] a la de Pablo Iglesias, el de Calvo Sotelo; y

 

[14] al Camino del Manicomio, el de Febles Campos.

 

 

 

De este acuerdo se deduce Testimonio mecanografiado, en el que se hace constar al final del mismo, el siguiente Decreto:

 

Cúmplase, adoptando las medidas necesarias para sustituir con toda rapidez las placas de las calles a que afecta este asunto.

 

Nueve días más tarde, el 14 de octubre de 1936, vuelve a reunirse la Comisión Gestora Municipal, y entre los múltiples acuerdos adoptados, llama la atención éste:

 

Se acordó rectificar acuerdo adoptado en sesión anterior, sobre cambio de los nombres de algunas calles, en el sentido de dar a la Avenida de Blasco Ibáñez, el de Avenida de la Asunción, y no el de Paseo de las Asuncionistas, como aparece en el acuerdo que se rectifica.

 

Afortunadamente para las menguadas arcas municipales, el mencionado Decreto con el Cúmplase del Alcalde, no se cumplió tan rápidamente como fue ordenado, con lo que se evitó el gasto extra que hubiera supuesto retirar la placa con el nombre del acuerdo que se rectifica.

 

Y es que las precipitaciones nunca son buenas.

 

Pero retornando a la lectura del folio 149 y siguiente, del acta de 5 de octubre de 1936, encontramos estos párrafos:

 

Previa declaración de urgencia y a propuesta de la Presidencia, se acordó por unanimidad adoptar los acuerdos que siguen:

 

Primero.- Nombrar al glorioso General Excmo. Sr. Don Francisco Franco Bahamonde, hijo muy predilecto de esta Ciudad.

 

Segundo.- Rectificar acuerdo anterior, de este Ayuntamiento, en el sentido de declarar día hábil el martes de Carnaval, que en esta Ciudad se ha venido guardando como festivo oficial.

 

Tercero.- Declarar día festivo, en virtud de las facultades que a la corporación municipal asisten, el día 18 de Julio de cada año, como conmemoración de la fecha en que se inició el movimiento salvador de España, por el glorioso Ejército.

 

Cuarto.- Dar el nombre de Avenida del General Franco, a la actual Rambla  XI de Febrero, tramo comprendido entre la Plaza de la Paz y calle de Los Campos, y

 

Quinto.- Que se dé la debida publicidad al presente acuerdo.

 

En verdad que fueron unos importantes «acuerdos acordados» unánimemente adoptados.

 

Queda de manifiesto que la repetición, cacofonía, redundancia o pleonasmo, así como faltar a la sintaxis, no les importaba mucho a estos conspicuos gestores municipales.

 

 

 

* * * * *


COMENTARIOS A LOS ACUERDOS DE 5 DE OCTUBRE DE 1936

 

 

 

 

 

Por su trascendencia histórica, estos acuerdos merecen ser comentados.

 

1.-

 

En primer lugar advertir que se hace una declaración previa de urgencia.

 

Este es el subterfugio legal que han utilizado y siguen utilizando todos los presidentes de corporaciones para introducir un asunto y forzar su aprobación sin debate, o con el mínimo debate. Aunque dada la composición y estructura de la Comisión el debate sobre cualquier asunto debería ser imposible e improbable.

 

2.-

 

Resulta sorprendente y rocambolesco el acuerdo

 

 

 

Primero.- Nombrar al glorioso General Excmo. Sr. Don Francisco Franco Bahamonde, hijo muy predilecto de esta Ciudad.

 

 

 

Si Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco Bahamonde Salgado Pardo había nacido el 4 de diciembre de 1892 en El Ferrol (que el 1º de octubre de 1938 sería rebautizado del Caudillo), ¿cómo podía ser hijo muy predilecto de Santa Cruz de Tenerife?

 

Lo que el protocolo indicaba para estos casos era el nombramiento de hijo adoptivo, pues solamente pueden ser hijos muy predilectos, los nacidos en su propio lugar de origen.

 

Franco sería hijo predilecto de su ciudad natal, pero no podía ser hijo predilecto de dos ciudades distintas y tan distantes, simultáneamente.

 

Es imposible tener dos padres y/o dos madres simultáneamente.

 

Pero para el que sería conocido como Caudillo de España por la gracia de Dios, no debería haber nada imposible.

 

No he encontrado explicación a semejante dislate.

 

Contrasta este acuerdo, con el adoptado por nuestros competidores de la isla redonda, que se nos habían adelantado en la glorificación de Franco, anticipándose hasta al acto de su proclamación como Generalísimo y Jefe del Estado.

 

En su «Crónica de Medio Siglo», cuenta el periodista y escritor falangista grancanario Miguel Jiménez Marrero, que en el mes de septiembre de 1936, en sesión plenaria del Ayuntamiento presidido por su alcalde Antonio García López, se acuerda, por unanimidad, nombrar hijo adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria, al Caudillo Francisco Franco .

 

3.-

 

Como ha quedado expuesto anteriormente, unas líneas más arriba, en la misma sesión, se asignaron nombres a catorce vías.

 

La número 12 había correspondido a la Rambla de XI de Febrero (desde la plaza de la Paz hasta la calle de los Campos) a la que se le da el nuevo nombre de Avenida del General Franco.

 

En el mismo folio, se ha reiterado un acuerdo municipal, sin hacer la preceptiva mención al preexistente adoptado unos minutos antes.

 

* * * * *

 

DISLATES

 

 

 

¿No se percató de estos dislates el Secretario Hipólito Fumagallo Medina, que da fe de la veracidad de las actas?

 

¿Ninguno de los Gestores advirtió los mismos?

 

La impresión que emana de la lectura del Acta, es que en aquel ambiente ominoso de ordeno y mando, nadie se atrevía a chistar y mucho menos a rechistar. Si además tomamos en consideración que todos los gestores debían ser más que adictos a la Causa del autodenominado Alzamiento del 18 de julio de 1936, lo sucedido no puede ser considerado un simple error administrativo.

 

Unos días antes, el Primero de octubre de 1936, en Burgos, Francisco Franco, había sido enaltecido a la suprema dignidad de Generalísimo y Jefe del Estado.

 

Su nombre no podía quedar diluido en una lista de catorce nombres. Y lo de hijo adoptivo podía tener reminiscencias bastardas.

 

No paraba ahí la cosa.

 

 

 

PUBLICIDAD

 

 

 

Además había que dar la debida publicidad al acuerdo.

 

El “marketing” en política es algo muy antiguo, no es un invento reciente.

 

Y se le da la debida publicidad.

 

En la página 7 del Boletín Oficial de la Provincia número 134 de fecha viernes 6 de noviembre, aparecen publicados tres anuncios oficiales enviados por la Secretaría del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

 

1.- El primero corresponde a la comunicación del acuerdo tomado por la Comisión Gestora, en la sesión de fecha 26 de octubre de 1936, aprobando el ensanche y urbanización de la calle de Los Campos, desde la Avenida del General Franco hasta Pino de Oro, con un presupuesto de contrata de 89.586’26 pesetas.

 

 

 

2.- El segundo reza así:

 

Sección 1ª.- Central.- Institución de de fiestas locales

 

Por el presente y para general conocimiento, se hace público que la Comisión Gestora de este Excmo. Ayuntamiento, en sesión del día cinco de Octubre último, adoptó los siguientes acuerdos:

 

a)   Rectificar acuerdo anterior de este Ayuntamiento en el sentido de declarar día hábil el martes de carnaval, que en esta ciudad se ha venido guardando como festivo oficial.

 

b)  Decretar día festivo, en virtud de las facultades que a la corporación municipal asisten, el día 18 de julio de cada año, como conmemoración de la fecha en que se inició el Movimiento Salvador de España por su glorioso Ejército.

 

Santa Cruz de Tenerife, 2 de Noviembre de 1936.- El Secretario, H. Fumagallo.- Vº Bº: El Alcalde, Vara.

 

 

 

Resumiendo:

 

Quedó proscrito el Martes de Carnavales y en su lugar se celebraría el 18 de julio.

 

3.- El tercero y último anuncio dice así:

 

Sección 1ª.- Central.- Negociado de Estadística.- Nomenclatura de calles

 

Para general conocimiento se hace público que la Comisión Gestora de este Excmo. Ayuntamiento, en sesión del día cinco de Octubre último, acordó dar los nombres que se expresan, a las calles de esta Ciudad que se relacionan a continuación:

 

A la de Fermín Galán, del Castillo;

 

A la de García Hernández, la Marina;

 

A la de la Alameda 14 de abril, Alameda del Muelle;

 

A la Plaza  1º de Mayo, Plaza de la Iglesia;

 

A la de los Estudiantes,  San Francisco de Paula;

 

A la de Alcalá Zamora,  La Rosa;

 

A la de Sargento Vázquez, San Carlos;

 

A la de la Avenida de Blasco Ibáñez, Avenida de la Asunción.

 

A la Avenida Marítima, Avenida García Sanabria;

 

A la de Dr. Comenge, San Francisco.

 

A la Plaza de la República, Plaza de la Constitución;

 

A la Rambla XI de Febrero (Plaza La Paz a Dr. Naveiras), Avenida del General Franco.

 

A la de Pablo Iglesias, Calvo Sotelo.

 

A la de Camino del Manicomio, Febles Campos.

 

Santa Cruz de Tenerife, 2 de Noviembre de 1936.- El Secretario, H. Fumagallo.- Vº Bº: El Alcalde, Vara.

 

Para acabar con estos acuerdos y su publicidad, hay que hacer notar la incoherencia existente entre lo reflejado en el Acta de la sesión de fecha 5 de octubre de 1936 y el texto del último anuncio.

 

Ya ha quedado señalado que en el acta se dice que la duodécima calle cuyo nombre se cambia, es la Rambla de XI de Febrero (desde la plaza de la Paz hasta la calle de los Campos).

 

En el anuncio del BOP en lugar de calle de Los Campos se pone Dr. Naveiras.

 

El negociado de Estadística si tuvo en cuenta el nombre asignado en 1934, aunque no en su totalidad, abreviando el nombre, e hizo la oportuna rectificación. Y, como no le dolían prendas, el Secretario y el Alcalde firmaron el anuncio, sin haber hecho constar la salvedad pertinente.