En la investigación de los orígenes de las denominaciones de nuestras plazas y calles, – original «leit motiv» de mi introducción en el escabroso mundo de la Recuperación de la Memoria Histórica -, me ha sorprendido encontrar que el capricho y la falta de respeto, ha sido la práctica más que habitual de las sucesivas corporaciones municipales, a la hora de poner y quitar nombres.
En muchas ocasiones se han abierto calles para las que no había nombre preasignado, calles que eran mantenidas en tal situación de provisionalidad, durante mucho tiempo, innominadas, o malamente identificadas con un simple número o letra. Y en otras, se las identificaba también provisionalmente, mediante apelativos tales como transversal, trasera o paralela, de otra vía a la que se hacía servir como referencia.
En más de un caso se ha registrado el caso contrario, habiendo sido asignado nombre y hasta encargado lápida con nombre, a alguna plaza o calle que, o bien no había sido construida o nunca fue terminada y bautizada con el nombre previsto.
La falta de una normativa clara, o la ignorancia culpable de la corta norma aplicable, ha sido la fuente inspiradora de la acción municipal en la nomenclatura de nuestras vías.
Sin exagerar, puede decirse que la arbitrariedad ha sido la norma seguida.
Paradigma de esta praxis fue la plaza redonda o circular ubicada en la confluencia de tres antiguos caminos:
1.- Camino de La Laguna; orientado de Este a Oeste.
2.- Camino de los Coches; a su derecha, hacia el Norte.
3.- Camino de la Costa; a su izquierda, hacia el Sur.
En 1873, al Camino de Los Coches se le cambió el nombre, denominándolo XI de Febrero, fecha de la proclamación de la efímera Primera República en España.
En 27 de mayo de 1903, el Ayuntamiento acordó dedicar el primer tramo del Camino – o Carretera de La Laguna – , desde la Plaza de Weyler hasta el Puente Zurita, al conspicuo personaje JOSÉ MANUEL PULIDO, denominando a esta calle con el nombre de RAMBLA DE PULIDO.
A la confluencia de estos caminos, se le conocía como CUATRO CAMINOS.
El acuerdo municipal para cambiar este nombre por el de PLAZA DE LA PAZ fue adoptado el 20 de noviembre de 1918, cuando la plaza estaba siendo construida, sin haber sido acabada.
Así consta en el folio 262 del libro de Actas de Plenos correspondiente al año 1918. Libro que comienza con el registro del acta de la sesión celebrada el 1 de enero de 1918 y llega hasta el folio 289 donde acaba con el texto del acta completa de fecha 26 de diciembre de 1918.
Vayamos al acta de la sesión de 20 de noviembre de 1918:
Se inicia en el folio 257 vuelto.
En la Muy Leal, noble, Invicta y Muy Benéfica Ciudad Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, capital de la provincia de Canarias, a veinte de Noviembre de mil novecientos diez y ocho, siendo la hora de de las diez y seis y cuarenta y cinco minutos, se reunieron en la Sala Consistorial, bajo la presidencia del Señor Alcalde Don Esteban Mandillo y Tejera, los Señores Concejales que al margen se relacionan, con objeto de celebrar sesión pública ordinaria de segunda convocatoria, del Excmo. Ayuntamiento, por no haber concurrido número suficiente en la primera.
Los relacionados al margen eran:
1. |
Esteban Mandillo y Tejera | liberal conservador |
2. |
Francisco González Currá | republicano |
3. |
José Sicilia Carmona | conservador datista |
4. |
Anselmo J. Benítez Expósito | conservador |
5. |
Domingo Ayala Barreda | republicano |
6. |
Francisco Martínez Viera | republicano |
7. |
Matías Molina Hernández | republicano |
8. |
Juan Rumeu y García | conservador |
9. |
Ángel Crosa y Costa | liberal |
10. |
Juan Ramírez Filpes | conservador |
11. |
Andrés Arroyo y González de Chávez | conservador |
12. |
Adolfo Bencomo y Fernández del Castillo | republicano |
13. |
Andrés Orozco y Batista | republicano |
14. |
Eladio Ruiz Frías | liberal |
15. |
Sixto Fernández del Castillo y Martín | republicano |
16. |
Juan Bello González | |
17. |
Moisés Coba Hernández | republicano |
Entran los señores Guillermo Cabrera Felipe [independiente], y José Siliuto González [conservador datista].
[…
Entra el señor Arturo Escuder Villalonga [republicano.
Folio 262
Salen los Regidores Señores Rumeu, Arroyo (Don Andrés),Benítez, Vandewalle, Sansón, Ruiz Frías, Sicilia y Siliuto
Dase lectura a una moción de los Concejales de la minoría republicana, y en su virtud, Su Excelencia acuerda:
Primero. Que se dé el nombre de “Plaza de la Paz” a la circular que se halla en construcción en el sitio denominado “Cuatro Caminos”.
Segundo. Que también se dé el nombre de “Avenida de Bélgica” a la parte de camino comprendido entre el edificio de las Asuncionistas y la carretera general del Norte, pasando por la granja Agrícola, y
Tercero. Que una comisión de este Excmo. Ayuntamiento pase a saludar, el día veinte y uno de los corrientes, al Señor Cónsul de Bélgica y a expresarle su agrado por la liberación de dicho país.
En la sesión municipal celebrada el 24 de abril de 1919, se lee una moción del Regidor D. Jacinto Casariego y Ghirlanda, la cual es apoyada por su autor, y el Ayuntamiento, en consecuencia adopta el acuerdo siguiente:
Que con el fin de patentizar al Diputado a Cortes Don Félix Benítez de Lugo, el mayor agradecimiento de este Cabildo, por sus valiosas gestiones en el asunto relativo al adoquinamiento de la Rambla de Pulido, se dé el nombre de este hijo de Tenerife, al trozo de dicha vía, comprendido entre la esquina de la casa de D. Cristóbal Beautell donde comienza la calle de Alvarez de Lugo, hasta el sitio denominado Cuatro Caminos.
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¿Ignoraba el regidor Jacinto Casariego y Ghirlanda el acuerdo de 20 de noviembre de 1918?
¿Por qué en su moción se refiere a la Plaza de la Paz por su antiguo nombre de Cuatro Caminos?
El 7 de mayo de 1919, dos sesiones después, Jacinto Casariego y Ghirlanda, ante una propuesta del Sr. Orozco, varía su propuesta inicial para que se le dé el nombre de Félix Benítez de Lugo al trozo de vía comprendido entre la Plaza de la Paz y el Puente Zurita.
* * * * *
El 23 de junio de 1924, la Comisión Municipal Permanente reunida bajo la presidencia del Alcalde Constitucional FRANCISCO LA-ROCHE Y AGUILAR acordó aprobar en todas sus partes, otra moción del Sr. Alcalde, relativa a las diferentes vías que se han ocupado en la Rambla llamada XI de Febrero las cuales ostentan sus nombres en virtud de acuerdos del Ayuntamiento, unas y otras en razón a la costumbre, salvo el trayecto comprendido entre la Plaza de Toros y la calle de Viera y Clavijo.
A consecuencia de tal aprobación quedó resuelto que el trayecto comprendido entre la Avenida de Bélgica y la Plaza de la Paz, se denomine “Rambla de la Asunción”; el que media entre la citada Plaza de la Paz y la de Toros, lleve el nombre de “Rambla XI de Febrero”, el trozo que se encuentra comprendido entre la Plaza de Toros y la nombrada calle de Viera y Clavijo se denomine “Rambla de Marcos Peraza”, y el último trayecto de la vía en cuestión, limitado por las calles Viera y Clavijo y de los Campos se llame “Rambla de Isabel II”.
Así consta en el folio 98 del Libro Nº 1 de Actas de la Comisión Municipal Permanente. Libro que comienza el día 7 de abril de 1924 y termina el día 8 de septiembre del mismo año 1924.
3.-
Siete años más tarde, después de proclamada la Segunda República, el diez de junio de 1931, el Ayuntamiento adopta este acuerdo:
En este momento y previas unas explicaciones del Secretario, el Excmo. Ayuntamiento acordó completar el acuerdo del trece de Mayo último, en el sentido de que la Avenida que parte de la plaza de la Paz a hacia el Sur, lleve el nombre de “Avenida de Blasco Ibáñez”.
Así ha quedado recogido en la página 236 del libro 13 CMP.
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La lápida con el nombre dado a esta avenida, no sería colocada hasta el 24 de agosto de 1934 (libro 25), a propuesta del Concejal FRANCISCO MARTÍNEZ VIERA, aprovechando una visita del diputado radical por Valencia, SIGFRIDO BLASCO, hijo del universal escritor VICENTE BLASCO IBÁÑEZ, en un acto solemne con asistencia de casi toda la clase política y dirigente de la época.
Este SIGFRIDO BLASCO estaría implicado en el escándalo del juego de ruleta trucada, obtenido mediante cohecho por los holandeses Straus y Perl (estraperlo), que estalló en octubre de 1935, el cual dio pie a que el gobierno de ALEJANDRO LERROUX, fuera sustituido por del de Chapapietra.
En noviembre, a este escándalo se sumó otro de corrupción, conocido como de Tayá-Nombela.
El jefe de la CEDA JOSÉ MARÍA GIL ROBLES, maniobró para reemplazar a Chapapietra, pero el presidente Alcalá Zamora, encargó nuevo gabinete a MANUEL PORTELA VALLADARES.
De estos escandalosos episodio hemos registrado en este blog, la versión dejada por el embajador norteamericano Claude G. Bowers.
https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2013/02/14/viva-el-estraperlo/
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En plena guerra civil, el 5/10/1936, se tomó un acuerdo para dar nuevos nombres a catorce vías, tal como consta en el folio 149 del libro 30 CMP.
A la de Blasco Ibáñez se le asignó el de Paseo de Las Asuncionistas.
Unos días más tarde, el 14 de octubre, se rectifica este acuerdo en el sentido de que la nueva denominación sea AVENIDA DE LA ASUNCIÓN y no Paseo de Las Asuncionistas, tal como se recoge en el folio 143 del mismo Libro de Actas 30 CMP.
Sin embargo, popularmente se la ha seguido conociendo como Avenida de Las Asuncionistas.
Coincidentemente, ese mismo día 14 de octubre de 1936, se acordó también denominar a la calle de Canales Bajas con el nombre de Doctor Guigou.
Las modificaciones de nombres afectarían también a:
1.- FÉLIX BENÍTEZ DE LUGO, sustituido por General Mola
2.– Los nombres de “Rambla XI de Febrero”, “Rambla de Marcos Peraza”, y “Rambla de Isabel II” quedaron eliminados, siendo sustituidos por el único de GENERAL FRANCO.
Más recientemente, mediante decreto, – que yo he calificado de alcaldada- , de MIGUEL ZEROLO AGUILAR, la Rambla del General Franco, ha pasado a ser conocida como RAMBLA DE SANTA CRUZ. Y la Avenida del General Mola, ha sido reconvertida en AVENIDA DE LAS ISLAS CANARIAS.
Pero debemos parar ya, porque nos hemos desviado en exceso, del tema principal de este opúsculo, que era y es el de la Plaza de la Paz.
Acabemos, señalando que en la actualidad, esta Plaza de la Paz, ha sido movida de su ubicación original, habiendo sido desplazada unos metros hacia su derecha o nordeste, para dejar sitio a los raíles por donde circula el actual tranvía de Santa Cruz de Tenerife a La Laguna.
Un curioso caso de plaza móvil.
LO QUE HA CONTADO ALEJANDRO CIORANESCU
En el apéndice XI dedicado a las CALLES DE SANTA CRUZ, por Alejandro Cioranescu, en su monumental obra «HISTORIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE», Tomo IV, ALEJANDRO CIORANESCU ha dejado estos párrafos:
PAZ (Plaza de la).
Plaza formada hacia 1870 en la encrucijada llamada entonces Cuatro Caminos.
Su nombre actual le ha sido puesto en 1918, siendo alcalde Esteban Mandillo.
FÉLIX BENÍTEZ DE LUGO.
Nombre que recibió en A: 23/4 y 7/5.1919 el tramo del camino de La Laguna comprendido entre la plaza de la Paz y el puente Zurita y que ha pasado después a formar parte de la avenida General Mola.
LO QUE HA CONTADO J.J. ARENCIBIA SOBRE LA PLAZA DE LA PAZ
El Coronel Juan J. Arencibia de Torres, en su libro Calles y Plazas de Santa Cruz de Tenerife, ha escrito estas líneas sobre esta plaza:
PLAZA DE LA PAZ
Plaza que forman la confluencia de la Rambla del General Franco, Rambla de Pulido, avenida de la Asunción y General Mola.
Por razones obvias, se conoció en un principio como Cuatro Caminos. Su nombre actual proviene de 1918, siendo alcalde Esteban Mandillo. Naturalmente, la denominación responde a la finalización de la I Guerra Mundial, ocurrida en el citado año. Esta plaza cuenta con la primera fuente luminosa que se instaló en Santa Cruz, en ella suelen bañarse los hinchas del C. D. Tenerife cuando el equipo consigue triunfos importantes, y, ocasionalmente, algún automóvil conducido por un más que despistado conductor.
En su entorno existieron cinco cines: Price, Cinema Victoria, Baudet, La Paz y Víctor. Hoy continúan el primero y el último.
Haciendo esquina con la Rambla del General Franco y General Mola estaba la fábrica de tabacos «Victoria», propiedad de Luís Zamorano González, hoy convertida en una entidad bancaria.