El acta de la sesión plenaria municipal del jueves 22 de abril de 1936 comienza casi al final del folio 90 vuelto,
Vamos a leer y extractar algo de su texto manuscrito.
En las Casas Consistoriales de la M. L. N., I. y Muy Benéfica Ciudad, Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, Capital de la provincia de este nombre, a veintidos de abril de mil novecientos treinta y seis, se reunió el Excmo. Ayuntamiento en sesión pública ordinaria de segunda convocatoria, previamente citado con arreglo a las vigentes disposiciones; bajo la Presidencia del Sr. Alcalde Don José Carlos Schwartz Hernández y con asistencia de los Sres. Concejales consignados al margen, para tratar y resolver los asuntos figurados en el orden del día, repartidos con la convocatoria.
Los Concejales consignados al margen eran:
01 |
Salvador Díaz Ferreira |
02. |
Fulgencio Santaella Tuells |
03. |
José María Martín Díaz |
04 |
Gregorio Cubas Arbelo |
05 |
Manuel Armas González |
06 |
Francisco González Fernández Trujillo |
07 |
José González Cabrera |
08 |
Fernando Crespo Llorente |
09 |
Álvaro Padrón Benítez |
10 |
Isabel González González |
11 |
Francisco Palacios Gutiérrez |
12 |
Antonio Alberto del Castillo |
13 |
Manuel Guadalupe Pérez |
14 |
Pedro Hernández Pérez |
15 |
Oscar Pestana Ramos |
16 |
Juan Martínez de la Peña |
17 |
Francisco Rodríguez Guanche |
18 |
Luís Álvarez Ñañes |
19 |
Santiago Albertos Hernández |
20 |
Juan Alonso de Armas |
21 |
Nicolás Mingorance Pérez |
22 |
Cándido Reverón González |
Abierta la sesión a las dieciocho horas treinta minutos, el infrascrito Secretario dió lectura al acta de la anterior que fue aprobada por unanimidad y sin discusión.
Saltemos unos tres folios que tratan asuntos de trámite, para llegar al folio 93 vuelto, donde seguimos leyendo:
Se dio cuenta de un amplio informe emitido por la comisión Permanente de Obras, en la solicitud presentada por el Delegado en el Archipiélago Canario, de la Compañía Española de Petróleos, pidiendo autorización para ampliar la actual Refinería, sobre los terrenos situados al Norte dícese hacia el Norte de dicha instalación.
En el mismo se dice que si se tratara de una nueva instalación se opondría a la concesión de la autorización, por cuanto no está situada a la distancia que señalan las Ordenanzas Municipales, considerando por ello que ha habido error al consentir su emplazamiento en el lugar que hoy se halla; y que convencida de que no se puede efectuar la ampliación sino por el sitio que se pretende, propone que se acepte en principio la ampliación referida, separándola todo lo posible de la vía de enlace, de modo que el punto mas cercano solo diste de dicha vía 200 metros, sin que se permita la instalación de tanques para depósitos sino de pequeños tanques auxiliares, y con la condición previa de dar comienzo a las obras en el plazo de 6 meses continuándola sin interrupción hasta su terminación definitiva, sin cuyo requisito se entendería caducada la concesión que se hiciera, sin perjuicio de que se lleven a cabo los trámites necesarios y se sometan los planos a la aprobación definitiva de la Corporación.
El Sr. [Nicolás] Mingorance [Pérez] aclara que en el informe leído se ha impuesto como condición la de que esté a una distancia de la carretera la ampliación que se propone, y dícese de unos doscientos metros, y que como resulta que el terreno que posee esa empresa, para hacer la ampliación es solo de unos 227 metros, bien se vé que no es posible acceder a la petición formulada.
Llama la atención sobre el informe del arquitecto que habla de la imposibilidad de establecer esa clase de industrias sino a 500 metros de todo lugar habitado, cosa que no se le exigió entonces no se puede exigir ahora por la razón de la escasez del solar de que disponen.
Por todo ello propone que quede el asunto sobre la mesa para un nuevo estudio y ver si se puede llevar a efecto esa ampliación por otro lugar de los terrenos en se halla emplazada la Refinería
El Sr. [José María] Martin Díaz dice que existe presentada una instancia de varios vecinos de esta localidad, reclamando en contra de la solicitud de se ha entendido, y por ello propone que incorporándose dicho escrito al expediente de su razón vuela a la Comisión de Obras para un nuevo estudio. S.E. así lo acordó.
Demos otro salto hacia adelante, para llegar al folio 94 vuelto, donde podemos leer el asunto del cambio de nombre de la calle San Carlos por el del SARGENTO VÁZQUEZ.
Se dió cuenta de una instancia que suscribe don Juan Santana, y varios vecinos mas, en la que solicitan que en el deseo de conservar la memoria del Sargento Vázquez, fusilado con motivo de la sublevación de Asturias, que se dé el nombre de aquel héroe a la calle de San Carlos.
El Sr. [Santiago] Albertos [Hernández] hace uso de la palabra para decir que los mismos vecinos que han formulado la solicitud, son los que han comprado la lápida que haya de rotular dicha vía, y por entender que es justa la petición que se formula, pide que se acepte.
S.E. atendiendo a la petición formulada acordó dar el nombre del Sargento Vázquez a la mencionada calle de San Carlos, en el barrio del Cabo.
Por el momento, abandonemos aquí, en la mitad del folio 95, la lectura del acta de la sesión del 22 de abril de 1936, cuyo contenido se extiende hasta el folio 96 vuelto, donde figuran las firmas del Alcalde y los concejales asistentes, advirtiéndose la ausencia de las firmas de los concejales JUAN MARTINEZ DE LA PEÑA, SALVADOR DIAZ FERREIRA y FERNANDO CRESPO LLORENTE.
El acta es cerrada por la inequívoca firma, del cuasi omnipresente Secretario, HIPOLITO FUMAGALLO MEDINA.
Todo ello en el Libro de Actas identificado con el número 29 en el Archivo Municipal de Santa Cruz de Tenerife.
Libro que contiene doscientos folios numerados, habiendo sido iniciado el jueves 11 de marzo de 1936, y acabando con el acta de la sesión del jueves 27 de mayo de aquel mismo año 1936.