SIN QUE NADIE SE LO ORDENARA



D.2.598.475

80

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[Al margen]

DECLARACIÓN DEl guardia SILVERIO LEON LEON

[Texto]

En Santa Cruz de Tenerife a veintidós de Julio de mil novecientos treinta y seis en la fortaleza de Paso Alto y

Ante el Señor Juez Instructor, hallándose presente el Secretario, compareció el anotado al margen para prestar declaración, el que fue advertido de las prevenciones del artículo 451 del Código de Justicia Militar y, enterado fué exhortado a decir decir verdad.

Interrogado a tenor del artículo 453 del mismo Código, dijo:

Llamarse como queda expresado al margen

natural de Colomera                   Provincia de Granada

de veintiocho años de edad, de estado casado de profesión guardia del Cuerpo de seguridad con destino en la Compañía de Canarias, concurriendo también al acto el Ministerio Fiscal.

PREGUNTADO CONVENIENTEMENTE; dijo: Que es guardia de la Sección de Locales y que en la tarde del día dieciocho se hallaba en el cuartelillo de la calle de la Rosa cuando oyó decir que por orden del Capitán marchaban al cuartel de Asalto lo que hizo en unión de unos veinte compañeros al mando del Teniente D. Vicente Canal de la Rosa; que cree serían las seis y media de la tarde cuando llegaron al cuartel de Asalto; que permaneció en el interior del cuartel sin oír nada anormal pero cuando se asomó hacia la puerta oyó disparos y voces de que se había asaltado por los paisanos el Gobierno Civil; que ya había salido varios grupos de guardias y el declarante marchó por la calle de San Francisco hacia la plaza sin que nadie se lo ordenara sin darse cuenta de si se hallaba o no el Capitán en el cuartel aunque sí le dijeron que había salido el Teniente Campos con varios guardias; que llegó hasta el café La Peña donde se refugió al sentir el tiroteo sin que viera quienes eran los que se tiraban; que subió a la azotea y desde allí hizo un disparo al aire al sentir que subía un tropel de gente detrás de él para amedrentarlos puesto que creía que eran los paisanos los que habían asaltado el Gobierno Civil y que marchaban tras de él; que allí permaneció hasta eso de las nueve de la noche en que bajó para entregarse a las fuerzas del ejército puesto que oía que estas daban voces de alto y parecía que dominaban aquellos lugares; que antes no había oído ninguna conversación ni noticias de radio relacionadas con la adhesión o no a las fuerzas del Ejército aunque sí oyó decir que habían llevado una radio al cuartel; que no vió ningún cadáver y que tampoco vió a ningún paisano hostilizar al Ejército o a los guardias.

En este estado se dió por terminada esta declaración y leída que fue por el declarante, la encontró de conformidad, se afirmó y ratificó en su contenido y la firma con el señor Juez y Ministerio Fiscal y presente Secretario de que doy fe.

Francisco Sánchez Pinto           Pedro Doblado Sainz

Silverio León

Luis Gómez Carbó

[Las cuatro firmas rubricadas]

Cfr.: Causa 50 de 1936 [6401-207-1].- Folio 80.

 

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