[Carta encabezada por el escudo republicano con este membrete:]
EL GENERAL DIVISIÓN
COMANDANTE MILITAR
DE LAS
ISLAS CANARIAS
Santa Cruz de Tenerife 19 de Octubre de 1.936.
Señor Don Luis Doreste y Morales.
LAS PALMAS.
Muy distinguido señor mío : Contesto su carta del 14 de los corrientes; sigo su mismo orden.
1.º – Estamos en tiempo de guerra y funciona, por tanto, para todos, lacensura.
No puede estar exenta de esa censura, la comunión tradicionalista. Si en algún caso la censura telegráfica postal se excede, debe acudir la comunión tradicionalista como todo el mundo, a la Autoridad superior, en instancia razonada, y tenga la seguridad de que dicha Autoridad superior, mientras sea yo quien la ejerza, resolverá siempre en justicia. Lo que no debe ocurrir porque cae dentro de la Ley, es que se apele oficiosamente a Entidades o personas de la citada comunión tradicionalista; menos todavía, que tal apelación se haga en términos no ajustados a la verdad completa ‘del asunto de que se trata , sino a unaverdad particularísima del considerado como recurrente . Obrar así es ofender a la autoridad verdadera, mermar su prestigio y su efectiva autoridad; no :puede admitirse la verdad verdadera, no es muchas veces la que se mira a través de un interés particularista, pues este interés particularmente se interpone a nuestro pesar, a nuestro espíritu, conduciéndole a errores interpretativos a veces considerables.
2º – Es notoria la falta de Oficiales en los Cuerpos, tanto, que a seguir así, nutriendo por ordenes del Alto Mando, los Cuerpos de Africa y de Fernando Poo, y además a las tropas ya preparadas para inmediatas expediciones, nos llegaremos a quedar exhaustos, y sin mas oficialidad que la resultante de los cursos de 15 días que se acaban de convocar. Si llegan a cubrirse de algún modo las plantillas podré disponer de algún oficial de los nuevos pese a prestar sus servicios en el Requeté de Las Palmas.
3º – El Brigada de Infantería concedido :por la Autoridad Militar de Gran Canaria, lo será para todos los efectos dejando de prestar servicio en el Regimiento 39 para lo cual circulo las órdenes oportunas.
4º – No puedo admitir en modo alguno su exclamación de que “Ay del movimiento salvador del Ejército sin los Requetés”!. Como desahogo literario, y aún si se quiere espiritual, solo cabe pasarla para exaltar a los partidarios en tren de propaganda; pero está muy lejos de la verdad verdadera, y además inoportuna. El ejército ha demandado la cooperación de la Nación para la mayor empresa a que se ha lanzado; paro que yo sepa, no se ha solicitado, por nadie ni en ningún momento, la ayuda especial de los Requetés. Acepta la colaboración de los Requetés, como acepta todas las demás colaboraciones, pero de ese preciso concepto, no pasa. La idolatrada Bandera de los Requetés, merece todos mis respetos y pueden dichos Requetés usarla en sus formaciones y actos privados y públicos, como emblema de una comunidad o fuerza organizada o en organizaciones que no somos Requetés, nada mas que respeto podemos tributarla.
Los terminas injustamente desabridos empleados hacia Vds., de haber existido no pueden aplaudirse ni aun tolerarse. Deberán desaparecer. Y para ello doy órdenes oportunas.
5.º – Las descortesías, zaherimientos y mortificaciones de que se dicen objeto desaparecerán.
6º – Convendrá Vd. conmigo que el nombramiento de Censor en esa Provincia, corresponde a la Autoridad Militar, y no es asunto en que deban, y por tanto, pueden, intervenir los extraños; y menos todavía los interesados.
Creo haber contestado los seis incisos de su carta.
Devuelvo a Vd. la carta original que se me ha enviado sin pedirla yo, participándole que de ella he sacado copia para mi archivo de estos asuntos.
Repito a Vd. lo que le expongo en el inciso 1º – que la censura la ejerce la Autoridad Militar de Gran Canaria con sus facultades y también con su responsabilidad. Y no puedo menos de señalarle el mal gusto que representa menos con lo que acontecia en los tiempos de Azaña, y mucho menos colocar lo de antes en superior plano, que lo que acontece ahora.
Respecto de la carta del señor Don Joaquin Mª Aracil, no me permito comentarla por no haber sido requerido para ello.
Se despide de Vd. atentamente,
Angel Dolla
Cfr.: A-TMTQ 13011-418-21 Procedimiento Sumarísimo 464/1936.- Folios 8 y 9.
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Nota del transcriptor
ÁNGEL DOLLA LAHOZ era General de Brigada, no de División.
Se ve que al hacerse cargo del mando de la COMANDANCIA MILITAR DE CANARIAS, utilizó el material impreso dejado por sus antecesores en el puesto.